“La masa busca al líder, no porque lo estime sino por interés;
y el líder acepta a la masa por vanidad o por necesidad”
Marlene Dietrich.
Había llegado el día, no se encontraba nervioso. No, ni mucho menos, estaba cumpliendo su deber, su derecho como ciudadano. Después de tanto esfuerzo y planeación, por fin había llegado al poder, se había convertido en presidente de Alemania, en Fühler.
Se miró en el espero examinándose, en pocos minutos le hablaría a su pueblo.
_ Lo estoy logrando mama- susurro para sí mismo.
Cerró los ojos, mientras suelta un suspiro.
_ ¿Adolf?- su hermana cruza el umbral – estas guapo.
Le dice mientras lo arregla un poco, pero sabe realmente que esta impecable. Los ojos de su hermana se humedecen, ella era la única familia que le quedaba, el trata de no inmutarse.
Había cometido muchos errores antes de llegar hasta allí, pero por fin la vida parecía sonreírle.
_ Mama estaría…
No la deja terminar.
_ Lo se.- le levanta la mirada- Esto lo hago por ella.
Niega con la cabeza mientras lo observa.
_ No deberías, ya no le debes nada.
_ Le debo la vida- dice tajante.
Las puertas se vuelven a abrir, esta vez es un hombre vestido con su traje militar, da un asentimiento dirigiendo su mirada al Fühler.
_ Es momento Paula.
La estrecho en sus brazos, y con delicadeza después de un fuerte abrazo la soltó. Respiro hondo, debía hablarle al pueblo Alemán.
Mira a su alrededor encontrándose con un millón de personas, que gritan su nombre, que ondean banderas; arregla en micrófono enfrente de él, que suelta un ruidito, mientras se posiciona.
La multitud se calma, era momento ahora de conquistarla.
“El artista es mediocre cuando razona en vez de sentir”
Le Bon.
“Compatriotas alemanes… el 30 de enero se formó el nuevo gobierno nacional. Yo, y conmigo el movimiento nacional socialista, nos hemos incorporado a él; Siento que el objetivo por el que tanto he luchado en los años pasados, ha sido alcanzado. Cuando termino la guerra en 1918, yo era igual que muchos millones de otros alemanes, no responsable de las causas de la guerra, no responsable del estallido de la guerra, y no responsable de la situación política de Alemania.
Yo solo era un soldado entre otros ocho o diez millones de soldados.
Hubo un tiempo en que un alemán, solo podía estar orgulloso del pasado, cuando el presente causaba vergüenza. Con el declive de la política extranjera y la decadencia del poder político, comenzó el derrumbamiento interno, la desolación de nuestras grandes organizaciones nacionales, y la decadencia y la corrupción de nuestra administración. Así compenso el declive de nuestra nación; todo esto fue causado por los hombres de noviembre de 1918, y ahora vemos como se derrumban clase tras clase. Las clases medias están desesperadas, centenares de miles de vidas están arruinadas.
Año tras año la situación se hace más desesperada, decenas de miles se declaran en quiebra. Y ahora el ejercito de los desempleados comienza a engrosarse…uno, dos, tres millones, cuatro millones, cinco millones, seis millones, siete millones… sí, hoy en día podría ser entre siete u ocho millones.
“a las masas, con su mentalidad femenina, les gusta ser seducidas”
Le Bon.
¿Cuánto tiempo puede continuar esto? Estoy convencido, de que debemos actuar ahora. Si no queremos llegar demasiado tarde.
Por consiguiente he decidido. El 30 de enero, utilizar a mi partido- antaño de siete hombre y ahora de doce millones- para salvar a la nación y a la patria.”
Su respiración es agitada, trata de calmarla mientras traga duro. Lo único que logra escuchar es el grito, el bucillo de las personas enfrente de él. Va por el sendero de la victoria, ya nada podría detenerlo ahora…el fin está más cerca que lejos.
“Cuando el erro se hace colectivo adquiere la fuerza de la verdad”