Día de la fuga.
22:00
Trazzy había terminado de cenar con sus padres y se disponía a coger aquello que necesitase. Así que antes de dirigirse a su habitación se acercó a sus padres y los abrazo con fuerza.
-Os quiero -les dijo-.
Ellos so rieron y le contestaron- y nosotros también. Mucho.
Ella sonrió agradecida, aún no se había ido y ya los extrañaba.
-Buenas noches...
-Buenas noches cariño, que descanses bien -dijeron al unísono. Eran como robots configurados para hacer siempre lo mismo, de igual manera. Los quería. Los quería mucho, eran sus padres, pero no quería acabar como ellos. Con una vida aburrida en una monótona rutina.
Trazzy se fue a su cuarto y cogió una mochila con una manta, se puso una chaqueta y espero a que llegara el toque de queda.
Toque de queda.
22:30
Los padres de Trazzy ya estaba en su habitación. Ella salió de la suya y fue a la cocina. Cogió cosas que sus padres no echaran de menos y alguna botella de agua. Una vez hubo llenado la mochila más o menos metió una linterna y algunas pilas. También un mechero y cerillas, por si acaso y, con cuidado de que nadie la advirtiera salió hacia la puerta de la torre.
La torre era el edificio de la libertad. El que tenían que atravesar para llegar al otro lado. Para salir definitivamente de allí.
22:58
Tren esperaba pacientemente a su novia ya en el sitio acordado. Quedaban dos minutos para la hora exacta y tendrían que darse toda la prisa posible.
"Cuanto más rápidos más posibilidades" -pensó.
A él también se le había ocurrido llevar una mochila con cosas que les podrían ser esenciales, casi llevaban lo mismo. Dado que el vivía solo llevaba una mochila algo más grande con más provisiones y, además, walky talkies. Entonces la vio llegar. Justo a tiempo.
23:00
-Ps... Trazzy, aquí.
Ella lo miró y se acercó.
-Hay que darse prisa -dijo algo asustada-.
-Sí, entremos, tenemos que aprovechar todo el tiempo que tenemos.
Abrieron la puerta y entraron. Esta se cerró de golpe. Ya no había vuelta atrás. Encendieron las linternas y emprendieron el camino. Anduvieron y anduvieron durante la hora sin vigilancia y alguna más hasta que las piernas empezaron a fallarles, aún no habían encontrado nada peligroso.
-Tren necesito parar, no puedo dar una paso más si caerme...
-Está bien, durmamos un rato y luego seguimos, pero no aquí. No sabemos si estamos a salvo o no. Subiremos a aquel saliente. Esta a varios metros del suelo y vacío. Estaremos seguros...
-No puedo subir ahí.
-Venga haz un esfuerzo más, yo te ayudaré.
-No, no es por eso. Es que le tengo miedo a las alturas...
-Bueno, pues aquí no podemos quedarnos, estamos en el medio y medio. Busquemos un lugar más acogedor. Yo haré guardia.
-¿Vas a quedarte despierto todo el rato?
-Sí, tranquila, estaré bien.
-Claro que no estarás bien, necesitas descansar.
-Trazzy, tranquilizate.
-Vale, vale, estoy tranquila.
-Vamos a aquella esquina, estaremos mejor.
-La verdad es que empieza a hacer algo de frío. ¿Por qué no hacemos una hoguera?
-Yo iré a por palos, y piedras tu quedare aquí y saca las mantas. Pasaremos aquí lo que queda de noche y a primera hora seguiremos.
La chica asintió- ten cuidado -dijo llegado a la esquina.
-Lo tendré -y desapareció doblando otra esquina-.
Trazzy sacó las mantas y las colocó en el suelo, luego trazo un círculo en la tierra con el dedo para saber más o menos dónde iría el fuego y saco algunas de las provisiones y agua.
Pocos minutos más tarde Trent llegó con un mogollón de palos.
-Estos servirán, hay un montón ahí detrás. Traeré los que pueda.
-Bien, yo cogeré hojas para que plante.
Trent hizo varios viajes ida y vuelta hasta que tuvieron suficientes para que la hoguera durara toda la noche.
Trazzy ya se había dormido en el colo de Trent, pero él no podía pegar ojo. De repente escuchó un ruido. Fue breve pero alto. Así que se concentró para intentar escucharlo otra vez. Al cabo de unos minutos volvió a escucharlo. Es fuego se estaba apagando y no veía mucho pero sabía que algo estaba allí, con ellos.
Volvió a escuchar el ruido pero esta vez una figura apareció al otro lado del lugar.
-Trazzy -le susurró- princesa despierta.
Ella, medio dormida, abrió los ojos- ¿qué pasa?
-Tenemos compañía -en cuanto escucho eso, se despejó y miró hacia dónde miraba Trent.
También la vio. Una figura monstruosa acercándose.
Cogió una linterna y apunto a aquella cosa. Era un tigre, y parecía hambriento.
-¿Qu-ue hacemos? -preguntó asustada-.
-Recoge todo, nos vamos -y mientras ella lo hacía, él cogió un palo que había en la hoguera de un metro de largo, más o menos. La punta quemaba, serviría para matar al animal si quería comérselos. Entonces este empezó a correr cara a ellos.
Ambos estaban asustados pero Trent tomó la iniciativa y, cuando el felino estaba casi a un metro de ellos levantó el palo.
El utensilio ardiente se clavo en la garganta del animal atravesándola e extremo a extremo.
Trazzy dio un grito ahogado. Estaba temblando y aquello ya no le parecía tan buena idea.
Por otro lado Trent soltó el palo, cogió las dos mochilas y se las puso a hombros, cogió de la mano a Trazzy, aún en shock, y retomó el camino.