– ¡¿Qué?! – Dije mirando a los chicos frente a mí. No están pensando en que yo mate a esa cosa, ¿verdad?
– En serio Elle, debes hacerlo – Menciono Carter.
– ¿Cómo que debo? – Cuestione.
– Elle, si no lo haces él te matara y a nosotros también – Dijo Mason mirándome.
– Esto es en serio, piensan que estoy loca – Señale. – ... pensándolo bien si creo que estoy loca. – Aclare dándome la vuelta y saliendo de la casa.
Estaba harta de todo esto, cuando por fin mi vida toma un rumbo normal pasa esto y acaba con mi estabilidad. No puedo estar luchando todo el tiempo, ya no quiero seguir haciéndolo.
Caminé hasta que mis pies dolían y me senté en el suelo del oscuro bosque, no tenía miedo de estar aquí este era mi único lugar seguro. Sentí la brisa fría arropando mis hombros desnudos, y lo disfruté por un momento quería quedarme aquí para siempre, pero tenía que hacer frente a los problemas.
Así que corrí de nuevo a casa y cuando llegué me encontré a Mason recostado en un árbol.
– No se supone que los fantasmas atraviesan paredes, ¿Cómo puedes estar recostado ahí? – Declare con tono burlón.
– Saliste de la casa como si quisieras matarnos – Dígase esto con mucha ironía – Y ahora hasta chistes vienes a decir.
- En serio debo preguntar en internet como matar a un fantasma – Masculle entrando a la casa, seguida de él.
¿Esto es un error?
Seguramente.
¿No lo pensé suficiente?
Eso es un hecho.
¿Puede que esto termine mal?
Es lo más probable.
¿Lo hare de igual forma?
Obviamente.
– Ok chicos lo hare, pero con una condición – Explique intercalando la mirada entre ambos – Cuando esto termine este supuesto don que tengo, no lo quiero más.
(...)
Aun sigo creyendo que cuando despierte en la mañana todo esto habrá sido una pesadilla, pero no, al parecer todo lo que esta pasando es real.
La noche anterior estuve hablando con el dúo fantasmal (sí, ya les puse nombre) sobre si era posible renunciar a este don. Dijeron que era algo que podía matarme, pero igual quiero hacerlo no tengo nada que perder, ¿verdad?
Esa mañana baje a desayunar a la cocina, encontrándome a los chicos en la puerta.
– ¿A dónde van? – Inspeccione
– Buenos días para ti también – Señaló Mason
– Vamos a un lugar importante, bonita – Dijo Carter
– Confórmate con eso – Expreso Mason y ambos salieron a paso apresurada de la casa.
– Ash, estos estúpidos me tienen harta
El día transcurrió con normalidad (lo más normal que pude ser con dos fantasmas en tu casa, claro) los chicos no llegaron hasta bien entrada la noche, cuando yo estaba lista para dormir.
– Umm, ¿ustedes duermen? – Pregunte sentada en mi cama
– No tenemos la necesidad, pero yo lo hago – Respondió Carter y salió de la habitación con la excusa que mis palabras le habían dado sueño.
– Y tú, ¿también duermes? – Le pregunte a Mason, él me respondió con una mala mirada y también salió de mi habitación.
– Uff, en serio le caigo muy bien – Me dije a mi misma con sarcasmo
Después de reflexionar sobre lo mal que estaba todo (como hago cada noche) decidí dormirme de una vez por todas.
– ¡Corran chicos, no se detengan! – Gritaba una voz a mi espalda
Había una figura a mi lado, una persona que quería y con quien debía huir.
De repente un golpe seco nos lanzo al suelo, mi cabeza palpitaba y dolía sentía la humedad de la sangre en mis labios, mis ojos no lograban enfocarse, y cuando por fin lo hicieron desee jamás a ver visto lo que vi en ese momento.
Su cuerpo estaba tirado en el suelo, estaba cubierto de sangre e inmóvil. Al ver esa escena mi corazón dejo de latir sentía un dolor intenso apoderándose de mí, y llore como nunca lo había hecho...
– Despierta, despierta pequeña – Era Mason, estaba sosteniendo mi rostro entre sus manos. – No era real pequeña todo está bien.
– Eee ... estaba muerto y había sangre mucha sangre... – Sentía la humedad en mis mejillas y el dolor en mi pecho, todo se había sentido tan real.
– Solo era un sueño, por favor no llores – Pude sentir la desesperación en sus palabras. En ese momento sentí el impulso de abrazarlo y por supuesto lo seguí. Al principio se lo tomo por sorpresa, pero después de uno segundos también me rodeo con sus brazos.
Era tan calmante sentir sus brazos a mi alrededor, no quería que se apartara jamás.
– Por favor no te vuelvas a ir – No reconocía las palabras que salían de mis labios.
– No lo hare pequeña.
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Editado: 14.07.2021