SIGUIENTE

       la casa, estaba con mucha ventilacion. nos metimos entre la meza. mire a Sebastian. - por favor amigo, no ladres.- mires lo que mires o oigas lo que oigas. Sebastian me miro, y luego dirijio su vista a la puerta. 

    apenas los pasos del monstruo se oyeron cerca. me tape la boca. Sebastian no quitaba la mirada de la puerta. ¿como habia llegado hasta esta situacion?. ¿seria cierto lo que me dijeron sobre Julian aquellos locos?. ante aquel momento, las pisadas, sesaron. deje de pensar unos minutos, y me consentre en oir los pasos. Sebastian se habia ido a una de las ventanas traseras de la casa. segundos despues lo segui. abri una de las ventanas lo mas lento posible. 

       apenas mire a mi atras, el ente irrumpio el lugar, destrosando la puerta. Sebastian salto por la ventana sin pensarlo. el ente me golpeo fuerte mente, ante aquel golpe, sali volando hacia la ventana, rompiendola con la espalda. cai al suelo, con mucha fuerza. un gemido hiso notar mi dolor. 

           un dolor en el estomago, me invadio rapidamente. con una mano, tratava de levantarme, mientras que con la otra, me cogia el estomago. Sebastian se hallava a mi lado, el ente, ya se hallava derritiendo el cemento de la pequeña casa. 

       luego de dos fuertes esfuerzos, me levante con un dolor en el estomago. camine lo mas rapido posible, ya que el trotar mucho, me hacia retorcerme mas. las lagrimas ante aquel dolor, eran otro problema. 

    salimos de la pequeña ciudad. corrimos entre la arena, que antes era tierra o pista. todo parecia ser algo muy loco, desde un punto de vista muy absurdo. ya que la cadena de destrucciones, iria destruyendo poco a poco el planeta.  corrimos lo mas lejos posible. ya estando a una distancia prudente, logre ver al ente, salir y ver todo al rededor. corrimos sin detenernos. 

        luego de varios minutos, el golpe me afecto mas, tumbandome en el suelo inpesperadamente, Sebastian se coloco al lado mio. hasta que me desmaye. 

    un sueño no parecia incomodarme. el rostro de mi madre, fue lo que revalso mi paz, el recordarla despues del accidente. no tuve ningun sueño reconciliador, pero en uno de ellos, logre ver sombras y luces radiantes, luces que bajaban del cielo y rosaban con toda la tierra.