Un amor en verano

Capítulo 21.

Narra Juan C.

Salí del salón, no puedo creer que ellos serán mis nuevos compañeros, se veían inmaduros y bobos, a la mala hora mi madre vino a trabajar aquí, me dirigió al baño para contener mi enojo un rato.

Al salir veo a alguien tirada en el suelo, crei que era  una persona que solo se arrodilló para recoger algo, pero me equivoque esa chica, tenia la rodilla raspada con una gran herida.

Creo que era una de mis compañeras, me quería ir, pero la vi desesperada y sentí compasión, me arrodillo frente de ella, primero examinó la herida, al parecer el golpe fue fuerte, saque de mi mochila alcohol y una venda, le dije que se aguantara el dolor, pero por lo vista la chica es muy débil, hizo un grito y me abrazó cuando le puse el algodón con el alcohol, mejor me hubiera ido, odio los gritos, al final venden su herida, vi que con las gustas se podía levantar, pero ese ni era mi problema, me levanté y quería irme y dejarla a su suerte, hasta que....

—¡Que no me vas ayudar!

—No crees que ya hise suficiente — conteste serio.

—Tienes razón, gracias por todo.

Por que tendré corazón de pollo, veo sus ojos cristalizados y decido ayudarla, esto casi nunca mo hago, con lo notan yo no soy un chico cualquiera, tengo 17 pero mi mentalidad es de 21.

—Esta bien, te ayudaré, pero consta que esto no le debes decir a nadie. Trato

— ¡Siii!, esta bien, pero ayúdame a llegar a mi casa, ya sé esta haciendo de noche.

—  Y si voy a buscar a uno de los profesores.

— No ya se fueron, salieron por la otra puerta de su oficina—  dijo con dolor.

— ¿Y ahora que hago contigo?. Ni modo, tendremos que ir en bus

—Que en bus, pero iré sola

—No escuchas que dije TENDREMOS..

—¡Gracias!, pero no me grites, que me lastime la rodilla no la oreja.

Ok, ya ven te ayudo a levantarte, le digo que ponga si brazo en mi cuello, mientras yo agarraba su cintura, íbamos caminando hasta la pista, son las 6:26 el ultimo bus sale a las 6:30, ahora llegaré tarde a mi casa por ayudarla, debemos esperar un tiempo aquí.

—¿Oye, te puedo hacer tan pregunta?

— Si dime

— Por que eres tan amargo, en clase eres así, con todos eres frío, de lejos se nota que te obligaron estar aquí.

— Es una larga historia y si tienes razón, estoy obligado estar aquí.

Ella quería decirme más, pero llegó el autobús, mejor!!, ni tengo que darle explicaciones ni cortarle sobre mi, es una entrometida.

Observe que no podía subir el primer escalón del bus, no sabia como hacerla subir y por la cara del chófer se veía que estaba apurado, sin pensarlo dos veses la carge hasta el segundo asiento, me senté a su lado.

—¿ Sabes algo?—dijo ella.

—¡Que!

— Tienes la cara del chófer — dijo despacio.

No pude evitar sonreír un poco, en parte ella tenía razón mi cara no es de muchos amigos, ya se estaba haciendo tarde, los focos públicos se estaban prendiendo, como mi mamá llega a las 10, aún tengo tiempo de volver a casa.

Observo que ella, se siente cansada, creo que tiene sueño, no me acuerdo de su nombre.

Mirando al frente del autobús, pienso solo unos minutos, al voltearme a observar a la chica veo que ya se durmió y todavia en mi hombro, esto es el colmo, debo despertarla para preguntarle cual es su casa.

Con suaves gestos y mi con voz despacio le digo ¡oye oye...despiertate!

—Que, que, quien soy, donde estoy —dijo extrañada

— No te hagas la bromista, dime ya llegamos a tu casa.

—Si, de acá hasta esa señal, hay es.

— Le dije el chófer que parara en la señal y hasi lo hiso,la  devi cargar nuevamente a la chica para bajarla del autobús, ella me dijo que desde hay ya podía sola. Me agradeció mucho, como si fuera para tanto, solo le dije que se cuidara y que se pase una crema en la rodilla, ya un poco lejos se despidió de mi diciendo mi nombre y con una sonrisa, lo extraño es que yo no me acuerdo el suyo.

Regrese a casa, estavez caminando, el barrio de noche es tranquilo, todo lo que tuve que hacer por esa chica, ya sabre su nombre, bueno la vere todo el verano en clases.

Merly:

Al entrar a casa mi prima estaba preocupada por mi, dijo que casi estuvo apunto de llamar a mi mamá, como ella llega a las 10, le conté todo lo que paso en mi cuarto, me frote la crema en la rodilla como me lo dijo Juan, ojalá que para mañana sane, estamos comenzando la escuela y no quiero tener faltas siempre he sido una persona puntual.
 




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