Un edificio sobrenatural

Capítulo 6

  Leonardo regresó a su apartamento. Su mente estaba confusa. Toda esa información recién le hizo conocer del mundo que se oculta detrás la comunidad, donde existía la magia y los seres sobrenaturales que veía en las películas.

  Él nunca se imaginó que esos cuentos sobre magia y seres fantásticos podría llegar a ser real, era cosas de niños. Lo que más le sorprendía es que él tenía sangre de brujo.

 

  Abre la puerta y Karina se encontraba en el sofá viendo televisión. Él no dice nada y se sienta a su lado.

  Karina lo observa por un rato, examinándolo.

—¿Estás bien? -le pregunta ella al verlo tan distraído.

—Yo... ¿cómo puede haber cambiado mi vida de esta manera? 

—¿Sucedió algo más? Te veo peor de como te fuiste -le dice Karina algo incómoda.

—Me enteré de muchas otras cosas, que ya no sé ni que pensar. ¿Qué rayos le ha pasado a mi vida?

—Me quedaré aquí, pero no malestaré. Seré una buena inquilina -responde Karina preocupada por la manera de actuar de él. Parecía que fuera a explotar de un momento a otro.

—No es por ti, bueno una parte sí. Es que me he enterado de que mi tío era un brujo -contesta Leonardo con mirada perdida.

—Te lo dije. Puedo sentir magia en todas partes, aunque no te hayas dado de cuenta.

—Y yo... según también tengo sangre de brujo.

—¡Eso es genial! -se alegra Karina.

  Leonardo la mira a los ojos —¿Genial? Yo no sé si lo sea.

—¿Cuándo eras niño no soñaste con tener poderes?

—Sí, como todo niño, pero es muy diferente en la vida real adulta. Tampoco creo que aprender magia sea tan divertido y fácil -dice Leonardo recostándose en el sofá.

—He escuchado que es un entrenamiento fuerte, pero ¿qué cosa importante es fácil? Se debe esforzar porque conseguir algo bueno -lo anima Karina que por alguna razón no le gustaba verlo tan deprimido.

—El vecino que vino, Román, es un mago y conocí a otro vecino llamado Edgar que es un licantropo. Al parecer en este edificio viven seres magicos y sobrenaturales.

—He conocido a varios edificios y lugares así. No soy de esta ciudad así que no conocía los de aquí.

—Estoy tan confundido. También mi tío fue asesinado y esto que me dejó puede tener una pista sobre eso -le enseñó el libro que tenía en sus manos.

—¿Un libro?

—Es un libro mágico que sólo lo puede abrir y leer al que fue destinado, que soy yo.

—Un diario de memorias ¿De qué trata? ¿Conseguiste la información que buscabas? -pregunta Karina con interés. Ella tenía conocimientos de objetos mágicos como esos.

—No lo sé, no puedo leerlo.

—¿No eres tú al quién fue destinado?

—Dicen que necesito despertar mi poder mágico para leerlo -le responde Leonardo agotado.

—¿Cómo se hace eso?

—Entrenando con algún brujo, pero el único que quizás me pueda ayudar no es alguien amigable y es probable que me rechace al instante.

—¿Qué harás? -le pregunta ella con curiosidad.

—Intentaré convencerlo pasado mañana.

—Suerte con eso.

 

  Estaba tan perdido en sus pensamientos que Leonardo no se percató de su alrededor. No estaba el montón de cajas de la mudanza. Ahora todo estaba en su sitio, acomodado y limpio como un apartamento organizado.

—¿Tú organizaste todo? Se ve tan bien -se sorprende Leonardo al ver su apartamento tan bien arreglado.

—Te dije que yo no podía vivir en este desastre.

—Hablando de eso. Tú invades mi apartamento y decides por ti misma que te vas a quedar.

—Necesito ocultarme y por alguna razón estando aquí no me rastrean -responde Karina decidida.

—Debe ser por el escudo protector mágico que está alrededor del edificio -comenta Leonardo recordando lo que le dijeron sobre el edificio Oblivion.

—¿De verdad? Eso es excelente. Está decidido, me quedaré.

—Te dejaré quedarte sólo si me explicas el por qué te buscan.

—No puedo decirte todo porque es algo secreto -responde Karina pensando como explicarle sin revelar información privada- Yo estaba investigando a un clan, son un grupo de seres sobrenaturales y mágicos. Al parecer están buscando algo muy peligroso y yo estaba investigando que era.

—¿Tú eres una detective?

—Algo así podría decirse. Pertenezco a un gremio y me encargaron ese trabajo.

—¿Y que será eso que buscan que sea tan peligroso? -pregunta Leonardo con interés. Apenas conocía sobre ese mundo y quería conocer mucho más de lo que desconocía.

—Me descubrieron antes de que lo supiera y ahora saben quien soy y me persiguen. He llamado a mi tío Aarón para informarle todo, él también está investigando sobre eso.

—¿Y que harás?




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