Tu Rechazo, Fue Mi Salvador

Capítulo 12

Las historias que contienen realidades, Son las que más pueden dañar 

 

Había Una Vez

Te contaré una historia, Una historia que fue olvidada con el paso de los tiempos, Una historia que necesita salir ala luz...

Muchos milenios atrás, Una joven diosa, fue creada inesperadamente por el esplendor de la luna, Ningún dios se lo esperaba, Era simplemente impresionante, No era muy común para ellos ver como una de ellos era creada por la luna, Ellos sin saber cual o que era el propósito de ella decidieron aíslarla de todos, 

Aunque detrás de esa terrible decisión había intenciones ocultas...

Los años pasaron, Y esa hermosa diosa, Estaba hundida en la soledad, No hablaba con nadie, No había nadie a su lado, Simplemente estaba sola....

Ella escuchaba atentamente todo lo que decían aquellos diminutos seres, Que los habían nombrado "Humanos" ,

 Pues si de bien había servido de algo estar sola, Era para controlar algunos de sus poderes ya descubiertos

Uno de ellos era escuchar las tristezas y decepciones de los humanos por las noches, Eso sí, Sólo cuando aquellos se lo confesaban a la luna.

"Son demasiado débiles"Pensó para sí misma, No entendía el porqué de sus emociones, Llorar no servía de nada, Entonces porque lo hacen?

Ella estaba confundida, No entendía las acciones de los humanos, No sabia porque se hacían daños unos a otros, Eso simplemente era ilógico...

Un aullido resonó en sus orejas, Feliz busco al causante de este,  y Hay estaba una hermosa loba de color blanco con aquellos hermosos ojos azul electrizantes, La diosa la veía enternecida, Era hermosa, Se había encariñado mucho con ella desde la primera vez que la vio, Ya hasta nombre le había puesto ...

"Hola layla" Habló en voz alta, Un sabiendo que no podía escucharla "Estas hermosa"Volvió a hablar a la nada.

Todas las lunas llenas la veía, Siempre aullando a la luna en la orilla de aquel risco, Parecía que aquella loba sabía que ella la estaba viendo, Sabía que existía, Era un una especie de saludo, Bueno al menos eso era lo que quería pensar aquella diosa.

Aquella diosa sonreía felizmente, Admirando la rudeza y valentía que mostraba esa loba, Porque los humanos no podían ser iguales a los lobos?, Se cuestionaba ella.

Los lobos viven en manada, Son leales a su alfa, Y se protegen unos a otros, Son unos seres admirables...

Mientras que los humanos se destruyen unos a otros, Sin importarles qué daño pueden causar...

La diosa seguía mirando aquella loba, sintió un mal presentimiento en su puro corazón, Miro al rededor de aquella loba y con lo que se encontró no fue de su agrado.

Un cazador estaba apuntándole sigilosamente a aquella loba, Mientra él se escondía entre los arbustos, La diosa desesperada y sin saber qué hacer, Empezó a buscar una forma que impedir esa atrocidad, No sabia que hacer, Pero si de algo estaba segura, Iba a salvar a aquella loba.

Intentaba pensar en alguna forma para poder ayudarla, Pero cuando juntas la desesperación y  la prisa, Nunca daba buen resultado.

La diosa pensaba y pensaba, Pero seguía sin nada...

 Pero cuando menos se lo espero, Un sonido de balaso hizo eco en aquel lugar, Aterrada miro aquel precipicio, Hay estaba aquella loba loba blanca, Cayendo del precipicio con una herida de bala, La loba miro a la brillante luna por última vez con desilusión en sus ojos.

La diosa hundida en sus penas, Tomó la frágil alma de la loba, La miro por unos segundos afligida y demasiado arrepentida, Se culpaba a sí misma si tal vez ella la hubiera ayudado, O  si se hubiera presionado más, Ella podría salir viva.

De Repente la diosa sintió una furia inexplicable, Quería dañar al que daño a este ser indefenso, Quería hacerlo que pagará su crimen, Porque como bien dicen, El odio de un dios era mil veces peor que el de un humano...

Era casi incontrolable...

Quería bajar a la tierra y dañar a el cazador, Pero algo no se lo permitió, Miro aquel risco, Específicamente donde antes se encontraba ese cazador, Pero aquel había desaparecido, En su lugar había una pequeña niña, Mira aquel risco con tristeza, La diosa la observó con un detenimiento increíble, Y con lo que se encontró fueron con pequeñas lágrimas silenciosas, En sus mejillas...

"Lo siento", Susurro la pequeña niña antes de darse la vuelta y adentrarse a lo profundo de el bosque, La diosa la miro confundida, Porque se disculpaba por un acto que no había cometido.

"Los humanos son destructores, No compasivos"–Dijo la diosa aun confundida

Sin darse cuenta la diosa derramaba lágrimas las cuales unas cuantas  caían directamente a la pequeña alma de esa loba, Segundos después un brillo destello fuertemente llamando la atención de la diosa, Aquel envolvió a la loba, La diosa confundida recostó a la loba, Dejando que aquel brillo la consumirá por completo.

Y la diosa entendió que podía juntar a layla, Con aquellos destructores de la vida, Se negaba rotundamente, Quería salvar a layla, Claro que quería, Pero no se la iba a entregar a cualquiera.

La diosa tomó a layla entre sus manos, Y con seguridad la guardó en un pequeño baúl mágico, No era egoísta, Solo ocupaba su inteligencia.

Ese misma noche, Otra alma de un fiel lobo, LLegó a aquella diosa, Seguía respirando aquel lobo, Pero no por mucho, Eso lo sabía.

Dudosa la diosa, Decidió  juntar el alma de este fiel lobo con un humano, La diosa busco el  humano de más noble corazón, Se sorprendió al ver tantos humanos de corazón puro, Pero sin esperar, En aquella luna Llena se hizo la primera transformación, Juntando dos diferentes especies en una misma.



#20559 en Novela romántica
#10014 en Fantasía

En el texto hay: amor, dolor, hombrelobos

Editado: 11.01.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.