TRECE

Mientras Max y Oliver caminan frente a nosotros, Penny, Jared, Candy y yo vamos atrás. Me gusta que Penny y Jared comprendan que a Candy no le gustan los perros y de alguna forma me ayudan a protegerla.

No entiendo porque Max ignora los sentimientos de su hermana, ¿Acaso no puede darse cuenta que le afecta realmente y él minimizando su miedo a los perros no ayuda en nada?

—Oye Jared —Penny habla—. ¿Iras a ese estúpido baile de la escuela? Es como en dos semanas, ¿verdad? —me mira y yo asiento.

Jared suelta una risa. —La verdad no lo creo, nunca voy a eventos de la escuela.

Candy suspira. —Ojala yo tuviera un baile, tengo que esperar un año para ir a uno.

La miramos. — ¿Te gustan los bailes escolares? —pregunto.

Ella sonríe tímidamente. —Pues, a veces pienso que podría ser como en los libros.

La entiendo completamente. Cuando se es joven y lees esas historias de amor crees que, no solo puede sucederte sino que va a sucederte. Recuerdo leer libros de romance durante el tiempo que “él” me gustaba, me emocionaba cuando leía una historia parecida a mi vida y todo lo que estaba sucediendo.

Y mi parte favorita era los finales felices, cuando me alimentaban mis falsas esperanzas de terminar de la misma manera. Feliz, enamorada y con la persona que yo creía era la indicada.

— ¿Libros? —Penny le da una mirada cuando le pregunta—. ¿Te gusta leer de romance como a Lily?

Aun leo de romance pero durante los primeros meses que él se fue no me gustaban más. Se sentía como revivir los momentos llenos de dolor, aplicar sal a las heridas que él me causó. Ahora ya lo hago, los disfruto aunque estoy consciente que ese tipo de cosas no suceden en la vida real y si pasan, no a personas como a mí.

Quizás a chicas como Jenny pero no a mí.

Ella asiente. —Me gustan mucho, Lily me prestó un libro que por cierto, me está encantando. Te lo devolveré cuando lo termine, con la escuela ahora será un poco más difícil leer, detesto las tareas.

Penny levanta su mano para chocarla con la de Candy. —Totalmente apoyo tu odio por las tareas, ¿no es suficiente todas esas horas que pasamos en la escuela? Qué horror.

Jared se encoje de hombros. —Creo que las tareas son para ayudarte a reforzar tus conocimientos.

Penny levanta una ceja. —A mí no me refuerza nada más que mis ganas de quemar los libros y arrancarme mi cabello.

Candy y Jared ríen.

—Um por cierto Lily, ya busqué el libro que me recomendaste, lo leeré esta noche. —Sonrío agradecida que haya tomado en serio mi recomendación. Sé que le gustará, es un gran libro.

Jared se une a la conversación de libros. —Um, Lily, ¿Qué libro me recomiendas a mí? eres la experta.

Resoplo por su último comentario, no me considero experta en libros. —Pues, ¿Qué tipo de libros te gusta leer? Siento que sí te gusta leer, ¿no?

Jared asiente. —Así es, me gusta —mira hacia el frente—. Pero soy uno de esos que leen a Shakespeare, así que… no conozco mucho de libros contemporáneos.

Penny suelta una carcajada. — ¿Estas bromeando, Jared? ¿Lees a Shakespeare? —sigue riendo—. No me estoy burlando de ti pero, es como, raro y es súper cliché que tu tarea con Lily haya sido de Romeo y Julieta.

—Bueno, Shakespeare es un grande de la literatura, a mí me gusta Shakespeare y sus obras —miro a Jared y a Penny.

Candy levanta la mano. —A mi también, me gusta mucho.

Le sonrío.

Penny me da una palmada en el brazo. —Por supuesto que son amantes del trágico hombre europeo, yo soy la que no encaja en este grupo de personas románticas.

Le doy una palmada en su espalda como si estuviera consolándola. — ¿Acaso no querías que Romeo y el cazador se besaran? Yo creo que tienes un lado romántico.

Ella se encoje de hombros. —A ver, Lily —levanta sus dos manos para explicar—. Me gusta el romance pero no todo y soporto los besos, pero prefiero que no sean entre un chico y una chica, ¿tiene sentido?

—No —responde Jared con una sonrisa.

Ella rueda los ojos. —Um, veamos. Odio que las personas de mi edad sean todos dramáticos y al segundo día de conocerse se llamen cosas como “el amo de su vida” —gira la punta de su cabello entre su dedo—. Mínimo un mes o algo, no sé.

Jared le responde: —Eres complicada, Penny.

Coloca su mano sobre el hombro de él. —Lo soy amigo.

Jared me voltea a ver. —Entonces, ¿Qué libro debería leer?

— ¡Ya sé! —contesto sonriendo—. Si te gusta Romeo y Julieta hay uno que cuenta la historia después que ellos murieron pero ahora es sobre la prima de Julieta, es muy lindo, te gustará —explico—. Si quieres te lo presto, pero cuídalo como si fuera tu hijo.

Jared asiente. —Lo haré, no te preocupes.

Penny suspira. —Lily, creo que estamos ahora en un club de lectura dirigido por ti, pero todos estamos leyendo libros distintos.

Vemos que Oliver y Max se acercan a la pizzería, aquí hay unas mesas afuera donde pueden sentarse tranquilamente con los perros. Candy pasa lo más lejos posible de ellos y se queda detrás de todos.

—Oliver, ¿Qué quieres comer? —pregunto cuando estoy cerca de él.

—Una de jamón y doble queso por favor —sonríe, él ama la pizza—. Con mucho queso y una soda de uva.

Penny toma la correa de Estrella Fugaz. —Bueno chicos, tengo que irme —anuncia—. Fue un gusto mayormente conocerlos, aunque ya conocía a casi todos, a los que no… fue un gusto, más o menos, hay una excepción aquí.

Max junta sus cejas, todos sabemos que habla sobre él.

—Adiós —le digo levantando mi mano, me agradó poder pasar tiempo con ella después de la escuela—. Nos vemos mañana.

Ella asiente. —Claro, llega temprano porque necesito que me cuentes sobre el villano, ¿bien? —Le da una palmada a Jared en el hombro—. Adiós Shakespeare, cuida a Lily por mí.

Penny se despide de Candy con la mano y de Oliver también, acaricia un poco a Macaroon y se aparta ignorando a Max.