17

Era tarde cuando llegó a casa, las luces permanecían apagadas a excepción de una lámpara que aún brillaba en la mesita de la esquina del salón, el chico se asomó esperando encontrarse con aquel rostro conocido. Jin no sonrió simplemente aparto el libro que mantenía entre las manos desde hacía un par de horas y que solo le servía de apoyo para mantenerse distraído mientras pensaba en una sola cosa, dónde se encontraba el líder de la banda.

NamJoon paso la saliva que se había estancado en su garganta y carraspeo antes de hablar, su voz sonó apenas audible pues temía que alguno de los otros le escuchara y fuera a su encuentro, ahora solo quería hablar con una sola persona y él ya le esperaba.

—No debiste esperarme. —Dijo entrando al salón.

—No lo hacía fue una casualidad.

Nam torció la boca ligeramente era difícil creer aquel comentario.

—Cómo tu digas...

—Tendría algo de malo de ser como tu piensas, esta mal que espere a mi amigo solo para saber si llega bien a casa, saliste como fugitivo, ni siquiera sé si todos se enteraron de tu ausencia, pero sabes que yo siempre sabre en donde estas.

—Sí ya lo sabes entonces por que esperas, estoy bien nada malo me paso, —dio un paso más al sofá y se dejó caer despacio hasta el piso. —No tienes que preocuparte tanto por mi Jinie soy un adulto sé lo que hago.

—No me pidas eso Nam, ya lo hemos hablado, tu siempre serás lo más importante para mi, preocuparme es natural.

—Lo siento en ese caso, debí decirte por lo menos a ti de mis planes para salir.

—Estuviste con esa chica, ¿cierto?

—Emma, Jin se llama Emma y sí estuve con ella, —volteó el rostro para poder mirar a su amigo a los ojos, le parecía que cada que la mencionaba Jin cambiaba su semblante y era algo que no le gustaba puesto que él representaba a alguien muy importante en su vida y de cierta forma necesitaba su aprobación para sentirse completo. —Le pedí que se casara conmigo.

—¡¡Qué!!— Jin se levantó en seguida. —Te volviste loco, cómo pudiste hacer eso tu ni siquiera la conoces bien ella podría no ser lo que parece, que tal si solo busca tu fama o solo pretende tomar tus bienes, ¡no! Es algo que yo no acepto. Le dire al CEO, al manager, a tu madre...

—No lo harás por que yo hablaré con todos ellos primero, no entiendo tu actitud Jin si tan solo quisieras conocerla.

—No me interesa conocerla sé que jamás te va amar tanto como...como alguien más lo puede hacer.

—A quién te refieres, por qué he estado aquí solo por mucho tiempo, que yo sepa nadie se a tomado el tiempo para amarme como Emma quiere hacerlo, ella es la indicada y te lo demostraré.

—Es por que estas ciego y no lo quieres ver, pero sí existe alguien más que lo haría todo por ti.

—Pues es tarde ahora para esa persona de la que hablas, mi corazón ahora le pertenece a alguien más.

NamJoon salió de la habitación molesto y triste a la vez, esperaba que fuera su mejor amigo quien más se alegrará con la noticia, por el contrario solo se había puesto a juzgarlo y hablar de tonterías acerca de alguien que quizás no conocía, pero estaba decidido a casarse con Emma. No podía llamar a esa hora al manager así que esperaría al día siguiente para poder darle a conocer la noticia que esperaba alguien pudiera tomar con la misma alegría que él mismo sentía.

A la mañana siguiente era Jin quien esperaba afuera del salón de maquillaje, estaba decidido a lograr que NamJoon desistiera de aquella idea que le parecía absurda.

Emma fue la primera en llegar como de costumbre y se encontró con un Jin bastante mal humorado, sus ojos fríos no dejaban de enfocarla con cada movimiento que hacía él continuaba observándola con esa mirada que en algún momento le llegó a estremecer.

—Puedo ayudarte en algo Kim SeokJin —dijo finalmente entrando en el salón.

Jin la siguió en silencio, —no puedes casarte con NamJoon, él cometió un gran error al pedirtelo ayer, deberías sólo alejarte de él.

Emma se colocó frente a Jin, el alto chico retrocedió unos pasos pues esta vez era la mirada de la chica la que le intimidó.

—Nam te lo dijo, —pregunto curiosa — ¿por qué no puedo casarme con él?

—Por que no lo conoces, además Nam esta confundido lo suyo solo debe ser atracción no amor verdadero, entiendo si te gusta y lo deseas —escondió la mirada — él tal vez siente lo mismo por ti pero solo es eso, porque no...—dudaba de sus palabras —es decir, por qué no pasan un buen rato y después solo lo dejas en paz.

Emma junto las cejas al escuchar aquel comentario, —¿en serio estas diciéndome que me acueste con NamJoon y después lo deje?

—Tu lo has dicho mejor que yo, pero sí, eso es lo que quise decirte.

—¿Qué te hace pensar que solo quiero a Nam para eso? En serio piensas tan mal de mi Jin, ¿qué hice para que lo creyeras?

—Solo no quiero que le arruines la vida, no eres la indicada para él es solo eso.

—Sí yo también pienso que aún soy poca cosa para NamJoon pero estoy dispuesta hacer lo que sea por él, trabajaré hasta el cansancio si es posible seré esa persona que él merece.

Jin se cruzo de brazos y guardo silencio, la vio decidida y aunque eso le gustaba al mismo tiempo le preocupaba aún más por que no se alejaría de su líder estaría ahí y entonces Nam seguiría pensando en que ella es el amor de su vida.

—¿Podrías darme una oportunidad? —Emma se acerco al chico. —Déjame mostrarte cuanto puedo amar a tu amigo, sé que no quieres que las cosas cambien, yo tampoco quiero eso, jamas alejaría a Nam de sus sueños, de todo esto que tanto ama, nunca lo alejaría de ustedes. No soy Yokohono puedes estar seguro.

—Y sí no quiero darte esa oportunidad que pides, que pasará.

—No quiero ser tu enemiga Jin, quiero lo mejor para todos, pero no me pidas eso deje a Nam por que no lo haré.

—De acuerdo, —dio un paso a la salida, —entonces veremos que pasa con su relación.