Un Cielo Para Mi (libro 2)

Capítulo 30

Aarón

Esta mañana trate de entrar a la casa de Avril con unos amigos, no nos dejaron pasar, cuando escuche a uno de los de seguridad decir mi nombre supe inmediatamente que tanta seguridad se debía a mí, decidí tomar cartas en el asunto le pague a uno de los meseros para que me diera su ropa y me dejara a mi hacer su trabajo, así es como logre entrar a la casa, así es como logre ver a Avril en ese bello vestido, así es como me di cuenta que tiene seguridad a su alrededor y así es como vi quien es Santiago y que no se le separa de un lado, hasta hace un momento… que la vi salir sola de la casa, hacia una casita que está bajo el sendero.

Es mi oportunidad, tengo que hablar con ella…

Miro a mi alrededor y no hay nadie, no hay seguridad es mi momento tengo que entrar a la casa.

- Dije que quería estar sola… - dice sin mirarme, esta bellísima… quita el aliento con solo verla.

- Avril? – le digo, y ella queda estática, voltea a verme poco a poco.

Se me queda viendo fijamente, estudiando todos mis movimientos, empieza a negar con la cabeza y unas lágrimas recorren su mejilla, me tiene miedo!

- Avril, yo no te hare nada, lo juro por mi vida.. no te tocare, solo quería verte por última vez, solo quería decirte que lo siento tanto.. yo soy un estúpido, un animal, te lastime… lastime lo mejor que me ha pasado en la vida, estoy en control de la ira y voy a internarme cuando regrese, necesito ayuda lo se… pero no podía hacer eso sin antes verte.. estas bellísima – le digo tratando de acercarme y ella se aleja…

- No, por favor… - me dice levantando una mano para que me detenga, yo asiento.

- Está bien, no me acercare… te vi con Santiago – ella me observa detalladamente – se le ve que te quiere… y mucho, no te imaginas siquiera la envidia que le tengo, pero eso me pasa por estúpido, porque no me dijiste lo que sucedía? Por qué no me dijiste que te maltrataba cuando tomaba? si lo hubieses hecho, las cosas horita serian distintas, yo sería el, estaríamos juntos… - necesito tocarla solo una vez…

- No lo sé, de verdad no lo sé… - dice finalmente. – es mejor que te vayas Aarón, si te ven acá los de seguridad, te harán daño, vete por favor… - me suplica.

- Déjame abrazarte y te juro que me voy, ya no me veras más… - le digo mientras seco una de mis lágrimas – recuerdas, yo soy uno de los buenos! – ella me mira y sonríe tímidamente, y asiente.

Me acerco poco a poco a ella, Con mis manos al aire para que vea que voy en son de paz, no la lastimare.. Me deja abrazarla y siento como todo mi ser se derrite ante ella, ante su calor, ante su olor y comienzo a llorar a llorar de verdad, esta será la última vez que la tenga así.

- Suéltala! – dicen al fondo, la suelto poco a poco y quedo frente a ella viéndola a los ojos… 

- Tu mama era muy sabia Avril, el cielo está en tus ojos – le digo mientras le sonrió tímidamente y levanto las manos para que vean que no hare nada…  ella asiente.

- Aléjate de ella – volteado a ver quién me habla y allí está el, Santiago con una furia enorme en sus ojos, con sus manos empuñadas a los lados.

Viene a mí con una furia abismal, y lo dejo hacer conmigo lo que quiera, me golpea tan fuerte que caigo al suelo, dos tipos me agarran por los lados… y me sacan de la casa.

Escucho a Avril a lo lejos gritar que ya basta…

- Dejen que se valla, Santiago, Julián  basta ya!!!!

 




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