CAPÍTULO I (parte tres)

4:20 pm

Alguna vez te has preguntado en ¿cómo es la muerte?, o que tipo de sentimientos serán los que aparezcan…

Bueno, en muchas ocasiones he oído las diferentes historias en como ciertas personas vivieron una experiencia cercana a la muerte.

Para algunos, la muerte es un ser caótico en el cual cuando vas a una velocidad en tu motocicleta y esta pierde el control, vez a un ser con un abrigo negro, su rostro cubierto y de momento el único sentimiento que logras tener es el miedo, aunque al final solamente fuera una ilusión y al abrir los ojos te encuentras en una camilla de hospital y tus seres queridos llorando porque has regresado.

Para otros se convierte como un ángel de ira, el cual poco a poco te ciega y te hace actuar como un peón más, como si de su sirviente se tratase y manipula a otros a cometer su sucio trabajo.

En fin, varias han sido las anécdotas sobre este misterioso ser, que su único trabajo es ir por tu alma y darme el golpe final a tu vida y sin dudarlo un solo instante, y si falla, no es que ha fallado, si no que todavía no estabas en su lista y si lo estabas, tienes un propósito más por el cual esa tragedia se te fue quitada.

Pero de todas las historias, hay una que me llama mucho la atención, en esta se describe a la muerte no de una manera atemorizante, ni que tiene una capa negra y tiene una hoz en su mano y que es un esqueleto andante, si no que la describe como una chica con una cara triste, la cual al momento de tomar lo que no le pertenece sufre y que en sus ojos siempre hay una lagrima, como si hacer este trabajo le pareciera una cruel y vil tortura.

-Pobre de ella- dije cuando oí la descripción de ella, siento pena porque de una u otra forma ver morir a alguien frente a ti y no poder hacer nada para poder evitarlo, es uno de los sentimientos mas horribles que puedes imaginarte.

Volviendo al presente….

En un abrir y cerrar de ojos, el clima de pronto cambio, el cielo se oscureció de una manera muy amenazante y comenzó a llover de una manera copiosa y muy fuerte, cada gota caía de manera muy violenta como si quisiera romper el tejado de aquel autobús que nos resguardaba. El viento soplaba mas violento y azotaba aquellos árboles que yacían afuera desprotegidos y que estaban recibiendo toda la furia de tan misterioso clima, podría agregar que si los arboles tuvieran rostros, estos estarían mostrándonos un terror que no tenía explicación.

Mientras todo esto ocurría afuera, adentro de aquel vehículo el ambiente era otro, cada quien comenzó a cerrar las ventanas para protegerse de la lluvia para no mojarse y se miraban una que otra cara que denotaba algo de preocupación, pero que al mismo tiempo se iba ya que estábamos protegidos de alguna forma.

-Erick, este clima que feo se ha tornado- mientras ella me decía estas palabras, se acercaba mas a mi lado, como buscando protección, su rostro reflejaba una leve preocupación y su mano estaba aferrada a mi brazo y la fuerza con la que apretaba, tenia que tratar de calmarla de alguna manera.

-Tranquila, no pasara nada… ¿Nunca ha visto una tormenta, además ni siquiera está tronando?, ¿De qué se preocupa? – Ella le tenia temor a los truenos, por fortuna no había ninguno, sino la situación se hubiera puesto mas tensa por parte de ella.

Aun estábamos platicando cuando de repente, aquella maquina se detuvo de una manera violenta, causando que algunos de los pasajeros dieran un leve grito, porque la lluvia casi no permitía ver, y la velocidad en la que nos transportábamos era muy alta.

Cuando ya el autobús se detuvo, abrió la puerta y entendimos el porque de aquel freno tan inesperado. Una muchacha le había realizado una señal para que se detuviera y este al verla ya conocen la historia.

Mientras ella subía las gradas, aquel bus color amarrillo comenzó de nuevo su ruta y mientras este ya iba en camino, aquella muchacha movía su cabeza de un lado a otro buscando un asiento disponible para poder sentarse, aunque ese día el asiento en el cual ella se sentaría ya estaba destinado y mientras caminaba lentamente, cada paso que daba marcaba la hora final.

El reloj marcaba 4:50 pm y aquella chica de piel blanca y delicada, con unas pecas en su rostro, cabello largo de color negro, un vestido gris que llegaba hasta las rodillas con un borde negro que lo hacía resaltar más. Sus labios, tenían un color rojo que hacia desear querer besarlos intensamente, su sonrisa era cautivante y como olvidar esos ojos de color café claro que hacían la mirada de aquella chica penetrante, simplemente para describirla de manera corta, era muy HERMOSA, cruzamos miradas y ella al verme sonrió de una manera muy extraña, como si quisiera no haberme visto y como si una gota de lluvia de su cabello caerá en su rostro, la forma que tomo esa gota, era como una lagrima y de repente a la lejanía se escucho un trueno, dando inicio al caos.