Lloré una y otra vez intentando ya no amarte... Porque sabía que eso me dañaba pero era imposible, yo seguía eligiendo tu felicidad antes que la mía y era obvio porque eras lo único que me importaba, yo quería verte feliz y sacarte una sonrisa, o que por lo menos te sintieras un poquito mejor estando conmigo.
Traté de ser tu lugar seguro así como tú eras el mío... después de un tiempo llegamos a un punto en el que ya casi nada era estable... Hasta que un día decidimos "terminar"
Ya habíamos fallado algunas otras veces, pero confieso que yo seguía con la esperanza de mejorar, pero ya nada podía ser como antes.
Yo lo seguía amando igual que el primer día, pero ubo algunas actitudes que hicieron que yo fuera perdiendo poco a poco el interés y me decidí que él, por más que yo tratara, no iba a mejorar.
¡Y claro! él debía ser él mismo, y yo no podía hacer nada