Un Amor Prohibido

6

Ya era de mañana y me había despertado con Susie al lado mío, ella me está agarrando de la chaqueta. Yo me quite la chaqueta y se la puse a ella, para que pudiera dormir mejor, después de esto me dirigí a la entrada de la cueva y salí de ella.

“como todos los días no, siempre es así, me despierto, me voy a hacer un trabajo para Zeg y Berth, me voy a talar un poco de madera, regreso con Susie y a dormir”.

A pesar de que me guste la rutina sé que pronto me terminara matando desde adentro “pero eso que importa no, a nadie le importara si muero no, todos estarían felices por eso, pero como quitarme a Susie de encima, como sacarme a Zeg y a Berth”.

Después de estar hablando conmigo mismo por minutos llegué al huerto, al llegar lo primero que hice fue meterme al invernadero y darme una ducha, los lobos me habían creado una ducha para mí lo hicieron dos días después de que me conocieron.

Después de darme una ducha camine hasta la puerta de la casa de la pareja, toce la puerta y Zegus me abrió.

-Hola amiguito, dime ¿Qué haces por aquí? -me pregunto Zegus mientras posaba una de sus manos en mi hombro.

-pues lo mismo de siempre Zeg-le conteste sonando entusiasta.

-oh supongo que no te lo ha dicho-me dijo sonando un poco triste-lo que pasa es que hay que dejarle tiempo a las plantas para que crezcan y ya han recibido toda la atención posible, así que ya hemos terminado con tu trabajo, en por lo menos un mes, si quieres puedes venir a visitarnos y hablar un poco, aunque te aconsejo que arregles las cosas con tu familia y que te enfoques en tu amiga, por lo que me has contado creo que hay química entre ustedes dos-.

Al escuchar lo que dijo Zegus me sonroje un poco ya que me ponía en una situación vergonzosa al literalmente querer que yo este con Susie, sin embargo, creo que eso nunca pasara y eso por un lado es bueno. 

-oh vamos amigo no te pongas así, créeme yo nunca me equivoco en esas cosas-me dijo con un tono misterioso.

Al decir esto Berth salió y me dijo que tenía razón y que lo mismo pasó en su situación.

-no digas eso, nosotros solo somos amigos-le dije un poco avergonzado.

-si claro-suspiro-bueno será mejor que vayas con tu familia, regresa en un mes o si quieres todos los días-.

Después de esto me dieron una bolsa llena de comida y me mandaron a mi casa.

“eso sí que fue raro” me dije a mi mismo.

Después de varios minutos caminando tale un poco de madera y subí a la cueva.

- ¡Susie tengo buenas noticias! -grite al entrar de la cueva.

De la oscuridad salió Susie, al parecer estaba un poco alterada, pero no sabía porque y ni me importaba.

-que paso-me dijo sonando un poco despreocupada.

-me dieron el día libre, me dieron provisiones y traje madera, creo que esta es una oportunidad para pasar el tiempo y hacer algo, solo para que no te sientas sola-dije mientras entraba por completo a la cueva.

-genial-me dijo alegremente.

Susie al escuchar esto se alegró un poco y para ocultarlo se puso un poco seria, más sin embargo su cola la delataba, ya que se empezó a mover de un lado a otro con algo de dificultad, al parecer Susie no se había dado cuenta de esto y yo tampoco le dije nada para que no se avergonzara.

-y bueno que quieres hacer-dije sacando una pequeña sonrisa.

Después de estar callado como por más de 2 minutos a Susie se le había ocurrido una idea, pero cuando estuvo a punto de decirla le cayó una piedra en el cabello y a continuación se agarró de la cabeza. Yo al ver esto me fui dirigiendo por cada cuarto de la cueva, hasta que encontré una gran grieta en toda la pared de una habitación sin uso.

- ¡Susie de que hablamos! -le dije un poco enojado.

- ¡ohh vamos, Julio tú no eres nadie para culparme! -dijo entre gruñidos.

Al escuchar estas palabras me sentí adolorido adentro de mí, pero no era físicamente no sabía de qué era así qué no le preste atención y me calme un poco.

-Susie sabes que las reglas se hicieron por una razón verdad-le dije un poco más calmado.

-¡si claro! -me respondió un poco enojada.

Yo me restregué dos dedos en mi cara ya que me sentía un poco decepcionado y frustrado por el comportamiento tan inmaduro de Susie, pero en eso sentí que todo se estaba empezando a sacudir, al parecer era un terremoto.

-hay que salir de aquí-dije un poco alterado.

Al principio Susie no sabía de lo que hablaba así que no me dejo más opción que agarrarla de la mano e ir corriendo hacia la sala principal, pero en cuanto llegamos a ella todo se empezó a desmoronar y un enorme pedazo de piedra cayó por la puerta impidiendo el paso.

Yo al ver que ya no había salida me arrodille y me hice bolita, “no puedo creer que todo vaya a terminar así, encerrado en una cueva con mi única amiga”.

Susie solo se estaba paseando por la cueva intentando recordar algo.

- ¡Susie, que haces! -le grite bastante alterado.

- ¡estoy intentando recordar algo idiota, ahora cállate y déjame pensar! -me grito.

Al escuchar esto me sentí mal y me callé por un momento.

Después de unos largos 5 minutos por fin Susie logro recordar lo que estaba buscando.

-ya lo tengo-me dijo mientras me agarraba de la mano y me guiaba por unos pasillos bastante extraños.

-adónde vamos-le pregunte un poco asustado.

-tranquilo, me memorice el camino por el que debemos ir-me dijo mientras empezaba a correr y durante todo el trayecto no nos soltamos de las manos ya que cada vez se iba poniendo más oscuro.

Todo parecía un laberinto, ya que cada habitación llevaba a una diferente y algunas te llevaban a lo que parecía ser el punto de inicio, pero después de varios minutos caminando por un sitio desconocido por fin llegamos a lo que parecía ser un sitio sin salida y con una enorme grieta.

-vamos solo hay que salir por ahí-me dijo apuntando a la pared.




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