II.
Entrando a la casa todo a primera vista esta apagado, pero la cocina tiene una pequeña luz y aroma delicioso, me dirijo inevitablemente hacia donde esta ese aroma que desprende el café, me encuentro con Elena dejando algo en el horno.
- Buenas noches – da un respingo dejando caer el molde
- Hay no – me mira mal – como se le ocurre asustarme así, me hizo botar las galletas – ella se agacha a recoger lo que se pueda salvar, menos mal ya estaban listas
- Lo siento, no era mi intensión – le digo ayudándola a recoger – a demás quería ofrecerle disculpa por asustarla en la tarde y bueno ahora también
- No se preocupe – me dice dejando las cosas en la isla – igual es su casa y la que debería dar gracias soy yo, por recibirnos con mi mamá - dice sin mirarme y concentrada en decorar las galletas
- ¿son para la fundación? – le pregunto recordando lo que me dijo mi hermana, ella asiente con la cabeza – permítame ayudarle a decorar, soy muy bueno con eso – le digo tomando otra bandeja y retirándome el saco
No dice nada más, ella se concentra en preparar mas masa y reponer las que se rompieron, yo hago caras graciosas en las galletas, aprovechando que son grandes y se puede ser bastante creativo – a los niños les encantara – pienso mientras agarro mas pasta y empiezo con las otras, ella termina de sacar las galletas y lava los trastes, mientras hace todo eso la observo y es muy delicada, sus movimientos son sutiles y cocina delicioso, como una que otra galleta de las rotas
- Están deliciosas – le digo con la boca llena
- Gracias, las decoraciones están geniales – me dice acercándose a ver – en verdad es bueno
- Lola me enseño – le digo orgulloso y ayudándole a empacar - ¿a qué hora llevara las galletas?
- A las nueve, pero no se preocupe ya tengo como llevarlas
- De ninguna manera, la llevare así también hago compras para mi sobrino o sobrina y claro … - me interrumpe riendo un poco
- Su mama y su hermana no le perdonarían que llegue sin un presente para ellas – me sorprende que las conozca así de bien – de acuerdo, pero me gusta la puntualidad, así que por favor salgamos a las nueve – me dice seria mientras organiza lo que falta
- No se preocupe, en eso somos iguales al parecer
Terminamos de empacar las galletas y yo limpio el mesón, ella me sirve un café y me dice que pase buena noche, me deja en la cocina, con una sensación de hogar que me es aterradora y agradable al mismo tiempo - ¡Dios, que delicia! – digo a penas probar el café
Aprovecho que me levante temprano y busco a José, pero no lo encuentro en ningún lado – donde se meten – al final paso a la cocina para ver si Lola ya preparo algo y comer, efectivamente ya está casi todo.
- Que rico se ve eso nana – le digo abrazándola por detrás
- Ni creas que te acercaras más – me dice dándome con el cucharon
- Claro que no – le digo riéndome y regresando a la isla – mamá las pregunto ayer a todas - digo haciendo referencia en eso
- Me imagino, cuando nos reunimos hacemos fiesta– me dice pasándome huevos con tocino – se conocieron cuando vinieron a empacar algunas cosas que pediste el año pasado – me dice ya presintiendo mi próxima pregunta – desde entonces se hablan y Elena ya trabajaba con tu hermana, se encontraron acá y el apoyo que estaba dando a la fundación se volvió mas solida desde entonces, a demás que ella esta estudiando derecho y tu mama la asesora muy bien, tu padre le encanta cuando toca al piano, dice que lo lleva a la época que era niño – me dice con una sonrisa en el rostro y yo no puedo cerrar la boca – la consideran parte de la familia Frank, o bueno casi todos
- Mi hermano odia a todos – le digo suponiendo a quien se refiere
Termino de comer y aprovecho para ir al despacho, todavía me queda dos horas antes de irnos, cuando es la hora salgo para buscarla, pero me la encuentro casi de frente bajando por las escaleras y se ver hermosa, lleva puesto unos pantalones negros ajustados con cremalleras, zapatillas claras y un buso gris.
- Buenos días – le digo - ¿ya está lista?
- Si, debemos llevar las cajas al auto – me guía a la cocina – a y buenos días también
- Alistare el auto y vendré ayudarte
- No es necesario Frank – me dice entrando José – ya las empaque en el auto, hola mi niña, salúdame a esos chiquillos y que los visitaremos el fin de semana – le dice dándole un abrazo y pasándole el abrigo
- Gracias y claro les encantara ver a su tío – ellos se ríen como si fuera una broma personal
- Muy bien que no se les haga tarde entonces – me palmea el hombro – cuídala en el camino – me lo dice demasiado serio
- José – le dice ella
- Por supuesto, no me la comeré en el camino, tranquilízate – le digo abrazándolo – me tendrás que contar que pasa – le digo en un susurro – nos vemos pronto
Nos vamos en la camioneta negra, no hablamos mucho pero quisiera poder aclarar mas cosas, sin embargo ella habla poco, solo me guía hacia el lugar, mientras manejamos mi madre llama queriendo saber como estoy, la pongo en altavoz y resulta haciendo visita con Elena, no soy celoso ni nada de eso, pero que ellas se lleven así de bien, se me hace raro, las dos se ríen y me parece que se le ilumina el rostro cuando lo hace, ya cuando estamos cerca se despiden no sin antes invitarla a cenar mañana.
- ¿Qué le diste a mi madre? – le pregunto estacionando el auto, frente a una casa grande de tres plantas, fachada algo deteriorada, pero tiene buenos ventanales y un patio al lado izquierdo con juegos para niños
- ¿de qué hablas?
- Por que tienes que darme la receta y así poderla tener siempre contenta – ella suelta la risa y sale del auto, invitándome a que entremos con las cajas