Cuando creí odiarte

Mery

No se como pasó, sin embargo, un día, dos años antes, había empezado ha hablar por chat con él, era tan odioso e irritante que podría haber ido a su casa para golpearlo, pero bueno, es el hermano menor de mi amiga y eso sería descortés, aún así no puedo negar cuanto me hace enojar, ese niño de 11 años me trata como si fuera tonta, yo soy mayor, yo tengo 13 años. ¿Por qué sigo hablando con él si me desagrada tanto?

— ¡Alba! — exclamé y me acerqué a mi amiga, estaba muy molesta, su lindo brócoli (apodo puesto por ella misma) me había vuelto a molestar ¿Ese niño no entiende lo que es respetar a sus mayores?

— ¿Mmm? ¿Qué pasa Mery? — preguntó mi amiga, ella estaba claramente confundida.

— Solo dile a tu hermano que ya no me moleste tanto, hay veces que realmente es muy odioso, enserio me hace enojar — exclamé furiosa, el día anterior me hizo una mala broma, en la cual no puedo creer que caí.

— ¿Ah? Pero tú sabes que él nunca le hace caso a nadie ¿Qué planeas que haga? Además... ¿Por qué sigues hablando con él, si te molesta tanto? — mi amiga cruzó los brazos y me miró fijamente con sus ojos café oscuro, mientras esperaba mi respuesta.

— Bueno.... — dije mientras pensaba en mi respuesta, en verdad ese niño era molesto y muy odioso, pero al mismo tiempo había veces en las que me hacía reír, supongo que tal vez esa era la razón

— ¿Bueno?... — Alba me miró esperando mi respuesta.

— Mira... ahora eso no importa, solo quiero que ya no sea tan fastidioso... — dije y nos dirigimos a nuestro salón de clases.

Alba era mi mejor amiga, tenía 13 años, era un poco más alta que yo, muy delgada, piel trigueña y su cabello café oscuro, casi negro, liso y corto. Por otro lado, yo no era para nada delgada, aunque tampoco sufría de sobrepeso, mi piel era más pálida y tenía unas cuantas pecas en el rostro, mi cabello era ligeramente más claro que el de Alba, además igualmente lo llevaba corto.

Teníamos muchos gustos en común, sin embargo, ella era más extrovertida y yo no tanto. En cuanto a su hermano no sabía mucho de él y nunca lo había visto en persona, pero tenía una idea de su aspecto, alto para su edad y cabello muy rizado de color castaño claro.

Nicolás o bueno "Nico" era un niño muy inteligente para su edad, por lo tanto era algo presumido y egocéntrico, aunque a veces era algo gracioso, pero no lo suficiente para no sentir una gran furia con sus estúpidas bromas.

Aquel día en el colegio fue relativamente normal, recuerdo que las horas pasaron rápidamente, al finalizar me despedí de Alba y subí al automóvil de mi padre, junto a mi hermano pequeño, que no paraba de hablar; fuimos a casa y luego del almuerzo empecé a escuchar un poco de música en mi computadora mientras hacía la tarea, hasta que escuché que mi celular había vibrado.

— **Hola amiguita, perdón por haberte molestado ayer, bueno... mi hermana dice que te enojaste, pero ya sabes que yo soy así** — escribió Nico.

— Realmente es un avance que esta vez se haya disculpado. — dije para mi misma con una pequeña sonrisa mientras contestaba aquel mensaje.

Aquel niño a veces me hacía reír con sus ocurrencias, sin embargo su personalidad, la manera en que se creía un prícipe o un dios egocéntrico, junto a sus pequeñas bromas molestas era lo que no lograba tolerar.

(Nuevos capítulos todos los viernes y sábados)