CAPITULO XI
Amanda
A la mañana siguiente me levante con muy pocas ganas de ir a la oficina. La noche anterior Julia me había seguido fuera del restaurante y me llevo a casa, no tuve mas opcion y le conté todo lo que me había pasado unos meses atrás.
-Julia, no fue solo el engaño lo que me dolió...le cuento.- Fueron muchas cosas, durante años estuve a su lado, lo acompañe en todo, lo apoye, construimos nuestra casa con mucho esfuerzo de parte de ambos...sigo.- Siempre me hizo sentir menos, porque económicamente yo ganaba menos que él, y no contribuía en la misma proporción. Nunca me dijo nada cuando me arreglaba para salir, nunca me sentí linda junto a él. Siempre fue frío conmigo.- Trago saliva y sigo..-en la intimidad nunca pude comparar, ya que el fue mi primer amor y el único. Pero nunca me sentí una mujer completa en ese sentido.-lo digo con dolor.
-Que?.-me dice Julia.-Solo un hombre en toda tu vida?.-la miro y parece que le doy pena.
-Eso va a cambiar.- continúa..-yo me voy a encargar de eso.- y me hace reir.
Se quiso quedar conmigo esa noche, se lo permití, así que a la mañana siguiente al levantarnos desayunamos algo rápido, fuimos a su casa para que se cambiara de ropa y nos dirigimos a la empresa.
Al llegar a mi oficina, encontré un arreglo de rosas rojas sobre mi escritorio, con una nota.
"Mereces todas las disculpas posibles...Augusto" se leía en ella.
Me quedé por un momento contemplando esas hermosas rosas y miraba la nota una y otra vez.
Reaccionaste mal.-me decía mi conciencia.
De nuevo Carlos saca lo peor de ti.-continuaba.
Sabía que Augusto no era el único que debía disculparse, yo también debía hacerlo. No me detuve a pensar mucho, simplemente de dirigí al elevador.
Subí a su piso, y pedí a su secretaria para hablar con él, enseguida me hizo pasar.
Al entrar él estaba de espaldas a su escritorio, miraba por la ventana hacia la ciudad.Se gira hacia mi. -No tengo forma de volver el tiempo atrás.- me dice.-Pero voy a enmendar mi error, en verdad lamento haberte expuesto de esa forma.-se nota arrepentido.
-Sr. Villordo.- lo interrumpo, pero el me señala que tome asiento. Lo hago y continua -Tienes razón en enojarte, me entrometí en tu vida privada, pero déjame decirte que lo hice únicamente por seguridad.-
Intento controlarme.-Sr. yo también debo disculparme, no me comporte como es debido. Encontrar esa carpeta en su escritorio me recordó todo..digo con esfuerzo- todo lo que había logrado dejar atrás.- se acerca a mi y me toma las manos.- yo...yo...hice cosas de las cuales no estoy muy orgullosa.- termino diciendo.
Recuerdo que fue un momento oscuro en mi vida, no me importo mi familia, ni mis amigos, no importo mi vida, vida que puse en riesgo ingiriendo esa cantidad de pastillas. Tengo vagos recuerdos de mis padres llorando en el hospital, yo conectada a unos aparatos casi inconsciente. Les hice tanto daño,me hice tanto daño a mi, que al recuperarme de ese episodio decidí volver a empezar. Decidí buscar un nuevo comienzo para mi.
Augusto
Esa mañana de camino a la oficina pare en una florería y encargue un arreglo de veinticinco rosas rojas, les indique la dirección tome una nota y escribí…"Mereces todas las disculpas posibles...Augusto". Sabía que la había obligado a hablar, yo la obligue a que cuente lo que le sucedió frente a personas extrañas para ella.
Al llegar a la oficina, iba a esperar el momento correcto para hablar con ella, sabía que no era el lugar, pero necesitaba aclarar las cosas. Me detuve a pensar un momento mirando a lo lejos la ciudad cuando mi secretaria anuncia que Amanda estaba fuera.
-Hazla pasar.- le digo nervioso. Sigo mirando la ciudad intentando encontrar las palabras correctas. Giro hacia ella, y le digo. -No tengo forma de volver el tiempo atrás. Pero voy a enmendar mi error, en verdad lamento haberte expuesto de esa forma
.
-Sr. Villordo.- me interrumpo. Odio que me trate con tanta formalidad, prácticamente dormimos juntos en ese sillón, y sin dudas volvería a dormir con ella solo para respirar su perfume.
Le indico que tome asiento, y sigo.- Tienes razón en enojarte, me entrometí en tu vida privada, pero déjame decirte que lo hice únicamente por seguridad.-
-Sr. yo también debo disculparme, no me comporte como es debido. Encontrar esa carpeta en su escritorio me recordó todo.. todo lo que había logrado dejar atrás.- comienzan a caer lágrimas por sus ojos,- me acerco a ella tomando sus manos.- yo...yo...hice cosas de las cuales no estoy muy orgullosa.-me dice.
-Amanda, por favor, primero no me trates de usted, creo que eso esta demas. Segundo, no tienes que explicar nada, absolutamente nada, soy yo el que debe darte explicaciones.-le digo sentandome a su lado sin soltar sus manos. Ella levanta su mirada con los ojos cristalizados, acerco mi mano a su mejilla para limpiar una de sus lágrimas.