Una mañana, te encontré observando detenidamente el movimiento del capuchino, con música romántica de fondo.
Llevabas calcetines puestos, y tu suéter preferido, aunque estuviera haciendo sol.
Permaneciste así por un rato hasta que decidiste irte a dormir de nuevo. No recibí un gesto de ti, y un hueco de dolor sentí dentro de mí.
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desamor, amor adolescente, tragedia dolor tristesa y nuevo comienzo
Editado: 26.07.2020