“Lily. Lamento no poder decirte esto en persona y lamento muchas cosas pero tengo que decírtelo. Ya no puedo seguir con este tonto secreto familiar y creo que después de todo lo que ha pasado con mi hermano mereces saberlo. No sé qué vayas a hacer ahora que ocurrió eso con Max, no sé qué harás con esta carta pero no voy a intentar detenerte si decides mostrársela a alguien, quizás esto he querido que ocurra desde hace mucho tiempo. Tal vez necesito que alguien sea valiente porque yo no lo soy.
Bien, tengo que contarte algo. Mi hermano siempre ha sido diferente desde que lo recuerdo y antes solía ser raro conmigo. Nunca me ha abrazado ni me ha tratado como su hermana pequeña, recuerdo que solía esconder mis juguetes, romper mis muñecas y encerrarme en un armario que tenía mi habitación cuando yo tenía cuatro años.
Mis padres siempre pensaron que eran juegos de un niño travieso. Pero Max es diferente, no es solo un niño travieso. Teníamos un conejo, en realidad era mío y un día desapareció. Nadie supo que ocurrió, yo sospecho que él tuvo la culpa.
Max solía sentarse frente al espejo y verse por muchos minutos. Me obligaba a sentarme a su lado sin decir nada y si me movía, me amenazaba con que “el monstruo” de la noche llegaría por mí. También me obligaba a probar comida extraña que nunca supe que era.
Max no hizo nada más que eso. No recuerdo que me haya golpeado o me haya dicho algún insulto muy grave pero aun así, crecí distante a él. Me confundía mucho su actitud, cuando estaban nuestros padres frente a él era un niño diferente. Más alegre, más amable y básicamente, falso.
Recuerdo que hace cinco años ocurrió algo por primera vez. En donde vivíamos teníamos una vecina de la edad de él y durante las primeras semanas eran amigos hasta que Max comenzó a hacer cosas extrañas. Lo descubrí tomándole fotografías y estoy segura que una vez salió durante la noche de su habitación para pasarse al otro lado.
Recuerdo que las discusiones entre mis padres comenzaron ahí. Ellos hablaban en su habitación con la puerta cerrada y yo no me enteraba de nada pero podía comprender que Max era el culpable de algo que jamás me quisieron decir. Antes de mudarnos le pregunté y él solo me contestó que él no hizo nada malo, que no tenía la culpa. Que nuestra vecina estaba mintiendo.
Luego nos mudamos y la historia se repitió, esta vez con una chica de la escuela. Ella no era nuestra vecina pero sí vivía cerca. Max y yo nos regresábamos caminando y muchas veces me obligó a que la siguiéramos hasta su casa. No quería hacerlo pero él me amenazaba sobre llevarme a un terreno baldío con muchos perros. No quería que hiciera eso.
De nuevo, algo sucedió. Mi mamá llegó temprano por mí a la escuela y me avisó que teníamos que irnos a la casa. Papá y Max llegaron unas dos horas después, él se veía enojado con mi hermano pero cuando pregunté, solo me dijeron que no era nada grave y que dejara de hacer preguntas. Max por otro lado, no se veía molesto, solo confundido.
Y el año pasado nos volvimos a mudar, mis padres se divorciaron y mamá básicamente huyó de todo. Ella tiene un par de tiendas junto con dos amigas más en algunos centros comerciales, supongo que eso le dio el dinero suficiente para alejarse de nosotros. Mamá deja que Max trabaje ahí para que supuestamente se distraiga y no haga cosas malas y creo que también lo hace para sentirse menos culpable por irse.
Toda mi vida he tratado de averiguar la verdad y mis padres siempre actuaron como si Max nunca hubiera hecho nada malo pero yo empecé a hacerme preguntas. ¿Por qué ya nunca más vimos a nuestros primos? ¿Por qué nadie de la familia de papá o la de mamá se quiere juntar con nosotros? ¿Por qué Max nunca tiene amigos? ¿Por qué nos tenemos que mudar todo el tiempo? ¿Por qué no me explican nada nunca?
Yo sabía que había muchos espacios en blanco en toda la historia y necesitaba encontrar las respuestas, pero sabía que sería difícil.
Hasta que Max me lo contó todo.
Nuestra primera vecina se quejó con sus padres y luego, con mis padres porque Max entró a su habitación en medio de la noche y se acostó a su lado. Max no le hizo nada, al menos eso dice él, solo quería dormir junto a ella. Cuando me contó eso sentí mucho miedo, pero él seguía hablando. La segunda chica, su compañera en la escuela, la encerró en un cuarto pequeño donde guardaban escobas y todas esas cosas. Max afirma que no pasó nada, que ella solo comenzó a llorar. Yo quería huir de mi hermano. No creo que no haya hecho nada.
La siguiente chica fuiste tú, Lily. Esa noche mi papá nos escuchó y regañó a Max por contarme todo, él me hizo prometerle que jamás diría nada, yo lo hice. Mi mamá nos abandonó, no quería que mi papá también me dejara de querer. Perdóname Lily. Tenía que decírtelo, pensé que Max había mejorado porque el año pasado nadie se quejó de él y no hubo ningún problema. Pensé que mi hermano podía ser normal pero no lo es.
Esta es la verdad de Max, al menos las partes que yo conozco. No sé si algo más ha sucedido, no sé si lo que me contó es verdad o faltan detalles importantes. Sé que el día que sucedió eso contigo papá le gritó y le reclamó, lo amenazó con no ayudarlo nunca más. Perdón Lily, en algún momento él nos hizo creer que tú no lo dejabas en paz y que eso “entorpecía” su progreso. Max es mi hermano y aunque es raro, supongo que aun quiero que todo sea normal.
Y eso es todo. Espero estés bien, no creo que nos volvamos a ver y será lo mejor. Espero que Max nunca más te dañe y espero que Max no vuelva a hacer nada de esto. Perdóname por no contarte todo con más detalles pero es todo lo que sé.