Un amor cliché

Ella no es mi tipo ¿O si?

Leonardo 

No sé si agradecer la intervención del celular de Olivia o no ¡estuve a punto de follar en una playa con la chica que me da dolores de cabeza constante!

¿Donde quedó mi decencia? Esta chica es una mala influencia y yo un idiota por dejarme llevar.

¿Pero que cojones pinto yo con alguien como ella? Es grosera, impulsiva, exhibicionista y loca...y lo peor que es que quizá esté yo loco por ella.

Cuando nos hemos besado un fuego ha recorrido todo mi ser, una especie de corriente eléctrica que no he sentido ni con mis novias más serias.

Pero se que no es mi tipo...definitivamente no.

—¿Te importa acompañarme? Parece que Cristobal está en problemas —me dijo con un poco de pena.

—Claro.

Subimos a la moto de nuevo y noto que le tiemblan un poco las manos.

—¿Quieres que conduzca?

—¡Claro que no! —me mira indignada, creo que me gustaba más cuando nos estábamos besando.

—Bien.

Las palabras sobran entre nosotros.

(...)

Llegamos a la comisaría donde vemos a Diego afuera todo nervioso.

—¡Ya era hora que llegarás! —Si, está nervioso e histérico.

—¿Qué ha pasado? —Me parece increíble que aun viendo a su hermano así, Olivia pueda estar tan tranquila, como si fuera cosa de todos los días.

—Se agarro a golpes por defender a una chica —suspiró Diego.

—Típico de Cristobal, esperen aquí ya regreso —nos dijo y entró a sacar a su hermano de problemas.

Me quede con Diego en un silencio incómodo hasta que él habló.

—¿Te estas tirando a mi hermana? —¡Dios! ¿Acaso en esta familia no conocen sobre ser prudente?

—No —estaba muy sonrojado, así que no se si me creyó o no.

—Lastima, te me haces un buen tipo.

Ya no pude seguir la incómoda charla porque salieron los dos hermanos Navarro.

—¡Es el colmo! ¿Por una chica Cris? Dime tan siquiera que te la has tirado.

—¡Claro que no! Valeria es diferente.

Esto tiene que ser una broma, cuando los vi juntos no me esperaba esto.

—¿Hablas de mi hermana? —me metí.

Olivia lo miro espantada.

—¡¿Te tiras a su hermana?!

—¡Solo nos estamos conociendo! —se apresuró a aclarar Cristobal, quizá temía que le soltara un puñetazo.

Me cae bien, pero mi hermana sigue siendo mi hermana, aunque creo que no tengo derecho a reclamar nada, tomando en cuenta que si no fuera por Diego ya nos lo hubiéramos montado de lo lindo en la playa.

—Como sea, no vuelvas a pelearte, Mochomo no es de fiar y lo sabes.

—¡Está molestando a Vale!

—Cris... —pude ver el semblante cansando de Olivia y decidí intervenir.

—Yo me encargo, ese chico no se volverá a acercar a mi hermana, pero ya no te metas en líos chaval.

—¡Exacto! —Ella me miro agradecida— Si vuelves a meterte en problemas, le diré a papá y mamá.

—¡No te atreverías!

—No me retes.

Parece que con estos hermanos, hay drama asegurado.

—Mejor váyanse a casa, en un rato los alcanzo —los despacho la pixie.

—¿En que estábamos? —me sonrió coqueta, me gustó, pero pensé mejor en pararle los cables.

—Olivia, mira...esto que estamos sintiendo no puede ser, somos demasiado incompatibles —comienzo y puedo ver como su sonrisa disminuye.

—¿Por qué no soy una chica pinky? ¿Por qué no uso vestidos ni faldas de niña bien? —me dice con acidez.

—No es eso...

—No quieras componerle, entiendo perfectamente, pero tienes razón, no somos compatibles, es bueno que lo recuerdes —me miro con frialdad antes de montarse en la moto e irse.

Sabía que era lo correcto, sin embargo, no pude evitar sentir un vacío enorme.

(...)

Después de que Olivia me dejara varado en la comisaría de donde había sacado a Cimeron, camine hasta llegar a casa, tenía la mente hecha un remolino y necesitaba aclararme.

Primero que nada necesitaba resolver esos sentimientos de confusión que esa pixie generaba en mi, es algo que nunca había sentido, sentía enojo cuando se burlaba de mi, pero a la vez sentía que podía dejar de ser el chico correcto y dejarme llevar por su carácter, no tenia que fingir ser un perfecto caballero.

Por otro lado, no se que tiene en la cabeza, un día me trata mal y al otro me besa sin control, si iniciáramos una relación seríamos demasiado inestables, eso es algo que, en lo personal, nunca he disfrutado.

Soy más de una relación seria, basada en respeto mutuo y, bueno, dándole la razón a Olivia, si me gustan las chicas bien portadas que usan vestidos y que no han probado ni una gota de alcohol en su vida.

O eso pensaba, ahora que conozco a Olivia se que me atrae su manera de ser: su franqueza y el que no le importe el que dirán me tiene idiotizado.

Aun así, debo de estar consiente de que es arriesgado pensar en ella como en algo más que un...desliz.



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Editado: 12.10.2018

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