CAPITULO 1

El estado en el que me encontraba no era muy agradable, Estaba mareado y algo confundido, luego de haber caminado durante 2 hora sin rumbo sentía que el mundo estaba a punto de caerse. Sin mi hermano para ayudarme me sentía una rata indefensa. El haber visto a mi madre muerta en el auto y a mi padre todo ensangrentado, solo me hacia pensar de que nuestro destino era morir en medio de la nada.

Mi padre respiraba con dificultad, en ese instante sentí el peso de las piernas luego de haber caminado tanto tiempo. Las lágrimas se deslizaban empapando mi rostro-¿Padre a dónde iremos? Pregunte, Julián no respondió. Solo me miro en eso pude notar su mirada vacía. Ni un auto pasaba por aquella carretera. Nos sentamos un rato a descansar. Me di cuenta que ya no podía sentir el sudor, después de tanto cansancio note que mi cuerpo parecía sedado

.Lugo de buen rato sentados, decidimos seguir. Ya estaba amaneciendo, la luz del día cada vez tapaba todo nuestro rostro, Avanzamos hasta llegar a una pequeña ciudad. El sol ya había inundado todo el valle y aquellas casas que habíamos encontrado. Julián fue a pedir ayuda a la primera casa que llegara. Pero nadie nos quiso recibir, así andamos durante un buen tiempo, en ello un señor llego corriendo hacia nosotros- ¿están bien? Pregunto preocupado. Julián no hiso más que mover la cabeza en afirmación a la pregunta que dio el señor. Nos llevó a una cabaña algo pequeña, allí esperaba una joven de cabello  amarillo y una piel morena. Minutos después Julián se dejó tumbar por el cansancio, y yo no hice más que echar a llorar.

En ello una vos corto mi historia- Alex dime ¿pero porque tú?, si del montón que había pudo haber sido cualquiera. Alce la mirada para ver su rostro, era un señor vestido de casaca negra con un pantalón plomo. Pelo riso como el que tenía mi primo Eduardo.- ¿no se a lo que se refiere señor? Respondí- ¡Claro que sabes a que me refiero! Lo dijo con tal tono que se notaba lo tan molesto que estaba, aunque parecía que trataba de ocultar ese lado malo.