VEINTISIETE

Una respuesta corta pero suficiente, una dirección de correo electrónico.

Se nota que la creó recientemente porque su dirección de correo es “El chico que se llama amor literalmente” era una dirección larga pero al menos, ahora podría comunicarme con él más rápido.

Escribo en mi teléfono mientras voy de camino a casa con mi madre al frente. No está prestando atención a lo que estoy haciendo así que escribo:

"¡Hola!

No respondiste nada de lo que te escribí, pero lo que más quiero saber es si tú y yo hemos hablado en persona, ¿lo hemos hecho? No lo sé.

Lily”

Es todo lo que escribo, recibo su respuesta veinte minutos después cuando ya estoy en mi casa.

“Lily, perdona que no respondí tu carta, no tuve mucho tiempo en la mañana. Pasé por la biblioteca y las leí, luego solo dejé este correo que hice mientras el profesor de química hablaba sobre algo que no presté nada de atención.

¿Me has hablado? Creo que sí, digo, no soy nadie nuevo. He estado en esta escuela por años, ¿puedes creerlo? ¿Puedes creer que estudias en el mismo edificio con alguien y no le has hablado en todos esos años? Bueno, nos hemos intercambiado un par de palabras pero no creo que me recuerdes.

Estoy consciente que no soy totalmente anónimo, cada vez que dejo las notas alguien puede verme y según sé, nadie lo ha hecho hasta ahora.

Y bueno, siéntete libre de quejarte conmigo. Créeme no tengo intención de rebelar tus secretos, no soy una persona muy social.

Amor”

Leo sus palabras y pienso en quien podría ser. Tres años y no recuerdo haber conocido a nadie que se llame amor. Bueno, él dice que su nombre es Amor pero en otro idioma. Tampoco recuerdo conocer a ningún Love, Amore o Sarang. Todos los idiomas que me sé, o bueno, todos los idiomas que conozco como decir la palabra amor.

Escucho la puerta y mi cuerpo se tensa, no quiero ver a Max de nuevo. Estoy harta de su rostro. Estoy harta de él.

Pero creo que fue solamente el viento.

Presiono “responder” y comienzo a escribir:

“No tengo idea quien eres, lo siento. Es un poco injusto que tú sepas quien soy y yo no, aunque me gustaría contarte todo porque se siente libre hablar con extraños, últimamente soy una paranoica y tú podrías ser el chico que ha arruinado mi vida. ¿Lo eres? ¿Eres el idiota que miente y me ha acusado de todo? No lo creo.

¿O sí?

Bueno. Mejor dime algo de ti, así podré olvidarme de ese idiota.

Lo siento, tú hablas de Dios y ya te he insultado, bueno no a ti pero si tú eres él… no creo que tiene sentido lo que estoy diciendo.

Amor… (¿Cómo quieres que te llame?) me dijiste que querías morirte, ¿Por qué querías eso? ¿Era tan grave?

Ahora mismo me siento muy mal.

Lily (obviamente)”

Bajo para comer y después de lavar los platos, subo a mi habitación y tomo mi teléfono rápidamente para revisar si él me ha escrito algo.

Lo hizo.

“No creo que soy el chico que arruinó tu vida, espero que no. Solo te he escrito notas, ¿eso arruinó tu vida?

Te diré varias cosas de mí: me gusta la música que ya pasó de moda, mis películas favoritas son completamente desconocidas y mi color favorito es el gris. Soy el estereotipo de chico inadaptado, ¿no es genial?

Es por eso que amo a Dios, con Él me siento que encajo finalmente. Dios me hace sentir suficiente y soy muy feliz cuando leo la Biblia. A veces lloro, a veces me enojo pero Dios me reconforta siempre.

Aunque si vas por ahí buscando a un tipo con la Biblia bajo el brazo no me encontrarás así. En realidad, soy lo contrario al chico perfecto de la iglesia.

Me quería morir porque muchas cosas malas pasaron en mi vida, unas me involucraban a mí y otras a personas que yo quiero. Todo fue un desastre y me sentía sofocado, me tomé muchas pastillas pero, ¿puedes creer que no morí? Bueno, si puedes creerlo, sigo aquí.

Luego intenté colgarme pero me acobardé, esa es una forma muy fea de morir. Así que lo intenté con las pastillas una vez más y nada, sigo más vivo que… algo vivo.

Aunque estoy agradecido de seguir con vida, creo que ahora puedo ayudar a personas en el camino. Espero poder ayudarte a ti, eso me haría sentir que valió la pena no morir tres veces.

¿Sabes? Si quieres hablar sobre algo, hazlo. Me gusta eso que no sepas quien soy porque entonces podrías asumir cosas de mí y no soy nada de lo que se ve o se cree.

Y puedes llamarme Amor. Si quieres.

Miro el correo que me envió y lo leo varias veces. Ese chico se trató de quitar la vida tres veces, sea lo que sea que le estaba pasando debía ser demasiado doloroso.

De alguna forma le creo, no siento que estoy hablando con Max. Tampoco siento que estoy hablando con nadie que conozco, debe ser un chico totalmente diferente.

Aunque debo admitir que también me gusta no saber quién es, si lo supiera verlo en la escuela sería vergonzoso.

Antes de dormir le envío un último correo, esta vez, me arriesgaré y le contaré algo más personal. Si mañana las personas se están burlando de mí sabré que todo fue una trampa.

Bueno, ya no tengo nada que perder.

“Amor… (Sigue siendo extraño)

Me agrada que no sé quién eres, se siente como algo diferente. ¿Puedes creer que en algún momento pensé que eras un ángel? Una vez firmaste solo con una A, eso fue gracioso.