Un mundo sin color propio

I

TOMA DE DECISIONES (PARTE I) 

Evangelina Clark 

Cierro el libro que actualmente estoy leyendo "Una tortura llamada Soledad"  suelto un gran suspiro de cansancio, me fascina leer y esta es una de mis lecturas favoritas, es demasiado interesante y  me intriga mucho saber que va a pasar en cada capitulo, me encanta ver como los personajes se están basando mucho en la vida real, pero me estresa un poco no saber quien es el escritor del libro.

Lo único que da a revelar es su seudónimo, se hace llamar Leiner. Una sonrisa un tanto bobalicona se forma en mi rostro, por que de todos los escritores que conozco Leiner se destaca en mi lista de favores.

Me estiro un poco antes de dejar el libro sobre la mesita de noche y salir de mi habitación, la casa permanece en total silencio es casi normal, lo extraño seria que hubieran personas en casa. 

Papá pasa mucho fuera de casa, sus viajes de trabajo no le permiten pasar tiempo conmigo, quizás uno o dos fines de semana y luego se va por mas de un mes, mi madre solo se concentra en su trabajo digamos que su mundo solo gira alrededor de las empresas Clark, y mi hermano Evans obviamente estudia, así que su tiempo esta disponible solo para la Universidad.

Camino hacia mi habitación de inspiración, antes solía ser la oficina en casa de papá pero el decidio remodelarlo y acoplarlo para mi en la cual guardo todos mis materiales, caballetes, temperas, acuarelas y sobre todo pinceles

Abro la puerta de la habitación y el olor a pintura nueva y fresca llega a mi, me adentro y mi mirada se dirige directamente al motivo de aquel olor, son nuevos frascos de pintura que están ubicados en una de las mesitas, sobre estos hay un pequeño papel, me acerco y lo tomo, esta escrito lo siguiente:

"Para la pequeña pintora, un regalo de parte del hermano mas cariñoso, sexy y galán de todo el mundo".

Psdt: Lina tienes que escoger una decisión y creo haberte dado una pista de cual seria la mejor decisión, guiño guiño.

Doblo el pequeño papel y lo guardo en uno de los bolsillos traseros de mi pantalón, lo que dice Evans es muy cierto, tengo que escoger una decisión. Esta edad suelo llamarla, la edad de las inseguridades.

Tengo miedo, así como cuando Evans tenia miedo a seguir la carrera que había escogido, o cuando fue su primera vez conduciendo y temía por atropellar a alguien, recuerdo que lleno el auto de almohadas solo por que tenia miedo de salir herido, fue algo muy raro al principio pero de alguna manera Evans dejo sus miedo a un lado.

Salgo un momento de la habitación por que me siento un tanto estresada de tanto pensar, cada vez que tengo este pensamiento, mi cabeza empieza a doler, lo he tenido durante mucho tiempo, y no es nada difícil decir que mi decisión es ser artista. Lo difícil esta en que la Reina lo acepte.

PinkGray es un pueblo que no posee universidades de Arte, lo normal es salir del pueblo y viajar hasta Sacramento, California. Pero ¿Podre hacerlo? ¿Seré tan valiente para aferrarme a mi decisión y dejar mi hogar? 

No tengo miedo si se trata de papá o Evans, se que ellos me ayudaran, me entenderán y me apoyaran, por que siempre lo han hecho. Pero me queda una persona por decírselo, Victoria Clark, mi madre.

Ella es un tanto diferente, su carácter es fuerte y riguroso, no sonríe muy a menudo a menos de que se trate de algún negocio exitoso, no comparte tiempo con sus hijos pero si los obliga a estudiar lo que ella quiera, es la reina del imperio Clark.

Una vez llego a la cocina, me dirijo a tomar un vaso de agua, para poder así pensar claramente todo lo que hare. No me queda mucho tiempo, si quiero ir a la universidad de las Artes de Sacramento, debo viajar lo mas prono posible, así que debo decírselo pero no es algo que pueda tomar a la liguera, por que no se como reaccionaria.

Escojo uno de los vasos que están en los anaqueles y lo empiezo a llenar de agua, pero todo esto se queda a medias por que una voz me deja atónita. Su voz.

—Así que aquí esta la pequeña Eva Clark— dice con ese acento tan peculiar que tiene, mi madre posee un acento proveniente de Rusia, país natal de ella— Es bueno encontrarte, casi no he pasado tiempo con mi pequeña hija.

Siento como mi cuerpo se tensa cuando dice "Pequeña hija" me volteo lentamente con el vaso de agua en mis manos, la observo detenidamente, para que han pasado años desde la ultima vez que la vi pero la verdad es que no, hace como 1 mes y medio que la vi.

Para ser sinceros no parece alguna señora de su edad, su cabello oscuro esta peinado en una coleta alta y eso hace que se note las finas líneas de su rostro, su maquillaje es muy suave pero sus pómulos están bien marcados, su mirada solo esta fija en su celular.

—¿No me vas a saludar Lina? Vaya, me doy cuenta que has perdido tus modales— levanta su mirada y con una ceja perfectamente enarcada me mira detenidamente—pero que linda manera de vestirte Eva, parece que usas los trapos de la cocina.

Asiento lentamente ante sus palabras, no les doy mucha importancia por que se que ella es así, así que rodeo el tema y saco otro: —¿A que se debe su visita, madre?

—Es mi casa Eva, puedo venir aquí cuando quiera— voltea los ojos, y me da una mirada de "es enserio".

—No te gusta estar en casa, según usted, no puedes  trabajar tranquilamente aquí.

Veo como toma un respiro profundo, tratando de ahorrar paciencia: —Eva vayamos al grano de todo esto, vengo por ti pequeña, te tengo una propuesta que obviamente vas a aceptar por que es lo mejor para todos.

Mi ceño se frunce automáticamente: —¿Qué propuesta?

Ella sonríe ante mi pregunta: —Tengo entendido que ya debes ir a la universidad, y por lo que me ha dicho tu padre, no tienes pensado en ir a ninguna universidad, por ahora.




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