La situación se había puesto algo incomoda de un momento a otro, Tyler aún seguía en su proceso raro de reconciliación. – chicos, creo que vi algo haya— dijo Tyler, todos nos quedamos mirando aquel lado. Nos acercamos un poco.
Un señor estaba parado observándonos con detenimiento. – ¿señor, sabe por qué todo está vacío? – Ellos, vinieron, mi vecina me dijo que se iba a matar— ¿de qué habla? Pregunto Tyler. – ¡!quieren morir!!— grito el señor. Nos apartamos por precauciones. Era lógico que no era algún zombi, ellos no hablaban. El señor se acercó unos pasos más.
Retrocedí de una forma torpe que me caí y tuve que volver a levantarme de golpe. – ¡!señor aléjese!!— grite con un gemido de temor. Pero el hombre parecía no haber escuchado y siguió acercándose como si todo estuviese normal.
Aun no lograba ver su rostro, pero unos pocos pasos más adelante una luz se encendió, causando así que este chocara con la cara del hombre. No tenía orejas, los ojos estaban sobresaltados, por primera vez en mi vida había visto aun tipo de esa forma. – ¡!carajo! Comento Dayana. Pude ver su expresión de pánico en su rostro. ¡Corran!. Grite.
Lo más sorprendente fue que el hombre nos seguía a trote, no se detenía,-- ¡!quieren morir!! Grito el hombre. – ¡!no paren chicos!!— grite presa del pánico. Nos dirigimos a un edificio, medio viejo, pero parecía tener una buena estructura. Gire la cabeza hacia atrás El hombre había desaparecido. Mire al frente, Tyler había desaparecido junto a Dayana. Pero lo que había adelante me freno en seco.
Un par de personas se encontraban en frente mío, sus miradas eran de personas despeadas, la maldad reinaba sus mentes. Muchos sin orejas otros no tenían un ojo. – ¡!miren quien vino a morir por nosotros!!- grito una señora. Luego un hombre se vino en su encima y le arranco un brazo. Mi cuerpo empezó a temblar. Aquel episodio fue lo peor que había visto hasta ahora.
El hombre empezó a devorar el brazo, parecía estar contento de su acto. – ¡!estúpido!!. Grito la señora. La rabia se notaba en su rostro. Un chico, se lanzó de unos de los muros y cayo de cabeza lo cual causo que muera por romperse el cuello. Todos empezaron a pelear entre ellos, al parecer no eran tan listos. – ¡Alex!— grito alguien. Gire la mirada, Tyler ya hacia atrás de un auto al lado de Dayana. Me hizo una señal para que viniera.
Corrí sin pensarlo, lo único que deseaba era librarme de aquellas cosas y de la muerte. Me coloque al lado de los dos, Dayana parecía haber llorado. Las lágrimas aún estaban en su rostro, aun no entendía aquel momento, aun con el estado de nuestra situación, todo no parecía tener final alguno. – Eran personas— dijo Dayana. – Tyler abrazo a Dayana para calmarla. – Jamás pensé que vería una cosa así de espantosa— gracias por avisarme, capas no salía vivo de ahí.
Nos alejamos con algo de sigilo del lugar, era como una misión de rescate, pero yo comprendía que aquellas películas de acción tenían un trama prefecto, pero el nuestro solo era el morir o vivir. No era el mejor que digamos.
El compañerismo no era una buena opción en ese instante, pero la ayuda la necesitábamos. Cada uno daba su parte. – Chicos creo que tengo toda la culpa— oye amigo claro que la tienes, pero todos cometemos errores. En ese instante me acorde de Sebastián, ¿dónde estaba? – ¿oigan alguien sabe dónde está Sebastián? Cuando llegamos a la casa, lo vi salir y correr hacia ese edificio— dijo Tyler.