Estamos todos de acuerdo que los conejitos son adorables. Pero yo no. Dios solo comen, y no zanahoria como en las películas, comen comida cara, y después hacen caca ¡todos los días!. Es por eso que yo nunca tuve, pero hace un año mi novio salvo a un conejo, a patitas.
(Un año atrás)
Como siempre me levante para ir a la facultad, salude a mi novio, y fui a la parada de colectivos. Después, a la vuelta, frene para ir de shopping, compre lo básico, un corpiño, un par de jeans y una remera larga y otra corta. Cuando llegue al departamento escuche a mi novio hablar con alguien. Lo sabía... me estaba siendo infiel. Ya se me había hecho todo tipo de pensamientos en la cabeza. Decidí entrar como si no escuche ningunas de esas hermosas palabras que le había dicho a ella, palabras dulces, palabras que creía que el me las decía solo a mi, palabras mañaneras.
Para mi sorpresa cuando abrí la puerta lo encuentro a el, tirado en el suelo, en piyama junto a un conejito bebe. Ninguna mujer. Solo el junto a su nueva mascota. Parecía un nenito de 5 años, tan adorable. Lo salude con un simple hola y le pregunte de quien era el animal. Dijo que era nuestro, que nos iba acompañar, y fue así; 10 meses de color rosa. Pero todo tiene un final y este no termino con el tipico "vivieron felices para siempre". Me hubiera gustado que el final hubiera sido otro, uno que relata "tu, yo y Patitas".
Diez meses después de aquella entrada al departamento, y de conocer a Patitas, le detectaron cancer terminal a mi novio. No le dieron fecha, y la verdad nunca lo vi mal; sinceramente yo estaba peor que el, pero no queria que el me note, porque ya me había dicho una y otra vez que el estaba enfermo y no yo. Muy pronto recayó, y lo internaron. Con patitas íbamos siempre, (lo llevaba a escondidas con ayuda de una enfermera) el se alegraba al vernos. Patitas saltaba y corria de la emoción cada vez que lo visitábamos. Fueron los dos meses mas apagados que viví. Pero la luz siempre se encendía cuando veía las dos caritas de ellos juntos sonriendo. Ojala volver a verte sonreír como lo hacías, me encantaría volver a verte emocionado cuando te llamaba para comer, o ir a alentarte cuando jugabas un partido. No estoy enojada con vos por irte, ni porque te habías enterado de tu enfermedad antes que yo; solo estoy triste por no volver a verte y agradecida por no dejarme sola, me dejaste a Patitas, un animal que no es nada desagradable, ni tampoco sucio, aunque solo come su comida de bolsita, la más cara que hay en la ciudad, es la mejor compañía que me dejaste. Patitas y yo te extrañamos, pero sabemos que estas en un lugar mejor.