Pasan horas y ya llegan era demasiadas horas en el avión, cuando llegan se quedan en una parte hotel para pasar la noche y mañana encontrarían un hogar para vivir y cuidar a su hijo.
Iván- Mañana encontraremos alguna casa y yo encontrare un trabajo, te lo prometo.
Linda- Vale, pero ahora vamos a descansar que ha sido un largo viaje.
Iván-Vale, hasta mañana y que descanses.
Linda- Igualmente. Le digo mientras le daba un beso en la frente.
Linda no podía dormir en pensar en que harán, como vivirán, se levanta de la cama y se va a la cristalera donde se veía todo parís, era maravilloso.
Iván- Hola, que haces despierta tan tarde. Le decía rodeándole la cintura con sus brazos.
Linda- Nada aquí. Le digo mientras las lágrimas le empezaban a brotar en sus ojos, sabía que si decía alguna palabra iban a salir.
Iván- He, ¿qué te pasa? Le digo mientras la giraba.
Linda- ¿Que será de nuestra vida aquí? Le digo con lágrimas en sus meguillas.
Iván- No pasa nada, ya nos encargaremos mañana, descansa y mañana lo veremos.
Linda- Vete tú a la cama ya iré yo.
Iván- No, vente conmigo.
Linda- No, voy a estar aquí pensando ahora voy vate y descansa.
Iván- Vale, hasta mañana y si quieres desahogarte llámame.
Linda- Vale.
Iván- ¿De verdad?
Linda- Que sí, venga vete a descansar.
Iván- Vale. Le digo mientras le daba un beso en la meguilla- Hasta mañana.
Linda- Adiós.
Se quedó hay de pie viendo y pensando en que pasara mañana y en que harán allí si no tenían nada, al final decidió irse a la cama para descansar un rato.
Iván- He, hola te vienes por fin no podía dormir sin ti.
Linda- Sí, ¿me dejas un hueco?
Iván- Sí, ven. Le digo mientras le rodeaba el cuello con su brazo- Tu tranquila, ya verás que mañana solucionaremos todo, ya verás.
Linda- ¿Me lo prometes?
Iván- Te lo prometo.
Linda- Vale, ¿sabes qué?
Iván- ¡Que!
Linda- Te quiero. Le digo mientras se quedaba dormida.
Iván- Y yo. Le susurro mientras le daba un beso en la frente- Y yo también te quiero mi amor.
Al final se quedaron dormidos y empezó a salir el sol e Iván ya estaba levantado.
Linda- Mm, buenos días, Iván “Iván”. Le grito.
Iván- He, buenos días te he despertado con la batidora verdad. Le digo, mientras le llevaba el desayuno a la cama.
Linda- No, ¿qué es esto?
Iván- Un desayuno bueno para el amor de mi vida.
Linda- ¿Dónde está mi novio?, hola ¿dónde está?
Iván- ¿Por qué dices eso?
Linda- Nunca me has hecho esto.
Iván- Esto en una nueva vida y dicen que la vida es como el espejo depende de cómo tú la miras te mirara.
Linda- Am bien, bien.
Iván- Y porque ya he encontrado trabajo.
Linda- ¿Cuando?
Iván- Esta mañana.
Linda- Que bien enhorabuena.
Iván- Gracias, ahora dúchate o arréglate que tenemos que ver unos pisos maravillosos.
Linda- Ya misma salgo de ducharme y vamos.
Iván- yo voy preparando al nene.
Linda- Vale.- Le digo mientras le daba un beso y le susurro- Te quiero.
Iván- Y yo, corre que no llegamos.
Se arreglaron y se fueron a ver el piso, era como el parta hotel igual de precioso, llegan y van a verlo.
Linda- Hola.
Iván- Hola, Leila.
Leila- Sí, hola eres Iván verdad.
Iván- Si soy yo.
Leila- Pasen, vean el piso y ya me dicen si os gusta y si os lo quedáis.
Iván- Vale.
Pasa, y ven, la casa es espectacular era como avían soñado, pasan unos minutos y viene la dueña de la casa.
Leila- Bueno que, ¿os gusta o no?
Iván- Si nos encanta, nos las quedamos.
Leila- Pues de acuerdo.
Iván- Tome el dinero del piso.
Leila- Gracias, bueno me tengo que ir ya espero que paséis toda vuestra vida aquí adiós y encantada de conoceros.
Iván- Gracias, adiós.
Leila- Adiós.
Linda- Adiós.
Se va y se ponen a colocar las cosas era un piso en un bloque de 30 pisos y el suyo era el 29 pero el 30 no Vivian nadie, se asomaban y veían todo parís por la cristalera, era por la tarde y Iván tenía que irse a trabajar.