CAPÍTULO XVIII
Amanda
Después de la escena que viví con Augusto, no quería salir de la habitación, realmente no entendía nada, y no quería verlo. Cómo iba a hacer para seguir trabajando en la empresa. No quería renunciar, me gustaba mucho mi trabajo, aparte estaban Ana y Julia, no quería separarme de ellas, ni de Emma. Porque tenía que ser así, porque simplemente no podía dejar de molestarme, quedarse con su novia, y dejarme ser feliz.
Decido darme una ducha para recuperarme del cansancio que sentía, habían sido muchas horas de nerviosismo, y definitivamente me había pasado factura.
Golpean la puerta.
-Quien es?.-pregunto.
-Thomas, al no bajar decidí subir a buscarte.-me contesta.
Abro la puerta.- Disculpa, no me sentía bien, pero dame cinco minutos y bajo.- le digo.
-Te espero aca.-me dice divertido
-Ok, cinco minutos!.-cierro la puerta.
Yo seguía con la toalla y la bata después de darme una ducha, así que me puse un vestido corto de verano, unas sandalias y peine mi cabello mojado. No me daba el tiempo de secarme el cabello, asi que decidi armarme una coleta alta. Unas cremas en la cara, un poco de rimel y un color en los labios.
Abro la puerta y efectivamente seguía ahí esperando.
-Hermosa como siempre.- me dice sonrojado.
Me toma la mano y bajamos. Fuimos al bar, donde estaban todos los jóvenes que seguían de fiesta. Así que decidimos ir al jardín a tomarnos unas copas más.
Ya se terminaba el fin de semana, a la mañana siguiente todos teníamos que volver a la realidad.
En un momento Thomas me dice:
-Me ha encantado conocerte, realmente eres una persona admirable.- Lo miro con cariño.- Se todo lo que has hecho por mi prima y la forma en que Emma te busca, me hacen saber que eres una buena mujer.- me va a hacer llorar si sigue hablandome asi.- Quisiera seguir conociendote, si aceptas me gustaría invitarte a que me visites en España. Pueden ir claro con Julia.- termina.
Lo veo y me encanta que se ponga de esa forma, es tan tímido y sensible, es una lastima que no me guste como se merece.
-A mi tambien me ha encantado conocerte!.- le respondo.-...y si me encantaría visitarte, nunca he estado en Europa, y es un viaje pendiente que tengo!.-continuo.
-Genial!.- me dice.
- Pero quiero que quede claro algo.-le digo y él me mira con atención.- Iría como amiga,unicamente asi podria ir. No quiero ilusionarte, yo tuve una relacion que no termino bien, y no estoy lista para creer de nuevo en alguien. Espero me entiendas?.-intento ser sincera.
-Por supuesto preciosa, no te preocupes! Quiero que vayas, más ahora que sé que no conoces Europa. Me encantaría mostrarte mi hermoso país, y el mundo entero si me dejas.-
Se acerca y deposita un beso en mi mejilla.
Lo abrazó y me despido de él.
Augusto
Días después...
Canta como los ángeles, no he dejado de soñar con ella desde que la vi, de escuchar su voz en mis sueños, de imaginarla entrar vestida de blanco. Pero algunos sueños terminan siendo una pesadilla porque quien la espera en el altar no soy yo sino Thomas.
No he podido dejar de pensar en ese beso, he hablado con Patricia para dejar en claro que no quiero nada mas con ella, reacciono muy mal, como era de esperarlo.
Al buscar a Amanda esa noche, la vi con mi primo, estaban abrazados. Eso me molesto tanto que quiera matar a golpes a Thomas. Pero yo era el único culpable.
Patricia apareció y modifico todos mis planes, quería que ese fin de semana sea único, poder acercarme a ella. Que confie en mi. Quería besarla, y lo hice, pero lo que había planeado era pedirle que saliera conmigo, que me diera una oportunidad. No lo logré, y ahora era demasiado tarde, Thomas estaba en el medio. Y ya sabía que después de lo que paso ella no iba a querer tenerme cerca.
No se que hacer...tenerla cerca en la oficina todos los días es una tortura.