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- ¡SÍ MAMÁ, YA TENGO TODO EMPACADO! – grito desde mi habitación, bueno, ex habitación porque nos estamos por mudar a un nuevo lugar, que según mi madre es “mejor”

-¡BIEEN, ¿PUEDES BAJAR?, QUIERO TOMARTE UNA FOTO EN EL JARDÍN ANTES DE QUE NOS MARCHEMOS! –grita desde la planta baja.

Sin más tomo el estuche de mi Fender stratocaster y bajo a toda prisa.

-Ya estoy abajo –digo asomando mi cabeza a lo que ahora es mi antigua cocina

-Oh, claro, vamos –se seca las manos con una tolla y toma su pequeña y antigua cámara de fotos, y acto seguido, nos encaminamos a nuestro jardín.

-Colócate en el suelo, sentada bajo el árbol amarillo con tu guitarra sobre tus piernas –me dice, a lo que obedezco sin pensarlo dos veces, porque es buena sacando fotos. Siempre dice que, si no hubiera sido agente de policía, le hubiera encantado ser fotógrafa. –ahora has como que tocas –se agacha para quedar a mi altura

-Excelente –dice mientras dispara varias veces –eso, ahora mírame y sonríe…mhm…sí, muy bien.

Desde que tengo memoria soy su modelo, siempre que quiere sacar fotos a algo, me hace posar con dicho objeto. Al parecer ella me ama.

-Bien, ahora recuesta la cosa con cuerdas sobre el pasto, quiero sacarle una fotografía

Así nos pasamos los siguientes veinte minutos, entre foto y foto.

-Mamá, creo que ya tenemos suficientes fotos, ¿podemos ir cargando el auto con las cosas? –pregunto –estoy ansiosa

-Oh, claro, desde luego –dice parándose del suelo, porque se encuentra recostada boca arriba sobre el pasto, apuntando con su cámara partes de cielo y algunas ramas de su árbol amarillo favorito.

***

Llevamos diez horas de viaje en el auto

No me molesta viajar, y en compañía de mi madre y de la radio, es…agradable.

-Lamento que nos tuviéramos que ir de la casa –susurra

-No pasa nada, ya empezaremos de cero en una nueva ciudad y seremos felices, ya lo verás –digo entusiasmada, ella no tiene la culpa de los acontecimientos ocurridos.

-Y también lamento que todo haya sucedido tan rápido y que no tuvieras tiempo de despedirte de tus amigos –una sonrisa se dibuja en su rostro, pero no una de felicidad, sino más bien una cargada con tristeza y un poco de melancolía

-¿Qué amigos? –digo mientras suelto una carcajada.

-Oh cierto, esta chica es una apasionada por su guitarra, que tiene por mejor amiga a la misma –habla con pura ironía.

-Pues, no me fío de los amigos, al fin y al cabo, terminan traicionándote, prefiero tener conocidos –me encojo de hombros.

La verdad es que nunca he necesitado de algún amigo para sentirme feliz, sé convivir conmigo misma y eso me hace completamente feliz.

-No todas las personas son malas cariño, la vida te pone a las personas correctas en el momento correcto. Tú…sólo has pasado por la etapa de las personas incorrectas, pero ANDA, ALÉGRATE, eso quiere decir que las buenas están por llegar – sonríe alegremente al decir

-Mhm… cómo digas

-Lo digo –nuestra conversación termina, dejando paso al espeso silencio hasta llegar al nuevo hogar.

Me bajo con cuidado, pues siento que mis extremidades se encogieron –ayy –digo con pesar, porque todos mis huesos sonaron

-Marla, ¡sólo tienes 18 años!, ¡tus huesos no deberían sonar así!

-Lo sé mamá, pero el viaje ha sido demasiado largo para mí –me quejo

Levanto mi vista y frente a mí veo lo más hermoso que haya podido ver.

Una casa estilo victoriana color negro. Tiene al parecer dos pisos y en la tercera planta, el techo es triangular, parece tener miles de habitaciones

-¿Mamá?, esta casa es…

-Sí lo sé, es media…RARA…pero es genial, el negro es un bonito color, la escogí porque tú siempre dices que este estilo de casa es súper, ¡Y PARECE EMBRUJADA!, pero va a ser divertido ¿no crees?, podemos hasta socializar con la persona que falleció aquí hace diez años,

-…Genial –termino la oración que fue cortada por mamá –pasan unos segundos y recién caigo en cuenta de lo que dijo mamá -¡ESPERA!, ¡¿QUÉ?!, ¿ALGUIEN MURIÓ AQUÍ? –digo rápidamente y con el tono de voz elevado

-Sí –mi madre responde

-Es…INCREÍBLLEEE

-¿Me quieres explicar qué le ves de increíble a que una persona muera?

-No en ese sentido, digo que es genial que su alma o espíritu esté aún

-Sí,,, creo que debería llevarte a algún lugar para loquillos –dice

-Personas con enfermedades mentales –corrijo

-Sí, ellos, creo que se llevarían muy bien contigo

-SÍ SEÑORES –extiendo mis brazos para dar a entender que estoy hablando con muchas personas –MI MADRE CREE QUE ESTOY LOCA

Una carcajada brota de su garganta, y se dispone a caminar por el largo verdín que hay hasta la puerta de entrada.

Saca un lave del bolsillo del pantalón y abre la enorme puerta principal.

Para ser sincera, creí que el interior de la casa sería negro o de clores oscuros, pero no, estaba equivocada.

Las paredes tienen varios colores claros, tales como el blanco, beige, marrón claro, gris claro

Sin darle mucha importancia a la primera planta, subo las escaleras que dan hacia la segunda planta, en la cual hay cuatro puertas.

Todas habitaciones exageradamente grandes para una sola persona, por lo que ninguna llama mi atención.

Subo a la tercera planta, donde al parecer solo hay espacios abiertos y un ático, un hermoso ático.

Sin dudarlo abro la puerta y me encanta.

Amo la inclinación de las paredes, y el espacio es justo lo que necesito, no es grande ni muy pequeño, ideal.

El tercer piso básicamente no sirve para nada, solo tiene un ático y lo demás es espacio, no hay nada más, parece un patio en medio del tercer piso.

-Veo que ya encontraste tu nueva cueva –dice mamá a mis espaldas.

-Sí, es genial, me encanta el mini patio interno que tiene –río