Tus ojos

La carta

Le convalidé que era nuestra señal, yo estaba muy segura de ello, pues era algo que sucedía en las noches de una luna rosa y como tradición la familia real hacía un baile, celebrando la amistad entre tres especies, era una noche tan especial que sin importar especie, se hacía  un clip entre parejas sin conocer sus vidas pasadas, la luna entraba en nuestros corazones y transformaba uno... Para siempre.

Mi señal fue clara, se repetía constantemente de mis labios, él chocó conmigo y yo solté una risa delicada, sentí la energía de la gran luna en mis grandes ojos azules y en sus ojos rosas, la energía emanaba en todo nuestro ser y me dejaba llevar sin protestar, y nos mecímos al suave ritmo del vals en una noche eterna.

Un año después llegaste a nuestras vidas ¡Preciosa mía! yo era un poco intensa y quería celebrar tu nacimiento y tu coronación como princesa, así que le dije a Sam que quería la presentación esa noche, su familia refutó mi idea ya que durante siglos, se hacía nueve días después que terminase el ciclo de la gran luna, pero Sam era muy considerado conmigo y persuadió a la familia real de hacer la presentación, después de proclamarte princesa todo se volvió un caos.

Cuando el reloj sonó las 12 del día, los vampiros no despertaron, los licántropos emanaban ira y hambre y las brujas estaban desesperadas porque su magia estaba fuera de sí, tuve miedo mi pequeña, mucho miedo, no sabía en qué te había metido, pero debía sacarte de esto  sí o sí ese día fue el peor de nuestras vidas, ¡Perdóname, pequeña! todos atentaban con la vida de otros, y así... Se veía la cabeza de los vampiros sin sus cuerpos, los lobos estrangulados y las brujas devoradas, yo debía correr contigo, pero mi esposo no estaba con nosotras.

Logramos escondernos en el bosque pero no debía ser mucho tiempo, debíamos salir mi pequeña, te dejaría con unos amigos humanos y luego vendría por mi esposo.

 

-Lo siento... Ara-Mi voz es trémula -No fue mi intención.

-No pasa nada nena- Ara intenta y sonreírme y se retira trémulosa.

-¿Qué fue eso?- Jane arrugó el ceño, como si el gesto la hubiese tomado por sorpresa- No te trató mal como siempre lo hace.

-No sé, Ara y yo sentimos una conexión con el choque…-Bajo la mirada y después de unos instantes la subo de golpe mirando a mi amiga.

-¿Cómo fue eso?- Jane toma de mis hombros.

-Tuvimos el mismo sueño- Le balbuceo a mi amiga- Necesito agua- Le espeto cayendo sobre Jane.

-Toma nena- Me indica con un vaso en mi frente.

-Gracias- Digo casi susurrando.

-¿Por qué tendrías ese sueño con ella, si ella no es la bebé?

-Buenas- Nos vemos interrumpidas por Seb.

-Hola, amor lindo- Jane se deja caer sobre el regazo de Seb y se suelta la mermelada entre ellos.

-Hola amor- Seb la abraza con delicadeza y besa su cabello.

-Hola Lucy- Parpadeé muchas veces ante la extraña amabilidad de Seb.

-Contesta tonta- Me indica Jane entre risas.

-Eh, hola... Seb- Me limito a responderle.

-En un rato iremos al cine ¿Vienes con nosotros?- Pregunta Seb mientras acaricia el cabello de Jane.

-N-No...- Jadeo nerviosa.

-Ay vamos tonta, no he hagas del rogar, Seb prometió comportarse bien contigo, no le hagas el desplante- Jane mueve la cabeza en el regazo de su novio.

Doy una sonrisa fingida y Jane y Seb sonríen.

-¿Estas bien Lucy? –Pregunta Jane entre risas- Te perdiste media película por estar en el baño- Jane empieza a reír.

- Qué asco de película- Paso mis manos por mis rostro arrastrándolas hacía abajo en situación desesperante.

-Qué sensibilidad Lucy- Indica en tono burlón Federico.

Ignoro el comentario de Federico -Ya quiero ir a casa, no me siento nada bien.

-Ya, ya vamos... Seb nos llevará, espera un poco.

 

Cuando el reloj sonó las 12 del día, los vampiros no despertaron, los licántropos emanaban ira y hambre y las brujas estaban desesperadas porque su magia estaba fuera de sí, tuve miedo mi pequeña, mucho miedo, no sabía en qué te había metido, pero debía sacarte de esto  sí o sí ese día fue el peor de nuestras vidas, ¡Perdóname, pequeña! todos atentaban con la vida de otros, y así... Se veía la cabeza de los vampiros sin sus cuerpos, los lobos estrangulados y las brujas devoradas, yo debía correr contigo, pero mi esposo no estaba con nosotras.

Logramos escondernos en el bosque pero no debía ser mucho tiempo, debíamos salir mi pequeña, te dejaría con unos amigos humanos y luego vendría por mi esposo.

-¿El mismo sueño?- Jane persigue al maestro con la mirada mientras este se pasea por la clase.

-Sí, sí lo que te digo, es una carta, sólo una carta aparece, y escucho la voz de una mujer quien la lee- Le digo casi susurrando.

-¿Algo tiene que ver con la carta que me mencionaste la otra vez? Cuando estuviste con Alessandro en la Biblioteca- Jane me mira fijamente a los ojos.

-Las señoritas en compañía podrían decirnos ¿Cuál es la próxima fecha?- Indica el maestro mientras suelta su libro sobre el escritorio.

-¿Fecha?- Le preguntó desconcertada.

-Sí, la fecha de ir al salón de belleza y esas cosas...-Dice el maestro moviendo la cabeza de arriba a abajo- ¡NO! La fecha de las guerras! La próxima se produjo por una devastadora epidemia, y de eso se habló ayer un poco- Indica el maestro a punto de explotar en dinamita.

Me estremezco en mi puesto con los ojos muy abiertos hasta que…

-El timbre siempre nos salva- Dice Jane sacándome arrastras del salón.

-S-Sí.

 

El reloj marcó las 12, brujas, vampiros y licántropos ya no eran una sola unión, unión... -¡Es mi culpa!-

-Lo siento, estaba distraída, ees mi culpa... Lucy- Ara abre muchos sus ojos marrones.

-¿Amiga? ¡Eh Lucy!- Jane me sacude preocupada al notar mi rostro paralizado y concentrado en la pulsera de Ara, Jane quita mi mano de su pulsera y yo jadeó.



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En el texto hay: vampiros, lobos, brujas

Editado: 28.07.2020

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