Todos nos miran, el me mira, yo lo miro y mi corazón palpita el doble de emocionado. No creí que pudiera tener una cita con el, espero que mis nervios no me ganen.
Dice que soy hermosa y me sonrojo, no puedo creer que yo le parezca linda cuando el es demaciado guapo.
Sin querer rozo su mano y mis nervios aumentan. El no parece incomodarse, al contrario, me regala una sonrisa, una de esas sonrisas que te demuestran mucho.
El tiempo pasa y todo va de maravilla, hablamos de muchas cosas, mi mente ha fluido de maravilla con el y me siento a gusto.
Es increíble como en una simple cita puedes descubrir un mundo, un mundo que te fascina porque descubres que tu mundo tiene cosas en común con el de el.