Amaia
Tras escuchar el sonido de disparos, escaneé a Duncan de arriba hacia abajo y sentí un alivio inmenso al verlo ileso. Rápidamente me acerqué hasta él.
—¿Estás bien? -pregunté con un leve susurro.
—Estoy bien -respondió mirándome a los ojos —Estoy bien, Amaia.
Mientras lo observaba, un sentimiento de alivio me invadió por completo. Duncan estaba bien, y eso me tranquilizó. Pero la paz duró poco, porque entonces una voz airada rompió el silencio.
—¡Tú estás bien, maldito playboy, pero mi hermana no! Mi hermana está muerta por tu culpa. Eres el responsable de que ella no esté conmigo. Tú, Duncan Salvatierra, eres su verdugo.
Me sorprendí por las acusaciones y fruncí el ceño ante esas palabras. No entendía de qué hablaba.
—¿De qué rayos estás hablando?
—No sé de qué me hablas... -respondió Duncan, pero sus palabras solo enfurecieron aún más a Alexandra.
—¡Tú conocías perfectamente a mi hermana! Alexa se entregó en cuerpo y alma a ti, y tú, grandísimo imbécil, la rechazaste después de obtener de ella su cuerpo.
Las palabras de Alexandra me dejaron sin aliento. ¿Qué estaba pasando? Jamás imaginé que Duncan fuera capaz de algo así.
—Yo nunca conocí a tu hermana, Alexandra. ¡Nunca en mi vida la he visto! -Duncan intentó explicarse, pero las palabras solo avivaron la ira de la mujer.
—No mientas más, playboy. ¡No te creo nada!
Duncan dio un paso hacia ella, y Alexandra alzó su arma contra él.
—¡Te estoy diciendo la verdad!
—No te creo nada, Playboy. No te creo nada...
La tensión en el ambiente era palpable, y todo empeoró cuando uno de los hombres colocó a Joshua frente a la mujer.
Alexandra frunció el ceño mirando a Joshua y no dudó en preguntar:
—¿Qué hace este aquí? -el chico que colocó a Joshua delante de ella miró a Alexander y este asintió levemente.
—Señora, tiene delante de usted al hombre que enamoró, ultrajó y rechazó a su hermana. Por culpa de este hombre, su hermana ya no está con nosotros.
Alexandra giró la cabeza hacia Joshua y negó levemente.
—Todo es mentira. El culpable de que ella esté muerta es Duncan. Él tiene toda la culpa.
Un gruñido salió de Duncan, y al segundo siguiente, se lanzó sobre quien había sido su mejor amigo.
—¡Di la maldita verdad, rata de alcantarilla! ¡Di la verdad! -gritó Duncan en un arrebato de furia mientras luchaba con Joshua.
La escena se convirtió en un caos total, con gritos, forcejeos y la tensión aumentando cada segundo. No sabía cómo resolver ese conflicto, pero sabía que debía hacer algo antes de que las cosas se salieran completamente de control.
Vi a Alexandra alzar su arma y un segundo después disparó dos veces al aire. E inmediatamente la pelea entre Duncan y Joshua se detuvo.
—¡Explicate! -inquirió la enemiga hacia el hombre que habia colocado a Joshua delante de ella.
—Joshua es el único responsable de que su hermana hoy este muerta. Él fue quien se acercó a ella, quien la enamoró y pues... Quien la despreció al enterarse que estaba embarazada. Él es el único responsable de la muerte de su hermana, mi señora.
Alexandra ardió en rabia y sin pensar disparo contra Joshua. Impactando en una de sus piernas.
Joshua soltó un gran grito de dolor tras la bala incrustarse en su carne.
—No fui yo.... El culpable es Duncan Salvatierra. El tiene la culpa.
El arma que llevaba en mis manos se alzó hacia Joshua claramente para dispararle pero al ver los ojos de Alexandra desistí.
—Sólo existe una forma de saberlo querido.. Y esa es comprobando lo que mi hermana siempre me presumió. Las perlas que tenia su hombre misterios en el miembro.
Abrí mis ojos como platos al escuchar estas palabras. ¿Perlas en el miembro? Tenía que ver eso.
Joshua la miro con los ojos muy abiertos y negó con la cabeza.
—¡Desnudenlo! -ordenó Alexandra a sus hombre y dos de ellos se acercaron peligrosamente a Joshua. Quien trataba de alejarse lo más posible de ellos.
Mi mirada se desvio hacia Alexander y Dustin Salvatierra quiénes observaban fijamente a Alexandra.
—No soy el responsable. Yo no soy el responsable... -gritó con fuerza Joshua mientras los ojos lo agarraban con bastante fuerza.
Por más que palateo y se negó a que le quitaran los pantalones, los hombres le quitaron la ropa revelando su miembro ante los ojos de todos.
Alexandra se acercó a el sin despegar sus ojos el miembro de Joshua.
—No es tan glorioso como ella me decía... Pero que podía saber ella de penes, al fin y al cabo ella era sólo una cria. -hablo mirando a Joshua con odio pronto. —La tenías embobada con tus dichosas perlas, maldito idiota. Acabaste con lo único que me quedaba en la vida , maldito imbécil. Pero ahora te toca pagar a ti -Joshua se removió en los brazos de los hombres que lo sostenían.
Y Alexandra con una sonrisa saco de sus botas una navaja, la cuál deslizó por la piel de Joshua.
—Le endulzaste la pildora a la equivocada, ultrajaste y heriste a mi hermanita y eso tienes que pagarlo. Y lo pagaras muy caro...
Alexandra guió su mano hasta el miembro de Joshua y sin perder tiempo lo corto.
Los gritos de Joshua llenaron por completo el lugar.
Y fue tanto el dolor que yo termine girando mi cabeza hacia los lados porque no soportaba ver la sangre.
Los gritos de Joshua eran incesantes, llenando la habitación con su dolor. Observé a Alexandra con una sonrisa malévola mientras tomaba venganza por todas las mentiras y ataques que habían ocurrido.
—Mereces mucho más que una muerte rápida, basura -dijo ella, dirigiéndose a Duncan. —Lamento que esta rata me haya llenado la cabeza de mentiras. Lamento todos los ataques por los que pasaste. Te ofrezco una disculpa. Y a tu mujer también.
Duncan asintió levemente, aceptando las palabras de Alexandra, mientras Dustin, su hermano, cuestionaba la falta de disculpas hacia ellos.
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Editado: 20.06.2024