Rose es una joven dulce y muy inteligente; entre sus tantas habilidades está el relacionarse con facilidad con las personas, sin importar condición social o credo. En estos momentos está viviendo la mejor época de su vida, en tan solo unos meses se casa con su único amor, Daniel.
Daniel, Dany como todos lo conocen, es un joven de mundo, aunque no cuenta con el capital económico de Rose, al igual que ella tiene una facilidad para relacionarse con las personas, habilidad que utilizó para ganarse al padre de Rose.
Se espera que la boda de Dany y Rose sea el evento del año. Todo está preparado, los trajes, el cortejo, la iglesia, invitaciones y el resto de por menores que encierran una boda.
A tan solo unaa semana antes de la boda, Rose decide que quiere trufas de chocolate, por lo que va al centro comercial con unas amigas. Parada en la caja registradora, al preguntar cuanto es por todo, una voz muy varonil replica: “Póngalo todo a mi cuenta.”
Rose sube la mirada y no podría creerlo, era él, Patrick Belmonte. Muchas preguntas pasaron por la cabeza de Rose; entre ellas el por qué de su mala suerte.
“Hola, se te comió la lengua el gato” replica Patrick.
“No hablo con desconocidos” responde Rose.
“Mmm…Desconocido….” Agrega Patrick.
Sutilmente Patrick saca un papel de su bolsillo, y lo pone a lado de la mano de Rose.
Rose ve por curiosidad y pudo ver su nombre y firma al final del papel. En ese momento, todo vuelve a su mente, era el contrato de matrimonio firmado por ella y Patrick el verano pasado.
“Vengo a llevarme a la persona que firmó este contrato” “El contrato es legal por lo que si no me equivoco estamos casados”
“¿Casados?”, “Firmé ese papel en una oficina donde no había notarios, ese contrato de matrimonio no es válido”
“Error” replica Patrick. “Hablé con uno de mis abogados y me indicó que era válido, aunque no hubiera un notario el hombre que nos casó era un juez y hubieron testigos, si no te acuerdas.”
Rose se quedó en silencio. Patrick, pagó la cuenta y se fue.
Las amigas de Rose se apresuraron a preguntarle que fue todo eso, a lo que Rose les dice: “Lo que les voy a contar no se lo digan a nadie, igualmente, se va a saber, pero prefiero que todos se enteren por mí.”
“Todo pasó en el verano del 2018”