Un Chico Llamado Amor

VEINTICINCO

Voy temprano a la biblioteca y busca el libro. Justo como ese chico lo dijo, el libro tiene polvo. Yo lo tomo y sin limpiarlo para evitar que otras personas lo quiten de aquí, dejo la nota en medio, con una esquina hacia afuera para que la encuentre.

Salgo y voy a clases.

Max se estaba comportando diferente. Por la mañana cuando me vio solo me sonrío y me saludó, no intentó nada como siempre lo hace. Parecía que realmente estaba cambiando y ahora quería ser una mejor persona.

Pero algo dentro de mí me decía que no confiara totalmente en él y no lo hacía. Penny piensa que está fingiendo y que está esperando a que yo baje la guardia, eso tiene un poco de sentido aunque me gusta creer que las personas pueden mejorar y pueden cambiar.

Durante el almuerzo fuimos a la biblioteca y yo no dejaba de pensar en la nota que dejé, ¿me pregunto si ese chico ya leyó lo que escribí?

Jared toma mi mano y regreso a la realidad. — ¿Está todo bien?

—No —respondo—. Muchas cosas extrañas están sucediendo al mismo tiempo.

—Lo sé —suspira—. ¿Qué libro estás leyendo ahora?

Hago una mueca. —No puedo concentrarme últimamente y los libros que empiezo tienen esas tontas relaciones toxicas, me desagrada ver a las protagonistas soportar todos esos maltratos por un chico con músculos.

Penny ríe. —Es bueno que Jared no tenga músculos.

Jared rueda los ojos. —Si quisiera los tendría pero no quiero hacer ejercicio.

Yo recuesto mi cabeza en su hombro. —Estás bien así como eres.

Penny muerde su labio inferior. —Leí ese libro que me sugeriste, lo terminé ayer y tengo que culparte porque realmente lloré, es muy bonito —afirma—. Ahora sugiere otro para mí, nada de cursis libros irreales.

—Lee un clásico —sugiere Jared.

Ella niega. —No, quiero algo interesante pero moderno, los clásicos no me llaman la atención.

Pienso en los libros que me han gustado. —Bueno, hay uno que se llama Violet y Finch, lo leí hace años pero recuerdo que me gustó mucho. No es cursi, te hará llorar también.

Ella siente. —Claro, lo leeré, adoro llorar con problemas de personajes ficticios.

Jared acaricia mi mejilla. — ¿Aun estas castigada?

No es necesariamente un castigo pero no puedo salir mucho así que, técnicamente, puede llamársele así. —Creo, no sé, mis padres están tensos.

Penny niega. —Yo sigo creyendo que eso de Max es un show, es imposible que alguien cambie de un día para el otro.

Me encojo de hombros. —No lo sé, solo quiero que deje de mentir y que diga la verdad.

Jared pregunta: — ¿Cuándo hablará con tus padres?

—No lo sé —afirmo—. Me dijo que lo haría pronto, eso fue ayer así que… puede que en los próximos días.

Mi teléfono vibra y cuando veo el nombre de JENNY me sorprendo. Es un mensaje así que me reincorporo en mi asiento y me apresuro a leerlo:

“¿Dónde estás? Hablemos ahora, estoy por tu casillero.”

Me levanto de la silla. —Tengo que irme ahora —aviso—. Es Jenny, quiere hablar conmigo.

Penny junta sus cejas. —Espera, no vayas sola.

Es Jenny, no me hará nada. Sin embargo Jared y Penny se levantan también y me siguen fuera de la biblioteca, mis ojos se movieron al pasillo donde está el libro pero acordé que regresaría más tarde para buscar su nota, si es que dejó una.

Vamos a mi casillero y Jenny está ahí parada, sin Max. Eso es un alivio, los chicos me dan espacio cuando también se percatan que él no está cerca y me acerco a Jenny.

—Hola —saludo.

Respira profundo. —Um, Max habló conmigo —anuncia—. Ya está todo arreglado.

Asiento. — ¿Qué significa eso?

Se encoje de hombros. —Seamos amigas de nuevo, ¿sí? ¿Estás bien?

—Claro —sonrío—. Gracias Jenny.

Debería estar feliz pero dentro de mí sigo sintiéndome extraña, una sensación de que las cosas aún no están bien. Jenny ya sabe la verdad, es mi amiga de nuevo y Max dejará de mentir, ¿Por qué no me siento mucho mejor?

Muerde su labio, por alguna razón no está tan feliz como yo. — ¿Puedo ir a tu casa hoy? No nos hemos hablado durante un rato y me gustaría ponernos al día.

—Sí, claro —respondo—. Ven en la tarde, cuando quieras.

Mira hacia atrás, en dirección a Jared y Penny. — ¿Aun te juntas con ellos?

Bajo la mirada. —Sí, solo… son mis amigos.

Asiente. — ¿Ese chico es tu novio?

Habla de Jared. —Bueno… estamos saliendo ahora.

Siempre pensé que cuando Jenny supiera sobre el primer chico con quien saldría realmente, se emocionaría conmigo y estaría muy feliz. Pero no parece tan alegre ahora, solo me mira con una expresión difícil de descifrar. —Entiendo, ¿Por qué no les dices que vayan a tu casa también? Si son tus amigos, quiero ser buena con ellos.

Sonrío de nuevo. — ¿Hablas enserio? Eso es genial, Jenny. Claro, seguro llegaran.

Ella tira un poco de su cabello, algo que hace cuando está ansiosa. —Como sea, te veo después, Lily.

Jenny se da la vuelta y los chicos se acercan — ¿Qué pasó? —Penny me pregunta.

Les hago un resumen de lo que hablamos y parecían contentos en que finalmente arreglé todo con Jenny aunque no completamente. Sus expresiones seguían guardando algo de duda. Aceptaron ir a mi casa por la tarde así pasaríamos tiempo juntos y las cosas mejorarían, sé que a Jenny le agradará Penny y Jared cuando los conozca de verdad.

El resto de las clases pasaron normales, pero antes que terminara el último periodo me escapé corriendo a la biblioteca y cuando vi una nota diferente a la mía, mi corazón latió con fuerza. No pude leerla, tenía que regresar a clases pero la guardé en mi pantalón para poder verla más tarde.

 

Llegué con mis amigos a mi casa. Mamá no se veía tan feliz pero le expliqué un poco de como Jenny y yo estábamos arreglando nuestras diferencias y que solo queríamos llevarnos todos bien. No dijo nada, solo avisó que iría por Oliver




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