CAPITULO 16

     Al parecer Sebastián estaba feliz por mi presencia aun que, no me gustaran las mascotas o los perros. Me alegraba el saber de qué al menos él estaba bien. Pero si él estaba aquí ¿dónde estaba Julián? Una pequeña sensación de ira recorrió mi cuerpo, no sabía si aquellas personas le habían hecho algo, o talvez Julián nunca había llegado a esta zona.

             Mire los a todos lados, en busca de una señal de Julián, a pesar de que tuve suerte de encontrarme a Sebastián, la locura y los nervios ahora eran mis enemigos.

           Pero suponiendo todos me creerían loco o era muy probable que no me ayudaran, a la suerte un grupo de personas se encontraban rondando por mi pequeña cabaña. Me hacer que sin necesidad de pensarlo dos veces. — perdone las molestias, han visto a un señor de pelo castaño, tenía un pantalón color gris. Y bueno no es de aquí.

• Lo lamento muchacho no hemos visto a ninguna persona llamada Julián y mucho menos sabemos si hay alguien aquí igual a tu descripción— respondió un joven al parecer era el que dirigía aquel grupo... Por lo que note la oscuridad se había apoderado del lugar.

            Como un simple principiante, el tiempo era dueño de mi desgracia, por supuesto, el tiempo siempre fue el enemigo de todos. Pero me gustaría que por primera vez este estuviera de mi parte.

        Salí en busca de señales de Julián, pero a pesar de mi esfuerzo tofo fue en vano, pues Julián no se encontraba en ningún lado. Todo ahora se tornaba en un tono de locura. Por cada segundo pensando en la estúpida vida sin nadie con quien conversar o tener tales aventuras el miedo me agotaba y por más que fuera un adolescente sin metas específicas algunas sentía que pronto todo se derrumbaría enzima mío y causaría que desaparezca de este mundo solo y sin nadie que me extrañe..

            Todos ya se estaban hiendo a sus cabañas a descansar, pero por más que yo también quisiera que mi cuerpo descanse y se deje llevar por el peso del sueño, no podía asegurar de que Julián este vivo o muerto.

        --veo que estás loco amigo— dirigí mi mirada bruscamente a la persona que me había hablado. Era un joven al igual que yo, su cabello era negro y con uno Jean color azul oscuro.

            --estoy buscando a un señor llamado Julián— ¿no lo has visto? O tal vez no se ¿habrás oído de el?— bueno amigo aquí muchos hemos escapado de esa miserable catástrofe, hemos perdido a muchos al igual que tú. — pero por que no descansas y mañana yo te ayudo a encontrarlo.

         Por más inútil que sonara la idea, no podía seguir buscando en el lugar equivocado. —Bueno que opinas mira el lugar no es muy grande, si él se encuentra aquí, ten por seguro de que lo vamos a encontrar. — Bueno entonces tendré que esperar— respondí sin más remedio a dejarme caer por la decepción. –Bueno me llamo Tyler— ¿y tú cómo te llamas? So.. Soy Alex. Dije  — muy bien Alex, veras no todos aquí son muy amigables... –Claro— exclame sin otra palabra más que decir. Me dirigí a mi cabaña, mientras seguía buscando con mis ojos alguna señal de Julián.