Un Dilema Celestial

2.-

Es una mañana tranquila, como de costumbre me levanto temprano para ayudar a mi abuela con el desayuno. Llegamos ayer así que no hay gran cosa en la alacena, como tengo ganas de salir me adelanto y le digo que vallamos de compras, ella accede así que después del desayuno me preparo para salir.

Llegamos a un supermercado, es muy grande y está lleno de cosas que jamás había visto, hay un pasillo para cada cosa, alimentos, papelería, farmacia, ropa y accesorios de todos los tamaños. Mientras mi abuela compra la comida yo hecho un vistazo por el pasillo de la ropa.  Vi un vestido hermoso que se parecía bastante al que usaba mi madre solo que este es rosado pastel y también tiene mangas largas.

Me dirijo a buscar a mi abuela, estaba tan distraída que choque sin querer con un chico, y para mi mala suerte no era cualquier chico, era aquel chico tímido con quien me tope ayer. Me puse tan nerviosa que solo pude pedirle perdón y marcharme a toda prisa y sin mirar atrás. Cuando llegue con mi abuela ella me pregunto qué pasaba, solo dije un débil "nada" y la seguí en silencio.

De nuevo en casa. ¡Por fin!- Exclame gustosa y me recosté en el sillón-

-¡¿Qué paso allá eh?!- dijo mi abuela desde la cocina

-Amm... nada, es solo que todo esto es bastante nuevo y bueno...

El sonido del timbre interrumpió mi explicación, mi abuela me pidió que fuera a abrir, en la puerta me esperaba otra sorpresa, era nada más y nada menos que aquel chico con el que me había estado topando y una mujer que al parecer era su madre, una mujer sonriente de cabello rojizo a la altura de los hombros, con una vestimenta muy primaveral, unos pantalones cortos y una blusa color amarillo, traía consigo una bandeja de galletas y me pregunto por mi abuela.

-Ahora vuelvo- dije con una sonrisa

-Abuelaaa

-¿Qué pasa cariño?

-Te buscan en la puerta

Mi abuela salió corriendo de la cocina y me pidió que la siguiera.

La vecina le entrego la bandeja de galletas a mi abuela, quien me pidió que la llevara a la cocina, así lo hice, después de tomar una volví a la puerta, yo solo asomaba la cabeza ocasionalmente cuando mi abuela me jalo hacia ella y me presento con los vecinos

-Ella es mi nieta, Jane- dijo mi abuela

-Es un gusto jane, me llamo Alicia Wanhoop y este es mi hijo, Jack-

-Encantada- dije tratando de ocultar mis nervios y limpiando las migajas de galleta que tenía en la cara

-Hola- dijo el chico sin dejar de mirar el suelo

-¿Cuántos años tienes jane?- pregunto Alicia

-A principios de Agosto cumpliré 16

-Valla que coincidencia, Jack celebrara su cumpleaños 16 en unos días y estas cordialmente invitada, ambas lo están, ya que son nuevas en el vecindario ¿sería bueno conocernos mas no?

-!Claro que si!- contestó mi abuela - será un placer

Jack no dejaba de mirar el piso y yo me ponía cada vez más nerviosa, que vergüenza, seguro sabe que soy yo con quien se tropezó en el supermercado.

Cuando se marcharon me dirigí a mi habitación para averiguar dónde es que vivían, soy muy curiosa y no puedo evitar preguntarme cómo es que Jack, un chico tan tímido y callado puede ser hijo de esa mujer tan enérgica.

Subí al ático y note que vivían prácticamente a dos casas de la mía. En una casa pequeña de dos pisos color verde pastel con un patio bastante grande que da hacia la calle y está rodeado por una cerca color blanco.

Cae la tarde nuevamente, decido salir a caminar por curiosidad de toparme con Jack, y justo así fue, pero esta vez estaba sentado en la banqueta con unos audífonos con forma de diadema. Fue difícil, pero decidí acercarme, me senté a un lado suyo, inmediatamente se quitó los audífonos

-¿Jack cierto?

-Amm sí, ¿Jane?

- Si jeje- dije nerviosa- ¿Qué haces aquí solo?

-No me agrada la gente- dijo en forma seca

-¿Por qué?- dije extrañada

-Porque no soy el tipo de chico al que le guste tener muchos amigos- casi en un susurro mientras guardaba su celular

-¿Entonces no tienes amigos? Hay muchos chicos aquí en el vecindario

-Exacto, ¿por qué no vas a hablarle a ellos en vez de a mí?

-Sabes, no tienes que ser tan grosero, solo quería conocerte, soy muy curiosa, no era mi intención molestarte- me levante

-Para nada, discúlpame, es solo que estoy de mal humor por la escuela

-¿Por qué te pondrías de mal humor?- volví a sentarme- yo vine a la ciudad solo por eso

-Espera un segundo, ¿Quién se emociona por entrar a la escuela?- dijo curioso

-Am, bueno, alguien que jamás ha estado en una quizá...

-No te creo, ¿Qué harás en la preparatoria entonces?

-No me preocupo por eso, mi abuela era maestra y me enseño todo lo que se necesita saber

-Si tú lo dices, solo asegúrate de no parecer muy lista o se burlaran de ti

-¿Por qué alguien haría algo así?

-Así son los humanos...

-Valla... entonces tendré cuidado, gracias por el consejo

Jack y yo seguimos conversando hasta que la noche callo por completo, hablamos de libros, también sobre música y videojuegos, nunca he jugado pero me prometió invitarme a su casa algún día para jugar.

-Quisiera quedarme pero mi abuela me llama a cenar- dije mirando mi celular

-Yo debería entrar también, que tengas una buena noche- dijo Jack con una leve sonrisa en su rostro

Ambos nos levantamos y nos dirigimos cada uno a nuestras casas para la cena.




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