El camino a Clintownhouse estaba repleto de cedros y campos, la ciudad ya se ocultaba en el horizonte, pronto el transporte tomaría camino a la derecha y atravesando los mismos paisajes llegaría a la ciudadela del colegio. Exquisitas casas con jardines contemporáneos y fuentes adornadas de adoquines se incorporaban al camino, aquéllas eran las casas de los profesores del colegio o algunos estudiantes con el lujo de vivir en uno de aquellos castillos. Árboles adornaban el camino al colegio que ya levantaba su semblante a la distancia. Un gran campus daba la bienvenida con una fuente aperlada y árboles brindado sombra a los estudiosos, justo en frente un gran edificio de color blanco se levantaba con aires a museo de antaño. Al costado de este los edificios de enseñanza se alzaban y la plaza deportiva hacia incapie en el fondo.
El auto bus viró en la rotonda anterior al colegio para estacionarse y abrir sus puertas. — ¡Avispa te! Ya están bajando todos —dijo Josefth sacudiendo el hombro de Kley— vamos pronto ¡muévete! cebo andante —. Kley miro a Josefth con ojos de duda ya que nunca estaba así, preferían siempre esperar hasta que el último chico se hubiese bajado —. ¿Y ahora que mosco te pico? —preguntó Kley indignado mientras paraba la fila de chicos para colarse. Josefth tomó la mano de Kley y entonces señaló a una joven distinta a las demás, no era muy alta usaba lentes y tenía un estilo gótico. —Ella es mi novia —exclamó con ánimos— es de nuevo ingreso. —Kley soltó una pequeña sonrisa burlona y dijo —Sí claro, en tus sueños.
Una vez se hubieron en la entrada de Clintownhouse tomaron camino hacia la cafetería, mientras que venían y iban chicos kley tomó el hombro de Josefh y preguntó — ¿De verdad te gusta esa chica? —dijo como dudando de los sentimientos de él — digo pues... Es bastante misteriosa y no habla con nadie —Josefh sonrió como un loco enamorado y dijo: eh ahí el dilema, el misterio que la envuelve me enamora. Desde el año pasado la chica misteriosa había llegado a la institución, solía vestir de negro y su presencia tan siquiera era notada por los demás. Incluso Kley quién era alguien amigable y buscaba ayudar al de menos amigos no la habia visto ni pasar.
—Vamos Josefth —reclamo Kley— ahora me toca a mi arrastrarte. —le tomó del brazo y lo arrastró hasta la cafetería, aquél era un lugar muy elegante donde los estudiantes de Clintownhouse se reunían o pasaban el tiempo. —Yeory ¡ahí estás —chilló Kley en el lugar, mientras Josefth se quedo como un gato en la entrada de brazos cruzados— ¡Monseniur! Tanto tiempo sin verte pequeño ratón —dijo Yeory jugando con los cachetes de Kley— claro, se que eres mayor pero... Déjame. — Claro que eres más pequeña ¡Eres una pitufa!.— bromeo Kley hasta que hubo resivido un golpe de asedio por parte de Marcos que le replicó. —Sabes que aquí el más fuerte soy yo —presumió dándole un fuerte abrazo a Kley. — ¿Y Josefth? —preguntó a primera opción— pensé que estaría aquí —. Lo estaba —respondió Kley— ya sabes como es, últimamente sólo desaparece sin decir nada —. Entiendo —asintió Marcos— hoy espero verlos a todos en el escondite ruidoso —remarcó en tono serio. —¡Obvio!—saltó Yeory —nos vemos yo iré a buscar al señor de los anillos —dijo Kley saliendo del lugar.
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Mientras que el fanfarrón de Marcos estaba presumiendo su fuerza, Josefth aprovecharía el momento para escabullirse del lugar. Quizás con suerte podría hablarle a la "chica misteriosa", mientras salía atravesando los senderos de marfil falso de la cafetería una joven lo saludo con brillantes y elegancia en su andar—. ¡Josefth amigo! —era Belinda que con una sonrisa le hablaba—. ¡Ey hola Belinda! —contestó de lejos y sin inmutarse a darle un abrazo— ¿buscas a Kley? —preguntó adivinando por el sonrojar de su cara —él está en la cafetería con Marcos y Yoery. —siguió luego su camino mientras Belinda de igual. manera seguía hacia la cafetería. Josefth sabía que aquéllos dos estaban más locos por amor que por desdicha, no quería arruinar el momento por lo que mejor sería alejarse. Miro por todos lados en busca de aquélla chica pero no había rasto de ella, sentó cabeza y se dirigió a los tocadores más cercanos.
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Justo Kley estaba por pisar el camino de marfil cuándo a la distancia divisó una bella joven, se quedó inmóvil esperándola y con cada metro que se acercaba su corazón se aceleraba como un motor, hubiendose cara a cara saltaron ambos de felicidad dándose un abrazó fuerte y percibiendo el dulce aroma de ella —.Te extrañe tanto —suspiró Belinda mientras aún le abrazaba. —Yo más— aquélla escena hizo que olvidase por completo lo que estaba haciendo y al abrazo se le unió Yeory diciendo —. ¡Abrazo grupal! —todos sus amigos eran muy unidos y no se discrepaba un abrazo. Luego del colapsó mental por el flechazo de cupido Kley recordó lo que en realidad estaba por hacer, se dirigió a Belinda de forma seria y le preguntó si había visto a josefth —. Claro, hace unos minutos lo vi —respondió sonriendo— ¿pasó algo? —se encogió de hombros y puso una cara de susto —. No, realmente sólo se fue sin decir nada, lo buscaré más tarde— Belinda soltó un respiro de alivió, mientras que Yeory jugaba con el cabello de ella —. Porqué tienes el cabello ¡tan hermoso! — dijo con ojos de adoración. Después de un rato el reloj marcó la hora de entrada y las campanas ya empezaban a repicar, Kley se marchó a su clase junto a Belinda y Marcos que eran de la clase 4-C —¡Todos en el escondite ruidoso! —recordó Marcos antes de ir se.