Capítulo 2 - NOCHE INOLVIDABLE

NOCHE INOLVIDABLE 

—No en serio —intenta explicarse—, estas preciosa —termina de decirme.

—Gracias —respondo sonrojándome y mirando al suelo, no soy capaz de hacerlo a sus ojos.

—No tienes que darlas —me dice sonriendo cuando levanto la cabeza para mirarle.

—Y bueno —intento cambiar de tema— ¿Qué tal estas Blas? —le pregunto sonriendo.

—Muy bien —me responde—, ahora muy bien— vuelve a remarcar sonriéndome y acercándose un poco más a mí en el banco.

—¿Ahora por qué? —pregunto sorprendida y a la vez extrañada.

—Porque te he visto —me dice sonriendo y mirándome a los ojos.

En cuanto esas palabras salieron de la boca de Blas mis mejillas se tornaron rojizas, mis manos comenzaron a sudar e instintivamente mi pierna comenzó a moverse de los nervios.

Pasamos toda la tarde hablando de cualquier cosa y riéndonos un montón por la cantidad de tonterías que soltaba por su boca. Siempre me pasaba lo mismo, acababa pasándomelo muy bien. Las tardes junto a él eran perfectas y maravillosas. Era el único que me entendía y conseguía que olvidara cualquier problema. Pero el tiempo pasaba demasiado deprisa junto a él y la noche llegaba pronto.

—Me tengo que ir Blas —le digo mirándole—. Mis padres me matarán si llego tarde a casa —le explico mirando al suelo.

Y sin dejarle responderme le planto un beso en la mejilla de despedida y me levanto del banco. Me giro para irme pero una mano atrapa mi brazo impidiendo que me vaya.

—Espera un momento —me dice levantándose para quedar a la misma altura.

—Dime —le respondo curiosa por lo que me tiene que decir.

—¿Mañana por la noche puedes quedar? —me pregunta mientras me suelta del agarre.

—Claro —respondo aun sin saber el motivo de esta pregunta tan repentina—. ¿Por? —pregunto—, ¿a dónde me vas a llevar? —sigo preguntando para intentar sacarle más información.

—No te voy a decir nada —se ríe por mis preguntas—, solo quiero que te pongas guapa —vuelve a decirme—. Mañana te llamo y te digo dónde quedamos —termina de explicarme.

—Está bien —digo resignada porque sé que no me lo va a contar—. Buenas noches Blas —me despido de él.

—Buenas noches preciosa —me responde dándome un beso en la mejilla como despedida.

Me giro y me alejo del banco y del parque. Mientras camino de vuelta a casa no paro de pensar en lo que puede pasar mañana, es dónde me va a llevar para que tenga que ponerme guapa. Solo sé que mañana va a ser una noche inolvidable, tengo ese presentimiento.

A la mañana siguiente me despierto muy contenta por las expectativas altas para esta noche. Enciendo el móvil y veo que hay un mensaje de Blas:

“Nos vemos esta noche a las 22:00h en el bar de enfrente del parque. Tengo algo muy importante que contarte. Ven guapa”.

Al terminar de leer el mensaje sonrío como una tonta. Tengo muchas ganas de que llegue esta noche y que me cuente eso tan importante que me va a decir.

La hora de ir al bar estaba a punto de llegar. Me miro en el espejo antes de salir de la habitación. Observo el vestido azul claro que me he puesto y el pelo rizado, sonrío al verme guapa y a la vez irreconocible. Pero no me importa, hoy va a ser una noche especial.

Salgo de casa y camino hasta llegar al bar. Durante el trayecto no hago más que pensar en él. Sé que soy muy optimista y soñadora pero no puedo dejar de pensar en lo que me tiene que decir. Espero que sea que le gusto como él me gusta a mí. Aunque probablemente de lo que me vaya a hablar sea sobre la música y sobre cantar, pero lo entiendo, es lo que más le gusta y es su sueño.

Al final llego al bar y lo busco con la mirada. Lo encuentro sentado en una mesa y camino hacia allí. Pero no estaba solo, había alguien más con él. Me detengo frente a la mesa y mis ojos no pueden creer lo que ven. No puedo contenerme y mis ojos se cristalizan pidiendo las lágrimas salir a gritos.

No me esperaba lo que estaba viendo, no me lo imaginaba y dolía mucho, demasiado. Blas se…