Capitulo II

Al día siguiente al llegar donde su madrina, esta la recibió con todo el cariño del mundo y este le correspondía de igual manera:

-Hola Andrés, como ha estado mi niño consentido- le dijo su madrina recibiéndolo con un cálido abrazo- me da mucho gusto que pases con migo estas fiestas, te prometo que nos vamos a divertir mucho, ya mismo vienen mis sobrinos y podrás jugar con ellos   

-Gracias madrina- dijo Andrés- a mi también me gusta estar aquí en tu casa y por su puesto jugar con Marcelo, Gabriel y Paulina; amaba mucho a su madrina, desde que él había nacido ella siempre lo había apoyado y cuidado cuando sus padres no pueden cuidar de él, en ocasiones sentía que ella le quería más que su propia madre.

-Pero antes te parece si me acompañas a comparar unas cosas al supermercado que necesito

-Claro madrina, yo te acompaño con gusto

Cuando llegaron al centro comercial, Andrés vio que en el centro de este se encontraba un gran árbol de navidad y alado de el un hombre disfrazado de Santa Claus, él mismo que invitaba a las personas acercarse para  que escriban su deseo de navidad y colgarlo en el enorme árbol.

-Acérquense, y escriban sus deseos para esta navidad jo, jo, jo- dijo el hombre disfrazado de Santa- y verán como sus deseos se harán realidad.

- ¿Seguro que mi sueño se hará realidad?- pregunto Andrés al acercarse al Santa Claus.

- Claro que sí amiguito- le respondió mientras lo abrazaba- toma escribe tú deseo en este papel y después lo cuelgas en este enoooorme árbol y verás como tú deseo se vuelve realidad.

Todo entusiasmado Andrés cogió el papel y fue a escribir su deseo, con toda su ilusión escribió en el:

Deseo con todo mi corazón que un día pueda tener una navidad feliz junto a mi familia y por fin ya no sentirme solo nunca más.

Cuando terminó dobló el papel y la metió en un sobre y la colgó en el árbol de navidad, en ese instante el se lleno de ilusión y esperanza, ya que el sentía que desde ese día él ya no volvería a sentirse solo. Cuando llegó nove buena él tenia las esperanzas de que en algún momento sus padres llegarían a la casa de su madrina y ese seria una navidad diferente, pero nada sus padres no llegaron. Que fue lo que pasó, acaso Santa Claus se equivoco, le mintió o no pidió su deseo con subiente fe- pensó.

Después de un año, Andrés volvió otra vez al lugar donde había pedido su deseo el año anterior para decirle a Santa que su deseo no había sido concedido, quería saber que fue lo que pasó o que fue lo que él hizo mal para que este no se cumpliera, busco de nuevo el enorme árbol, pero no vio Santa, lo que si vio fue a gente que escribían sus deseos y los colgaban. Entonces decidió escribir de nuevo el mismo deseo, y con más esperanza que antes volvió a escribir el mismo deseo que pidió:  

Deseo con todo mi corazón que un día pueda tener una navidad feliz junto a mi familia y por fin ya no sentirme solo nunca más.

Y así pasaron 5 navidades, donde Andrés iba al mismo lugar y escribía el mismo deseo, con esperanza que algún día se pudiera cumplir su más ansiado deseo, pasar una navidad junto a su familia, pero este no se cumplió. Con el pasar de los años Andrés había perdido toda la posibilidad de su deseo se cumpla, incluso ya se había acostumbrado a que sus padres no pasen tiempo con él.