Un Maravilloso Desastre

Capítulo 19

Capítulo 19

Adriana.

Saber que estas con la persona que amas es lo más hermoso y maravilloso que puedes sentir, es algo que es difícil de explicar, sabes que es esa persona cuando con solo pensar en ella te saca una sonrisa, con su mera presencia te hace erizar los vellos de tus brazos, estarás para ella sin importar lo que pase, sabrás que merece algo mejor que tu y no entiendes como pudo fijarse en ti cuando existen personas con menos problemas que los tuyos.

Cuando conocí a Dylan nunca pensé que íbamos a terminar así, muy enamorados y con una hija hermosa. Mi bella Samantha, la luz de los ojos de Dylan y mi princesa.

A pesar de tener familias con dinero el haber tenido a Sammy a los 17 no fue fácil, mis padres se enojaron por mucho tiempo, casi la mitad de mi embarazo y los de Dylan bueno, se enojaron pero su papa le ofreció un trabajo en la empresa para que pueda mantenernos a Sammy y a mí, poco después de la graduación el que Caroline y Soph se vayan me deprimió en cierta parte, eran mis amigas – Mas Soph que Caro – y aunque con Caro tuvimos un roce hace muchísimo tiempo por culpa de James no dejamos que eso nos venciera.

Conocimos a James cuando comenzó el curso, el venia de intercambio y en los pasillos se escuchaba el rumor de que un chico guapo vino de intercambio todavía no se sabía el año que cursaba pero no me importaba, no lo conocí sino hasta la semana después mientras que Caro lo conoció el mismo día, fue algo muy cómico, el tropezó con ella y mi amiga con lo delicada que es lo insulto. Después no lo quería ver ni en pintura pero cuando yo le hable y lo integre al grupo tuvo que aceptarlo, una cosa llevo a la otra y a las dos nos empezó a gustar, yo me moleste en un momento por que según ella, el no le interesaba en lo mas mínimo y ¿Ahora si le gustaba? No me parecía justo, no le hable por una semana. En esa semana Soph y yo nos unimos mucho, aunque ella decía que debía hablar con Caro y arreglarlo igual estaba para lo que necesite.

Steph estaba todo el rato con Caro, hasta que un día se cansaron y nos pusieron cara a cara para que lo habláramos.

Fue muy incomodo, pero después de eso prometimos no pelear mas por un hombre, no queríamos que nuestra amistad se dañara por una estupidez como esa.

Después apareció Dylan, empezamos a salir y una cosa llevo a la otra. Me alegra que así fuera.

Pero bueno a lo que estaba, me deprimí en cierta parte pero pude estar alegre un poco ya que todavía Steph se quedaba aquí en la universidad local y cada vez que puede viene. Un tiempo se quedo con nosotros a vivir por culpa de sus padres que la echaron de su casa al ella no escoger la carrera que ellos le impusieron, pero a los meses con sus ahorros encontró y pago un apartamento cerca de la universidad. Encontró trabajo de medio tiempo y está estudiando para mantener las notas altas y mantener su promedio para que no le quiten la beca.

Las admiro a ellas, a pesar de todo lo que han pasado pueden salir adelante, y yo se que también yo con mucha ayuda de Dylan pude salir adelante.

- Amor ya llegue – grita Dylan cerrando la puerta.

- En la cocina – grito. Lo veo aparecer quitándose la corbata.

- Esta cosa ya me molesta – suelta un gruñido, rio al verlo pelear con ella. Me mira - ¿Qué es tan gracioso? – pregunta acorralándome, dejo las cosas que estaba usando para hacer la cena. Coloca sus manos en mis caderas y me da un beso que me deja con ganas de más, nunca me canso de este hombre.

- Otro – pido, me lo concede.

- Ya, ¿Cómo estás? – me pregunta.

- Muy bien amor, ¿Cómo te fue en el trabajo? – le pregunto mientras me suelta y se sienta en la mesa que tenemos en la cocina a verme hacer la cena. Me apuro a terminar de hacer la comida.

- Algo cansado – contesta - ¿Dónde está mi princesa?

- Con mis padres, se quiso quedar hoy con ellos – le comente.

- ¿Enserio? ¿No lloro? – pregunta.

- Pues fíjate que no – apago la cocina y empiezo a servirnos.

- Que raro – dice mientras se lleva un trozo de comida a la boca, pero parece caer en algo – Estamos solos – me mira fijamente mientras come.

- Que observador – me rio.

- Hablo enserio, no tenemos una noche solos desde que Sammy nació – me dice, es verdad. Desde que Sammy nació nos hemos dedicado plenamente a ella, son pocos los momentos que podemos tener para nosotros pero son de momentos pequeños. No noches enteras como la de hoy.

- Es cierto ¿Qué hacemos? ¿Jugar Twister? – le pregunto con una ceja levantada - ¿Monopolio? ¿Cartas? – me rio al ver su cara de indignación.

- ¿A poco tenemos esos juegos? – Pregunta confundido pero niega con la cabeza – Olvídalo, ¿No puedes hablar enserio? Y yo que pensaba la noche de otra forma – exclama con un toque pervertido.

- ¿A si? ¿Quieres darle un hermanito a Sammy? – recojo los platos y los coloco en el lavavajillas, en eso llega Dylan y me abraza por detrás.

- No un hermanito, pero podemos practicar para ello ¿No crees? – me susurra al oído.

- Podría ser – le digo cuando me doy vueltas entres sus brazos, coloco las manos en su cuello y me paro en puntillas para darle un beso casto. El beso va aumentando y empieza hacer calor cuando de repente suena el teléfono.



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En el texto hay: secretos, amor, amistad

Editado: 19.09.2020

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