—Reachel: ¿que hacemos aquí?— pregunto.
—Sebastian: te acuerdas cuando te encontré aquí y tenías una lagrima en tu mejilla.— lo dice mirándome
—Reachel: si claro que me acuerdo.
—Sebastian: quise traerte aquí porque de algún modo por así decirlo desde nuestro encuentro aquí todo empezó y si dirás que no fue aquí, pero de algún modo siento que aquí mis sentimientos hacía ti incrementaron fue en este lugar por eso digo que aquí comenzó todo.
—Reachel: entiendo lo que dices, mis sentimientos incrementaron más cuando nos besamos por primera vez fue ahí cuando no pude sacarte de mis cabeza y ahora más que nunca— ven vamos—le digo— lo agarro de la mano y lo llevo para donde esta el columpio— subamos— le digo.
Nos subimos en los columpios y nos empezamos a mecernos duro y propuse un reto—quien llegue más alto—dije— obviamente voy hacer yo—dice— ja, demuéstramelo.
Comenzamos a mecernos muy duro que sentía que en cualquier momento me iba a salir de él, note que un instante Sebastian freno pero yo no podía frenar.
—Reachel: Sebastian ayúdame por favor—dije entre risa y duro se escuchaba mis carcajadas tanto que ni podía parar de reír— ayúdame— le decía balbuceando— y aun más me da risa ver como intentaba meterse para frenarme, pero se alejaba cuando veía que le podía pegar una patada—a-y-u-d-a-m-e—no paraba de reír– me tomó por la cadena del columpio la fuerza era tan grande que el columpio se lo trajo consigo y se callo y ahí si nadie me para mi risa, me quedé sentada riéndome, se levanto y se sacudió y se puso entre mis piernas arrodillado y yo no paraba de reírme lo miraba y me daba mas risa— mucha risa, fuera yo quien me estuviese riendo de ti y te hubiese puesto brava—dice— es que da mucha risa—digo— vi como ponía su cara de no gustarle y no me contuve mas y lo abrace no quiso ceder pero después lo correspondió y mi risa fue cesando y solo sentía nuestra respiraciones y los latidos de nuestros corazones, ya cuando estaba mas calmada me separo de él y nos miramos y ahí quedamos ensimismados apreciando nos con nuestras miradas, esta fuerte nuestro sentir que no aguantamos más y nos besamos un beso muy sincronizado, suave sin apuros siendo nosotros mismo, disfrutando de cada rose que nuestros labios producía, bailando al mismo compás de nuestros sentimientos y nada mas hermoso sintiendo como el aura del atardecer y el canto de las aves avisando que es momento de partir son testigo de este bello momento que ha sido guardado en el viento y nuestros recuerdos y hace que confirme que cada día más estoy profundamente enamorada de él.
Nos separamos por falta de aire y después nos sonreímos y el se levanta de donde esta y el me ayuda a levantarme del columpio.
Seguimos disfrutando el resto de la tarde entre juegos que habían en el parque, en risa, besos y abrazos, así de maravillosa fue nuestra tarde que nos sentíamos pleno, podríamos ser él y yo creando nuestro propio mundo, solo bastan momentos así para darse cuenta de que la vida te da muchos momentos lindo al lado de las personas que queremos y te da razones para que sigas con esas ganas de vivir, porque en las cosas sencillas se encuentra la verdadera felicidad y yo poco a poco he ido recuperando mi felicidad.
Nos encontramos en una heladería descansando después de una tarde ajetreada pero maravillosa, cuando terminamos de jugar y él dejara de perseguirme nos encontramos en este lugar pedí un helado de chocolate y el de fresa y entre risa y risa, cuento y cuento el tiempo se nos paso rápido y ya eran las ocho de la noche ya era momento de volver a casa, terminamos de comernos el helado el pago y quedamos que a la próxima que vayamos a salir la que va a pagar soy yo, entramos en una pequeña discusión estúpida el negando y yo asintiendo y como siempre le tocó aceptar.
Nos dispusimos a caminar a dirección a mi casa con las manos entrelazadas como una real pareja. llegamos a mi casa y él se puso frente de mi aun con las manos entrelazadas.
—Sebastian: quieres que te diga una verdad—asentí— me encanto pasar la tarde contigo, fue un momento inolvidable, volvería a repetir este momento una y mil veces— me abraza y yo le correspondo el abrazo.
Nos separamos y yo le conteste— a mi también me encantó pasar tiempo contigo, hace que de una u otra manera mi vida se reinicie y solo quiere que este momento se detuviera y quedara así por mucho tiempo, pero no necesito mucho, solo necesito estar contigo para así poderme sentir feliz y poder recuperando mi corazón y completarlo y dejar que ese vacío se desvanezca.
—Sebastian: algún día me hablarás de todo lo que sucede, sabes que puedes confiarme en mi y contarme lo que te pasa, quizás no te puedo ayudar a solucionar los problemas, pero la carga se hace menos pesada
—Reachel: claro que si, yo se que puedo confiar en ti pero necesito tiempo cuando me sienta segura o por lo menos preparado para contarte mi pasado que aun me arrastra en mi presente, al igual que tu ¡no!.
—Sebastian: en ese pasado están tus padres y en tu presente que te atormenta Moila, es decir que el pasado de tus padres reluce en tu presente y en eso esta involucrada Moila, cuando menos lo esperé te contaré.
—Reachel: algo tiene que ver, bueno cuando estemos preparado hablaremos sobre nuestros dolores mas profundo y nos ayudaremos, ahora conozcamos no, más y empecemos bien y el tiempo pone cada cosa en su lugar.