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La tentación entró sin permiso al pensamiento: ¡Tirate...tú no encajas en ningún lugar...No sirves para nada..deja de dar lástima...nadie te quiere...eres una carga para las personas!. El corazón se conmovió entristeciendose a punto de contreñir el alma reducida a un minúsculo átomo. 

Cerró los ojos inundados de gruesos lagrimones y abrió los brazos como si diera la bienvenida a la parca, aquella voz tenía toda la verdad y susurró  ¿hasta cuándo por Dios seré humillada? Retrocedió a su infancia buscando en su interior un precioso recuerdo para aferrarse a la vida y darle a la muerte un motivo para no suicidarse.

La muerte insistió:¡ dónde te quiero llevar vas a estar mucho mejor, tu gente la que hoy no te recuerda estará contigo todo el tiempo! ¡además tu familia está mejor sin ti! El cuerpo se hamaco hacia adelante con fuerza, como si alguien le hubiera dado un empujón ayudándole a tomar una decisión, trastabillo en sus pies doblandonse hacia el  frente, quedó como un péndulo con la mitad del fuera del balcón y el resto plantado firme dentro del balcón, ina ráfaga de álgido viento golpeó en la frente y logró depabilar la mente, respiró profundo como  si fuera la última vez. 

Desde muy pequeña sentia atracción por la muerte y esta la rodea todo el tiempo con esa voz audible hablándole a la mente, cada vez que surgía un problema, aunque sea pequeño ella planificaba como suicidarse, es un secreto guardado...es un lucha constante aunque sabe que el suicidio la abraza y la suelta casi siempre, y no sabe hasta cuando le dará tregua.