Los bordes, estaban hecho agua, el sol parecía estar queriendo matar todo a su paso. Jamás pensé que semejante cosa iba a pasar, pero ya por lo visto, realmente ello estaba ocurriendo.
Tyler estaba tratando de calmar a la joven,-- oye mira, todo está bien, dale gracias a dios que te ha dejado vivir –.
La joven alzo la mirada, estaba destrozada, ¿por qué Ahora todo iba de mal en peor? Era algo un poco difícil de ponerse a pensar, ¿que teníamos que hacer? – ¿habrá alguna solución a todo esto? Todo iba rápido, tanto así que ni mis pensamientos congelaban la idea.
--Todo está siendo nuestra culpa, pero no sé nada más. Hemos dañado al mundo durante mucho tiempo. – es lo único que me dijeron.
- ¡¿pero quién carajo te lo dijo?! – baje la mirada. Sabía que me iban a tomar como loco, pero después de que pasamos todo, supondría que no sonaría más loco de lo normal. Al menos esa era mi idea.
- yo llegue a un lugar extraño, pero aun siento que volveré hay – ¿lugar extraño? Dio Tyler. –si es algo complicado. Pero... – ¿lugar extraño, Alex?— replico Tyler.
- pues sí, era algo…
- mira Alex, hemos pasado por todo esto, nada ya sería extraño para nosotros. Solo dilo para así acabar con todas estas miserables dudas. Deje caer la mirada, al hacerlo vi que Sebastián estaba echado a un lado, viendo nuestra complicada discusión.
Todo esto es algo raro chicos, pude hablar con otro extraño ser, no sé qué era exactamente, pero al verlo me acorde de unos raros sueños, que había tenido hace años, solo fue por unos momentos, porque el lugar no me dejaba llenar mi cabeza de pensamientos o recuerdos.
Finalmente la conversación había acabado, los rostros de Tyler y la joven, estaban fascinados, y por más confuso que era la historia, ninguno contradijo la historia. – ¿pero, como llegaste a ese lugar?... ¿Ósea, por qué tú?— comento Tyler. – es lo que yo también quisiera saber amigo – pero lo que sí, tengo una roca, extraña aquí en mi pequeña mochila. – ¿te refieres a la piedra brillante?
El sarcasmo, no se notaba en Tyler, pero comprendía la situación, me acerque a la joven. – ¿oye em… y cómo te llamas? – ¿por qué lo quieres saber? – lo lamento es que no puedo llamarte solo nadie, necesito saber cómo te llamas. Soy Dayana. – respondió, con la mirada perdida.
--Bueno está bien Dayana, yo prometo que los sacare a todos de aquí. – y tu ayudaras, todo esto por tu hermana, ¿ok? – Dayana sacudió la cabeza con negatividad, no creo que quiera seguir viva, ella era lo único que tenía. – oye mira, nos tienes a nosotros ahora, y yo soy tu amigo, entiendes yo estaré con Tigo.
- ¿por qué me dices todo esto recién ahora? – es que antes, estabas muy mal, no quería empeorar las cosas.
- bueno, gracias Alex, ahora sé que tengo a alguien que si le importo.
- ok, solo no pienses mal. – no te preocupes, comprendo un poco a los hombres.
Con la poca, posibilidad de que ella siguiera el juego, sonreí. Pero aunque haya pensado que no funcionaría… ella solo me devolvió la sonrisa. – bueno vamos –.
Llegamos, al otro borde, del túnel, edificios, en casi buen estado, se lograban percibir. El suelo, aun se sentía algo caliente.
Algunos edificios, estaban desteñidos, al parecer, el metal había sido afectado por el sol. Bueno, el sol parece haber bajado. – Si no sé qué hora sea, pero al parecer ya se está alejando –. Todos comenzaron a inquietarse. – chicos, prepárense, pero no podemos quedarnos aquí— Tyler movió la cabeza, con algo de desacuerdo.
Todos estaban incomodos, al parecer cada uno estaba de acuerdo con quedarse. Ante ellos no tenía otra opción, Salí sin decir nada, el calor, ya avía bajado lo suficiente. Camine, directamente a los pocos edificios que habían, finalmente había logrado algo sensato, sin protagonizar un escándalo. Parecía que ahora yo tenía que actuar solo. El temor era algo a lo que no estaba acostumbrado aun, mire atrás, y ante un milagro, todos estaban a solo unos centímetros detrás de mí.