Desde ese entonces nos hemos ayudado entre nosotros, no nos gustaba ver que el otro se sintiera triste también ayudábamos a otros chicos a que no les hicieran Bull ying, aunque…terminábamos con un ojo morado y las hermanas del orfanato nos castigaban podía ver una sonrisa en la cara de Raúl, era como si estuviera olvidando las cosas por las cuales a pasado.
Me pase cuatro años de mi vida con Raúl era como el hermano que nunca tuve, cumplí 18 años, la mayoría de edad para poder salir de ese infierno…igualmente Raúl tenía 18 años ya nos podíamos valer por sí mismo, hicieron unas pequeñas despedidas para los que teníamos 18 años de edad, todo fue divertido hasta que…era hora de decirnos adiós con Raúl.
Zigor─ hehehe ya es hora no.
Raúl─ hora, de qué hora?
Zigor─ de despedirnos… de decirnos adiós
Raúl ─ quien dice?
Zigor─ pues yo… ya no nos volveremos a ver, será extraño no volver a hablarnos no lo crees?
Raúl─ no lo creo…
Zigor─ que te pasa…te noto un poco extraño de lo inusual, que tienes?
Raúl─ es que tu estas diciendo que es hora de despedirnos, pero porque debemos despedirnos?
Zigor─ será porque… ohm, no nos volveremos a ver…pero parece que no te importa eso.
Raúl─ claro que me importa por eso no quiero despedirme, crees que yo quiero irme…pues te equivocabas te extrañare mucho pero debemos realizarnos en esta vida…te enviare cartas una vez al mes para que no perdamos contacto ¿qué te parece?
Zigor ─ por un momento creí que ya no querías saber nada de mí, que te querías olvidar de tu amigo…me parece una buena idea…yo igual te enviare una carta diciéndote lo bien que me va, y te contare como es mi futura esposa, ya verás.
Raúl ─ no te vayas a olvidar de invitarme a tu boda jajaja
Zigor─ claro que no…serás el primero Raúl.
Raúl─ ya llego el autobús debo irme
Zigor─ si ya llegara el taxi por mi… adiós
Raúl─ nos vemos…