IV

JOSE

Cuando las conocí pensé que eran de verdad madre e hija por cómo se llevaban, en ese entonces Eli era joven y radiante, su madre biológica estaba viva, recuerdo cada parte de su rostro porque es ver a la pequeña, lo que cambian son sus ojos, ella tiene los de  su padre, la señora Clara era la mujer más dulce que había conocido – claro aparte de mi Ana – las cosas cambiaron en cuestión de meses y ya no tolere más estar en esa casa, le insistí a Ana que se fuera con migo, pero ella no quiso por la pequeña Eli, lo más difícil que hice en mi vida fue el dejarlas por tanto tiempo, nunca perdí las esperanzas en recuperarlas, por eso cuando podía iba a verlas y llevarle cosas que necesitaran, no siempre pude llegar hasta ellas, en esas ocasiones me culpaba por dejarlas, pero en una carta Ana me dijo que escaparían y por eso las ayude en todo sin pensar en las consecuencias, las tengo con migo cerca y aunque Eli no sabe le tengo gente cuidándola a cada momento del día.

No se muchas cosas por las que pasaron, pero sé que las dos sufrieron y a veces las escucho hablar, sé que Eli estaba buscando a su padre y me aterraba pensar que se diera cuenta de la cobardía que hizo ese hombre, pero no pude ocultárselo más, por eso decidimos con el investigador que le recomendé, buscarlo de verdad, el muy cobarde no fue capaz de verla a la cara, prefirió escribirle y sé que es mejor así, porque lo tienen vigilado y no deseo que las encuentren, pero es un cobarde y no merecía una esposa ni hija como las que Dios le dio.

Ver la tristeza de Eli cuando me entrego la carta, me destruyo el corazón, más de lo que podría imaginar, he estado huyendo de Frank, lo conozco casi al mismo tiempo que deje la casa de los Durand, un chico brillante y muy testarudo en lo que desea saber, por eso sé que en el momento de hablar con él no se detendrá hasta saber quiénes son ellas, vi cómo ve a mi pequeña y esta sensación de celos es nueva, pero si en alguien la puedo confiar es a él y a esta familia, por eso hable con el señor Alan cuando las traje y él estuvo de acuerdo en ayudarme, tanto así que venía a verla casi todos los días, con la excusa de que le tocara el piano pero sé que quería ganarse la confianza de las dos y lo logro, sobre todo con Eli.

Estos dos años se han integrado muy bien con la familia, Lola me ha ayudado mucho para que se sientan mejor que en casa, claro ella no sabe nada de lo ocurrido, pero se encariño mucho con ellas y les ayuda en todo, con Ana son como hermanas perdidas y a Eli la trata como a una hija, en la universidad Eli está muy bien, sus calificaciones la llevan a mantener la beca y la señora Sofia le ayuda con temas que ni yo entiendo, pero ella está feliz con lo que está estudiando y en el orfanato, los niños le ayudan, además que son un encanto, quiero hacer unas llamadas por eso me encuentro fuera, debo ver la seguridad de Eli para esta semana, Patrick no me contesta y no me gusta cuando lo hace, le escribo para que me llame de inmediato, me dice que en una hora por que al parecer ocurrió algo y va primero a investigar, genial lo que faltaba.

• No te puedes seguir escondiendo – me dice
• No lo hago, solo estoy tomando aire – lo veo y está solo en pantalón – deberías ponerte una camisa
• Tengo calor – me dice cruzándose de brazos - ¿Qué dices si hablamos un poco?
• Ponte algo y hablamos, te espero en el quiosco – le digo avanzando porque no tiene caso alargar las cosas, llega al rato con dos tasas y un termo – menos mal tenías calor
• Es para ti viejo, no quiero que te enfermes – me dice riendo y sirviendo chocolate – entonces quiero saber quiénes son ellas
• Siempre directo no Frank – le digo recibiendo la tasa – primero responde ¿Por qué el interés?
• Solo es por proteger a mi familia, sé que ella no es quien dice ser y. – se queda callado por un rato – no lo sé, es que vi algo y no me gustó nada – se tensa un poco pero no dice mas
• Las conozco desde hace tiempo, no son un peligro para tu familia de eso puedes estar seguro – le digo luego de un tiempo en silencio – la historia de ellas no me corresponde contar, pero lo único que te diré es que no le hagas daño a Elena – le digo mirándolo – ella ya paso por mucho y solo quiero que sea feliz, que haga lo que desea en la vida y viva como una persona normal
• No pretendo meterme con ella, sé que la estimas mucho y no me atrevería a lastimarla – me dice serio – pero no entiendo el misterio, solo deseo saber quién es en realidad
• Te toca a ti mismo descubrirlo, pero te pregunto de nuevo ¿Por qué el interés?   - es algo que no entiendo
• Ya te lo dije – me dice levantando los hombros
• Claro que no – me levanto y le palmeo el hombro – descansa Frank
• Sabes que no me detendré
• Lo sé, por eso debes hacerlo de la forma correcta para que no te equivoques

Me voy a la habitación, pero en el camino me encuentro con Ana

• ¿Qué haces? – le digo viéndola tratando de abrir un termo – deja te ayudo
• Gracias – noto que esta colorada y me da risa – no te rías quieres, además es navidad y estamos festejando – la sostengo mientras le sirvo un poco de café cargado - esto de noche de chicas es genial
• Claro, pero bebe un poco – le paso la tapa del termo – te llevo a tu cuarto – la guio, pero no me deja avanzar mucho
• José, ¿dime porque nos ayudas tanto? – dice con dificultad
• Porque me importan An – le digo acariciando su rostro y es que amo a esta mujer desde hace mucho tiempo – sabes que siempre estaría para ustedes y sobre todo para ti
• Jo… - no la dejo terminar porque no aguanto más las ganas de darle un beso, ella me corresponde, pero sé que esta pasada de tragos, la abrazo y no deseo soltarla jamás
• Vamos a descansar An – junto mi frente con ella y la siento suspirar, lo que me roba una sonrisa enorme – hablaremos cuando estes lucida colibrí