JULIAN!
Estaba escondido con Valeria en el jardín, haciendo de las nuestras, cuando escuchamos voces cerca de nosotros esas voces eran extremadamente familiares, Avril y Santiago.
La única forma de salir de donde estábamos, Valeria y yo era pasar por donde ellos estaban y nuestra ropa estaba debajo del banco donde ellos estaban sentados, nos tocó quedarnos callados mientras ellos hablaban ya que si se veían interrumpidos no volverían a hacerlo, mientras a Valeria le toco entretenerme como mejor lo hace, tratamos de no prestar atención a su conversación pero fue inevitable escuchar como Avril le contaba a Santiago que fue víctima de maltrato físico por parte de la basura de Aarón, eso me hace levantarme de golpe y Valeria me brinco encima totalmente desnuda para contenerme y taparme la boca, el desespero que tenía en ese momento y la furia me invadía por completo, Valeria estaba abrazada a mi torso desnudo tratando de contenerme con su cuerpo.
Luego de un par de segundo escuchamos como se fueron, así que me quite a Valeria de encima y fui por nuestra ropa, espere a que Valeria estuviera lista para poder salir de los rosales
Y emprendí mi camino como un energúmeno a la casa, en busca de Avril, yo sabía que me estaba ocultando cosas pero algo así!
Al entrar en la casa, consigo a Avril tratando de calmar a Santiago en la sala de la casa.
Escuchamos como entra Manuel a la sala.
En eso vemos como ella se sube una de sus mangas, ya que las palabras no le salen y muestra uno de los hematomas, al verlo siento como todo mi ser pierde el sentido como una furia extrema me domina, jamás imagine ver a mi hermana así, verla tan frágil, tan débil… ya viví esto una vez, mi mama aguanto demasiado de mi padre, mi hermana no tiene por qué pasar por esto.
Avril le da un beso Manuel y cuando viene en mi dirección que ve mis lágrimas me da un beso en la mejilla, el cual quiebra toda rabia y furia que pueda existir en mi cuerpo.
Los vemos marcharse y todos los que estamos en sala nos quedamos en silencio tratando de entender la situación, tratando de darle respuesta a tantas preguntas que nos pasan por la mente, en eso siento como un calor tan familiar toma mi mano, ese calor que me da calma en los momentos más necesitados.