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Esta era mi oportunidad para correr a lo cual me avente sin pensarlo dos veces sobre él y lo tire, haciendo que se golpeara, logrando tiempo suficiente para correr hacia la puerta de salida, solo para encontrarme con una escaleras más altas que daban hacia una luz, lo cual me hizo pensar que estaba más de 5 metros bajo tierra; pero sin pensarlo me trepe y subí las escaleras como alma que lleva el diablo. Al llegar al último peldaño vi que esa luz no era el sol, y no me encontraba en un desierto como pensé; pero lo que vi me dejo atónita. Eran cadáveres humanos y para ser preciso eran mujeres entre la edad de 17 a 24 años aunque había algunos que parecían de niñas, lo cual hizo que saliera del hoyo y me acurrucara en el piso llorando, pensando que pude haber sido una de ellas. Pero al oír un grito atrás de mí, hizo que se activaras mis sentidos de alerta, provocando que me parara con todas las fuerzas que tenía y logre encenderme en un pequeño espacio que no era visible para que él no me viera.

-shhhh- hizo un siseo logrando que con tal solo eso me espantara y quisiera llorar; estaba a punto de asomarme cuando sentí

Un brazo asfixiándome

-me encanta ver como tu piel se pone pálida a tal punto que pareces un saco de sangre- poco a poco dejaba de ver, hasta que

Todo se puso borroso y me desmaye.

Al despertar me encontraba en la misma habitación, lo cual solo me hizo querer gritar de impaciencia y llorar

-qu...que...qui..quie..res...de.. Mi- pude decir eso aun con ardor en mi garganta, pero aun así ya podía al menos hablar o lo que signifique esto, llore al saber que no tendría respuesta alguna de él; porque aunque no quería creerlo en ese momento yo estaba sola y sin nadie a mi alrededor, al menos ahora se encontraba este colchón sucio y viejo el cual parecía que se le iban a salir los resortes. O al menos eso pensé hasta que vi una sombra en la esquina de la habitación, era él y estaba sonriendo y de forma siniestra

-eres demasiado ingenua, pero admiro tu valentía-me dijo

El no contesto mi pregunta a lo cual me moleste yo aún más, me tiene aquí sin nada....

-res...ponde-dije sin pensarlo, pero sentí una punzada en mi garganta la cual logro que me enojara aún más, pero aun logrando

Causarme un escalofrió el solo pensar en verlo o que se enojara. Y el sin verme me atrajo hacia él y me agarro mi mano de tal manera que me lastimo, me estaba lastimando y lo sentía; pero no podía gritar, ni hablar por lo que solo cerré los ojos

-dame el maldito numero-me dijo, aventándome hacia el colchón viejo logrando lastimarme y que me doliera aún más mi cuerpo a lo

Que yo solo moví mi cabeza de arriba hacia bajo pero el agarro de nuevo mi muñeca que ya antes el había lastimado; yo me moví pero lo único que logre fue que el me apretara aún más mi muñeca, provocando que soltara un leve chillido de mi garganta inflamada.

-solo dame ese número y todos saldremos ganando- me dijo el

-te daré unas horas para que lo piense y me lo des, si no; serás un gran atractivo de maniquí- me dijo el antes de soltarme e

Irse no sin antes mirarme y reír de forma siniestra.

-el siempre hace lo mismo- oí a una voz lado de mí, lo que logro que me estremeciera volteando al lado izquierdo de donde me encontraba, sin pensarlo lo señale y la persona detrás de aquella voz se hizo presente, logrando que yo me hiciera para atrás; y sin pensarlo gritar. La voz le pertenecía a un niño, el cual tenía igual los ojos que el