Mis ojos estaban cerrados, no podía escuchar ningún sonido en particular. Traté de empezar con el sueño profundo pero mi mente no cooperaba del todo.
—Jenny, ¿estás despierta? —mis ojos se abrieron al escuchar aquel sonido, su voz no sonaba soñolienta, era todo lo contrario.
—Sí.
Me quedé en el mismo sitio sin moverme pero sentí como la cama se movía levemente.
—¿Me contarás? —pude imaginar que ahora estaba sentado mirando fijamente mi espalda. Su voz sonaba dulce—. Ya es mañana.
Al escuchar aquello me senté de nuevo en la cama para observar su rostro.
—Neithan —le dije en forma de regaño. Sus ojos me miraban fijamente, su expresión era tierna, parecía un tierno cachorrito—; Está bien, te diré.
Pude observar una sonrisa de oreja a oreja de su parte y de alguna manera dolía saber que pronto se borraría de su rostro.
—Estuve en la casa de una amiga y me desmayé —fui interrupida por la voz preocupada de Neithan.
—¡Que! —casí grita por la sorpresa y solo pude pensar que se supone que debería estar en silencio—.
¿Te encuentras bien? ¡Me dijiste que sí cuando te pregunté! —empezó a quejarse sin dejarme hablar.
—Déjame terminar —se quedó callado al instante, solté un suspiro para seguir—. Te vi a ti y a tu familia. Vi la escena de aquella noche, la sombra que viste era un hombre lobo.
Traté de hacer un resumen de aquello, observe su rostro y en definitiva, su sonrisa se esfumó.
—Oh, pero, ¿cómo es posible? Mi mamá decía que ellos estaban extintos —su voz tuvo un cambio radical, se notaba baja y confundida.
Si fuera Níveo sus orejas estarían caídas, seguramente. Mi corazón sintió un pequeño pinchazo al ver su carita.
—Lo siento. ¿Por qué estarían extintos? —pregunté, acerqué mi brazo a su cuerpo y traté de acurrucarlo.
Neithan se acomodó en mi hombro y soltó un suspiro.
—Ella me dijo que años atrás descubrieron su existencia y hubo una lucha entre los humanos ya que los creían peligrosos, ellos no deseaban compartir su espacio con "Monstruos"
Al escuchar aquello me pregunto cómo sería la época de Adelén, ya que ella se enamoró de uno y no terminó nada bien.
—¿Los hombres lobos cómo eran?
—No tenían poder de su parte animal, eran prácticamente controlados por ella cuando tenían su transformación.
—Oh, debió ser horrible para mí abuelo.
—Sí, además, si fuera verdad aquello no tendría alguna razón válida para enojarme, ya que su parte animal no tiene conciencia y actúa por instinto —su tono de voz se escuchaba débil y rota.
—Neithan —después de decir aquello lo abracé.
En ese momento podía sentir la respiración de Neithan y como mi corazón latía frenéticamente. Cuando volvimos a dormir esta vez lo hicimos abrazados del uno al otro y sentí aquella calidez que transmitía mi madre.
~
Dejó su caperuza negra y empezó a dirigirse a la cocina. Adelén sintió que perdió el tiempo en aquella casa, de nada serviría tal humillación para aquella jovencita, siempre pensaba que era mejor resolver todo en privado pero suponía que esas son las políticas de los brujos.
Era obvio que pocos conocían aquello pero siempre había rumores, en el pueblo podías escuchar cualquier cosa pero nunca se sabía que era verdad o que era mentira.
No se podía ignorar como estaba quedando la piel y el cuerpo en general de Camile, ya que sus padres tenían pensado dejarla más tiempo pero gracias a un "Ya basta" de Adelén todo aquel dolor se detuvo por varios segundos para ella.
Adelén simplemente se levantó de aquel sofá, se despidió cordialmente de todos en la habitación y se retiró de aquella escena donde no quería seguir siendo partícipe.
Trató de borrar los gritos de aquella criatura de su mente mientras bebía té de yerbas, seguro la sangre derramada en aquel suelo de madera seria difícil de borrar junto con los recuerdos de aquella niña.
Al terminar se dirigió a las escaleras y escuchó un breve sonido viniendo de la habitación de su nieta, sin pensarlo demasiado se acercó a su puerta por varios segundos y luego se alejó, dirigiéndose a la suya.
Era mejor descansar y aclarar todos sus pensamientos de ahora en adelante.
~
Pasaron algunos días y mi relación con Neithan y mi abuela fue mejorando y fortaleciéndose pero, aún me sentía ansiosa, ya que Adelén no me ha contado nada sobre aquello.
En estos instantes me encontraba sentada junto a Camile; la cual esta actuando de una manera algo extraña. Por ejemplo: esta usando guantes, una camisa de cuello de tortuga, manga larga y unos jeans en pleno otoño, su rostro tiene varios raspones, ni hablar de su actitud.
—Bueno alumnos, me gustó su conclusión —le regaló una sonrisa
Juwen hace algunos minutos empezó las pequeñas investigaciones sobre los licántropos y ya se acercaba nuestro turno, ya que después de felicitarlos a ellos su mirada de repente se posó en nosotras.
—Ahora viene sus compañeras, Jenny y Camile —avisó.
Observe como Camile se levantaba de su asiento y luego nos dirigimos al frente de la clase, no tenía ninguna expresión en exactitud solo tenía un rostro sereno.
Ella se veía muy segura al momento de exponer su opinión dejando a todo el salón callado, expectantes por cada una de sus palabras. Yo comencé lo que sería la introducción mientras que ella profundizaba el tema.
—He investigado en cada uno de los libros que he podido obtener y no pude conseguir información concreta sobre los licántropos, se dice que puede que sea una simple leyenda ya que no hay pruebas concisas de su existencia —tomo una pequeña pausa para agregar—. Con esto en mente, ¿cómo el profesor Juwen pudo saber esta información?
Solo se podía escuchar el sonido de la voz de Cam en ese lugar y cuando pronunció eso para luego quedarse en silencio, se empezó a formar un ambiente tenso en el aula. Su postura era recta, su mirada se dirigía a cada fila de los asientos, también le dirigió una mirada fija al profesor Juwen, esperando por alguna respuesta.
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Editado: 26.06.2020