¿Alguna vez te has ahogado? Esa sensación de estar tan cerca del oxígeno pero tan lejos al mismo tiempo. Te mueves, te sacudes o incluso gritas pero no puedes salir de ahí, es demasiado difícil cuando nadie te escucha. Aun si lloras, tus lágrimas se pierden entre el agua, no queda rastro de ti.
Esa era yo.
Nunca pensé decir esto pero creo que mis padres me odian. Mi mamá comprobó que le faltaba dinero de su caja de ahorros, papá me gritó por fumar y ni se diga de los preservativos, ellos realmente me castigaron para siempre.
Oliver no me habla, me mira como si fuera su peor enemiga e incluso Macaroon parece distante. Todo lo que tenía en mi vida, lo poco que existía, se ha ido y todo por ese estúpido llamado Max.
Ya no sé qué hacer, creo que no hay nada por hacer. No me creen, me ven como una mentirosa compulsiva que se junta con drogadictos y pervertidos, eso dijo papá. Según él, Penny es una drogadicta y el pervertido es Jared. Mamá incluso dijo que me haría exámenes médicos para comprobar que no estaba embarazada o tenía una enfermedad de transmisión sexual.
Max llegó en algún momento y “habló” con mis padres, lo escuché escondida para que no me viera, él les pidió que por favor no fueran tan severos conmigo. Él queda como el bueno. Yo quedo como la mala.
¿Realmente creen que yo soy así?
Ah, y para terminar de decorar el pastel, Blake se va a casar. Blake está de vuelta en la ciudad y se casará aquí, en la misma ciudad donde rompió mi corazón.
Así es, mi más grande secreto es que el hermano de Jenny y yo tuvimos algo, no sé cómo llamarlo pero ocurrió. Él y yo nos veíamos a escondidas, cuando todos estaban en otra habitación, me presionaba contra la pared y me besaba.
Blake es tres años mayor que yo, yo tenía quince cuando me besó por primera vez y él dieciocho. Ahora que lo veo desde una distancia segura comprendo que lo nuestro no era equilibrado y no era justo, él sabía que estaba aprovechándose de mi falta de experiencia en las relaciones.
Blake y yo solo nos besamos pero él constantemente me presionaba para que sucediera algo más, en especial porque iba a irse a la universidad y me dijo que si lo hacíamos, podríamos seguir juntos. Pero el verano acabó y él se marchó sin decir adiós, solo se fue.
Después de todo el desastre entre Jenny, mamá y yo, olvidé algo importante. O al menos, importante para mí. La carta del chico, por suerte mi pantalón estaba en la silla que uso para la ropa que lavaré después, así que busqué en los bolsillos y la encontré.
Ahora que no puedo salir a ninguna parte y que mamá llega por mí a la escuela, pasó muy poco tiempo con Penny y con Jared. Ellos intentan acercase a mí pero recuerdo lo que Max hizo, el beso que le dio a Penny. Si ella no fuera mi amiga eso no hubiera pasado.
Temo por Jared, no quiero que le haga daño. Siento que Max puede hacerles algo peor y no quiero que eso ocurra. He tomado distancia y aunque me duele mucho, es lo mejor para ellos.
Abro la carta, en ese papel verde pero con otro tipo de tinta.
“Hola. Mi nombre es Amor, literalmente aunque… en otro idioma. No importa, tu pregunta lo que quieras que me gusta dar respuestas.
La verdad hago esto con tantas personas como puedo pero tú eres la única que parece intrigada por mi identidad, no sé si los demás han leído lo que he escrito.
¿Por qué la biblia? Bueno, digamos que un día yo realmente quería morirme pero Dios no solo me detuvo sino que me ha ayudado mucho, me siento fuerte y creo que mi misión es ayudar a otras personas. Espero que te ayuden mis mensajes.
¿Te molesta que sea de la Biblia? Lo siento, dejaré de hacerlo si te ofende.
-Un chico llamado Amor, literalmente”
Es la primera vez que sonrío después de varios días llorando. Tomo mi libreta una vez más y le escribo una nueva carta:
“Hola… Amor…. Suena raro. Lo siento.
Gracias por responder, ¿sabes? Yo nunca he querido morirme pero ahora pienso que un rato lejos de la tierra me caería de maravilla. Me duele el corazón, siento que mi vida se ha convertido en un lugar muy oscuro.
No me molesta, creo en Dios pero bueno, no sé más que eso. Solo creo en Dios y ya, ¿Crees que Dios puede exponer a un mentiroso que ha arruinado mi vida?
Gracias por hacerme sonreír, he llorado toda la noche. Por cierto, ¿hemos hablado en persona? ¿Te gustaría que nos conociéramos? Bueno supongo que no, si no las conversaciones fueran distintas. Creo que prefiero esto.
Esta vez no me escribiste ningún mensaje, ¿Qué diría Dios para salvarme de un posible psicópata?
Lily”
Me sentía un poco rara hablando sobre esto, me preguntaba si era lo mejor exponer algo muy personal pero de todas formas esta persona era un desconocido y quizás me estoy equivocando pero si fuera malo, ya hubiera hecho algo para burlarse.
No lo sé, tal vez solo quiero desahogarme con alguien, solo quiere que alguien me escuche. Penny y Jared lo hacen y estoy muy agradecida por ello, aunque no quiero aburrirlos con mis problemas.
Quejarme sobre Max es lo único que hago ahora.
Cuando llegué a la biblioteca me di cuenta que hay otra carta ahí, creo que la dejó durante los días que no había leído su primera carta. La saco y coloco la mía dentro, me siento en una mesa al fondo y la extiendo.
“¿Todo bien?