Un novio para navidad

Capítulo II

Escucho a Lucas de nuevo quejándose de dolor me acercó de nuevo —¿Todo bien?

—Si, si solo que esa cosa arde hay abajo.

Me tapo la boca para no reír, vuelvo a la cocina para preparar el desayuno cuando mí teléfono suena.

Hola mamá—Trato de sonar animada.

—Cacidi hija te llamo para confirmar.

—Si, ma si iré—Pienso unos segundos y continuó—Iremos.

—¡Que alegría! hija bueno te esperamos.

Lucas sale del baño pero cuando lo veo no aguanto la risa y suelto una carcajada tenía tiempo que no me reía así, la risa era tan fuerte que tenía que agarrarme la barriga.

Bien Lucas salió con unas bragas de encajes que yo tenía en el baño y un sostén del mismo color rojo, ¡okey, sus pelotas se salían de las bragas realmente se veía chistoso—¡¿Que?!... ¡¿Qué?!... haces eso no es para hombres—Solte otra risa.

Lucas arqueo una ceja y dió una vuelta en el mismo lugar—No, por dios Lucas quítate... Quítate eso, esa ropa es para chica.

—No crees que me veo sexy— Sonríe caminando de un lado a otro de forma muy graciosa.

—¡Noooo!—digo entre risas—Creo que quede traumada.

Él regresa al baño y yo le doy unos vaqueros negros y una franela blanca que eran del  triple “I”(Imbécil, Idiota, Inmaduro).

Sale de nuevo pero esta vez vestido  con la ropa que le di, no lo niego le queda perfecta la franela se le ajustan muy bien al pecho y lo observó en realidad a quien carajo le miento me lo estoy follando con la mirada.

Él ojos azules se percata de mi forma de mirarlo y carraspea sacándome de mis lujuriosos pensamientos. Veo que intenta acomodarse el bulto por encima del pantalón una, dos, y sigue hasta que se desabrocha  el  pantalón y se mete la mano.

—¿Qué piensas que hacés pervertido?.

Hace un gesto de dolor—Me arde y me pica, te recomiendo que no uses eso que se llama shampoo en tu parte íntima.

Me pase la mano por la cara
—¡Demonios!, te echaste shampoo en tu pene.

—Si—sigue rascándose a su amiguito bueno mejor dicho a su amigototote—Es que decía da volumen y brillo—Se encoge de hombros—pense que me serviría.

Hago un chasquido con la lengua
—¡Nahhh!, De verdad tú ni necesitas eso porque creeme dios te super doto—Las palabras salieron de mí boca sin pensar.

—Me estás queriendo decir que tengo el pene grande, que halagó grácias—Sonrie de oreja a oreja.

Lo ignoro —Vamos a desayunar que hay que hacer las compras para la Navidad, tenemos que estar puntuales.

Pongo una Taza de  chocolate caliente y Lucas sin pensarlo dos veces se dió un sorbo.

—¡ahhhhh!, Quema quema— se saca la lengua y empieza abanicarla.

—Por favor—miro el techo—no me lo pudiste enviar que por lo menos identificará entre frío y calor.

—¡Oye!—no entendía muy bien que me decía Lucas porque tenía la lengua mordida con sus  dientes.

—Lucas me voy a duchar espera aquí.

Me dirigí al closet y tome lo primero que ví un vaquero negro y una franela de tiras rosa.

Luego voy al baño, abro la regadera y dejó que el agua fría recorra mi cuerpo después de bañarme cepillo mis dientes veo que el cepillo está mojado de seguro Lucas se cepillo con él.

Lo coloco en mi boca y empiezo a lavar mis dientes salgo mientras canto mentalmente la canción colgate.

Lucas abre sus ojos como platos y escupe el chocolate de nuevo en su taza—Eso era para la boca—Señala mi cepillo de dientes

Asiento —¿Por qué?

—Yo pensaba que era un lava trasteros.

Dejo los movimientos mierda, mierda, entro al baño otra vez y enjuagó mi boca con agua una y otra vez...

Salgo del baño echa una fiera,—Estas loco como te vas a pasar mi cepillo de dientes por el culo ¡Demente!—hago una mueca de asco.

Me vestí y miré mi reflejo al espejo, rubia , cabello liso negro con unas californianas amarillas, delgada de estatura media, ojos color cafés, nunca me había considerado linda, para nada, mi cuerpo es delgado, Dios me castigo y me condenó a vivir sin tetas, pero... Tararararara... Me regaló una buen trasero.

—Ya terminé de comer  Cacidi—Dice Lucas mientras camina hacia mí.

—Bien iremos al centro comercial para comprarte la ropa de esta noche.

Lucas sonríe de oreja a oreja y hace algo inesperado me da una nalgada en el trasero.

—¡Heyyy! ¿Qué te pasa?—trato de sonar ofendida pero la verdad que no estoy nada ofendida si fuera por mí le digo otra vez,

dame otra pero no comportate Cacidi exige mi conciencia.

Lo siento es que pensaba que eso hacían los novios—agacha la cabeza.

Inhaló y exhaló una buena bocanada de aire.

—Bueno Lucas ya vámonos...


 



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En el texto hay: romance fantasia comedia

Editado: 15.12.2021

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