1 AÑO DESPUÉS
Jay y Jake estaban en la sala jugando con sus videojuegos.
Yo estaba en la cocina con el teléfono en una mano esperando ansiosa la llamada de Hyunjin. Me mordía las uñas tan desesperado y mi pierna se movía de arriba a abajo. Estaba nervioso, muy nervioso.
La puerta principal se abrió y supe que era Hyunjin.
¿Por qué tarda?
Unos minutos después vi como entraba en la cocina. Su pelo estaba revuelto y supe que se lo había jalado, estaba nervioso y se acercó a mí. Dejó escapar un suspiro y me sonrió de lado acariciando mi mejilla.
—¿Qué ha pasado, Hyunjin? ¿Cuáles fueron los resultados? —le pregunté rápidamente por mis ansías.
—Negativo —dijo y me quedé seria mirándolo a los ojos —El hijo de Lía no es mío —susurró en mi oído y me volvió a mirar, mi expresión pasó de ser a seria a una de alegría.
—¡Oh Hyunjin! —le dije y me abracé a él tan fuerte que casi lo dejaba sin aliento.
—No sabes cuán aliviado estoy, al fin me alejaré para siempre de esa mujer y ya no habrán sombras entre tú y yo —me dijo y me besó apasionadamente.
—Te libraste de un hijo. Pero… ¿Quieres otro? —le pregunté curiosa y él sonrió con ese brillo único en la mirada.
—¿Otro hijo? Pero eso te dañaría —dijo cambiando su expresión de alegría a una de preocupación.
—Recuerda lo que dijo el doctor Kyungsoo, amor puedo tener hijos siempre y cuando me cuide bien y si el parto se complica sería una cesárea —le acaricié la mejilla cariñosamente esperando que no pusiera peros.
—aun así, es peligroso, Jeongin, estuve a punto de perderte y no te pondré en peligro de nuevo —me dijo serio y su mirada era de dolor y miedo.
—Solo un bebé, mi amor, solo uno —le dije y le besé los labios castamente.
—Me niego Jeongin. Dormiremos separados si es necesario —dijo y se alejó un poco de mí para después empezarse a jalar el cabello afligidamente.
—¿Me dejarás dormir solo para que no podamos hacer el amor? —le dije frunciendo el ceño y admito que me dolió eso, tal vez notó mi mirada triste y Hyunjin caminó hacía mí estrechándome en sus brazos.
—No voy a poder dormir lejos de ti, pero me sigo negando a la espera de un hijo, no voy a arriesgarte. No habrá ningún bebé —dijo serio con el ceño fruncido casi enojado.
Sentí mi corazón oprimirse por como dijo sus palabras y luego hice un puchero para después comenzar a llorar.
—No, no llores amor —dijo y me abracé a él aferrando mis manos a su camisa blanca, la cual mojé con mis lágrimas que caían sin parar. —Sabes que verte llorar es mi debilidad, Jeongin, no puedo darte un hijo porque tengo miedo. Jeongin, entiéndelo, miedo por perderte—le entendía, pero simplemente no podía volver atrás.
—¡Ahora te aguantas Hyunjin, me vas a responder como hombre y te vas a hacer de mi hijo y nuestros hijos! —le grité y golpeé su pecho.
—¿De qué hablas? —dijo confuso.
Tomé su mano y la puse sobre mi vientre esperando su respuesta.
En el fondo pedía que su respuesta fuera positiva. Su mirada era puro asombro y por un momento no reaccionó.
—Solo un bebé y ya Hyunjin. Solo éste —le dije con más lágrimas en los ojos y vi como en sus labios se asomó una sonrisa de lado y pude ver lo de siempre en su expresión, pero esta vez había emoción, y supe que se resignaría, era su bebé, nuestro bebé y no podía abandonarlo así por así.
—Solo éste —dijo en un suspiro —Pero prometerme que te cuidarás, te pondré a una cocinera, contratare a una niñera, a un chófer, a alguien que haga el aseo de la casa, cambiaremos nuestra habitación a la primera planta para que no tengas que subir esas odiosas escaleras…
—¡No! —exclamé riendo al escuchar todo lo que decía y su mirada se puso seria de nuevo.
—Es eso o nada, Jeongin —dijo y besé sus labios.
—Nada de abortos, Hyunjin, es nuestro bebé, nuestro pequeñín —acaricié mi vientre y el después pasó su mano por éste y se inclinó a la altura de mi vientre.
—Ya escuchaste mi pequeño, papi no te va a dejar ir y yo tampoco. Verás que vas a tener una maravillosa familia con una muy amorosa, divertida y sobre todo sexy papi —sonreí a lo que decía y sentí el picor en mis ojos y lloré de la emoción.
Sorbí mi nariz y Hyunjin se levantó para besar mis mejillas húmedas y luego mis labios.
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Ya tenía cinco meses de embarazo y mi vientre ya se notaba. Sonreí acariciando el bulto y seguí mi camino por el sendero de pasto verde recién rociado.
Busqué con la mirada hasta que encontré aquella piedra cuadrada con esas palabras dolorosas para mi recuerdo.
Puse las flores en las masetas de cemento que se encontraban a cada lado y las arreglé para que se vieran extendidas.
—Traje los tulipanes que tanto te gustaban, están de temporada y no pude evitar traerte estos ramos —dije en voz baja acomodando las flores —No sabes cómo te extrañan los niños, siempre me cuentan algún recuerdo que tuvieron contigo, sobre todo Jake, mi pequeño con el tiempo se resignó de que no serias su nuevo padre, pero siempre serás su mejor amigo —sonreí de lado al leer el nombre escrito en la piedra.
Mis ojos se humedecieron e inspiré profundo para detenerlas.
—Te extraño Chan, aunque solo te quisiera como a un amigo, no pude enamorarme de ti como lo estoy de Hyunjin —recordé nuestra amistad juntos y sonreí feliz por haber pasado buenos momentos junto a él —Gracias por lo que hiciste, a pesar de todo llevo una parte de ti conmigo, me diste una nueva oportunidad de vivir, pero me duele porque tú no hayas tenido una familia como debiste de tener, debiste casarte y tener hijos como yo los tuve…
—Por eso no me gusta traerte aquí, Jeongin, el que estés triste te hace daño más con nuestro bebé en camino —dijo Hyunjin detrás de mi rodeándome con sus brazos y acariciando mi vientre abultado.