—Gloria: ¡chicos, me hacen el favor!— los llama y ellos voltean y asiente acercándose a nosotros— ella es su nueva compañera de mesa, se llama Reachel, asimismo Reachel ellos serán tus compañeros, te los presento, él es Mateo— me señala a un chico alto, tez clara, cabello color miel, ojos marrones, tiene una linda sonrisa, me parece un niño muy simpático— ¡hola!, bienvenida, es un gusto tenerte aquí, encontrarás aquí un amigo con el que puedas contar y estaré para ayudarte— expresa con una sonrisa, me dio una linda sensación, no tengo duda de que podremos ser muy buenos amigos— ¡hola!, muchas gracias, igual en mí encontraras a una amiga con la que puedas contar y nada ayudaré en lo que necesites— le digo con una sonrisa y él sonríe— y ella es Brenda— me señala a una niña muy linda, ojos gateados, piel clara, cabello mono, es más o menos de mi tamaño y tiene una sonrisa divina— ¡hola!, bienvenida— dice con una sonrisa— gracias— le devuelvo la sonrisa— ellos van a hacer tus compañeros, espero y logren llevarse muy bien— dice con una sonrisa— no tengo duda de que así será— digo sonriente— ¡Brenda!— la llama— ¡sí!— atiende atenta— ¿puedes llevar a Reachel al Vestier y mostrarle su implemento?— le pide— claro, porque no, con gusto la llevaré— responde y le regalo una sonrisa— bueno mientras Brenda va con Reachel al Vestier, Mateo tú puedes continuar en tu labor mientras ellas vienen— inquiere y este asiente.
—Brenda: ¡ven, vamos! — me invita a seguirla y con gusto lo hago, nos dirigimos al Vestier, al momento de llegar ella abre un locker y saca un uniforme— ten, ese será tu uniforme— me entrega y yo lo tomo— ¿no hay un baño para cambiarme? — le pregunto— si claro, allá atrás— me señala un rincón y yo asiento y me dirijo allí a cambiarme. Después de cambiarme salgo y me reparo no me queda tan mal el atuendo, el cual consiste en un jean azul rey con un suéter de color piel con el logotipo del restaurante con el nombre en la esquina de la parte superior derecha, levanto la mirada y me encuentro a Brenda mirándome con una sonrisa— ¡me veo muy mal! — inquiero un poco inquieta— ella se ríe y niega— no al contrario, te queda muy bien— yo sonrío ante su comentario— ¡toma!— me extienda su mano con una llave— esa es la llave de tu locker— la recibo con gusto y le sonrío— muchas gracias— le digo— allí puedes meter tu bolso, tus cosas personales— me dice y yo asiento y prosigo aguardar y escucho que me habla— ¿Por qué decidiste trabajar?— indaga intentando entablar una conversación— necesito recurso para satisfacer algunas necesidades— intento no darle información detallada por lo que apenas nos estamos conociendo y no tengo la suficiente confianza, le devuelvo la pregunta— ¿y tú?— pregunto— al igual que tú, necesito satisfacer unas necesidades que me obligaron a trabajar para obtener recursos— me dice y yo ya termine de guardar todo en mi lugar— pues siento que algún momento tenía que suceder, depender de sí misma ¡no!— inquiero— claro así es, ¿estudias?— preguntas— si ya estoy en último año, ya casi termino— le digo sonriente — ¿y tú estudias?— le pregunto— ya yo estoy en la universidad, eso fue unos de los motivos por los cuales tenía que empezar a trabajar— asiento y sonrió— ¿y qué estudias?— vuelvo a preguntar— licenciatura en pedagogía infantil, en resumidas palabras, profesora— me responde sonriente, quise seguir preguntando del porqué sus papás no la ayudaban, pero suena un poco imprudente así que mejor me quede callada, apenas nos estamos conociendo, mejor di la conversación por terminada— ¡estás lista!— me pregunta sonriente y yo asiento, salimos del Vestier y nos acercamos donde está Mateo, pero antes nos acercamos donde la señora Gloria que está en la barra, nos ve y nos llama.
—Gloria: te queda muy bien el uniforme— me elogia— gracias— le respondo— ahora te quedas a cargo de Brenda y Mateo, ellos te enseñarán todo el manejo del restaurante, ¡de acuerdo! — dice y yo asiento contenta— bueno, bienvenida a tu periodo de prueba espero y si te puedas quedar— me dice sonriente.
—Reachel: gracias por el voto de confianza, le prometo que haré todo para no decepcionarla y hacerle saber de qué merezco este trabajo— ella asiente sonriente y se alejan de nosotras y nos acercamos donde está Mateo.
—Mateo: bueno, chicas, ya que están aquí, no hay mucha clientela así que se me hace un poco más fácil enseñarte— se dirige a mí— te explico— dice— cuando veas que toman una mesa lo que haces tomar un cuaderno que se te va a dar para escribas y te acercas saludas amables con una sonrisa porque así nos ven aquí, después de eso das las gracias y dice “gracias por escogernos y hacer que su paladar explote con sabores extraordinarios”, el restaurante de tus sueños te ofrece distintos platillos para disfrutar, te presentas diciendo el día de hoy los estaré atendiendo me presento mi nombre es tal y ya; terminas diciendo eso, le entregas la carta, luego preguntas que van a pedir, ahora bien, no en todo los casos, ya que hay clientes que son fijos y siempre piden lo mismo, tomas nota de lo que pidan, algunas veces comienza por algo sencillo como un jugo y después te vuelven a llamar para pedir el plato fuerte, no te pierdas de su visión, una vez hecho eso llegas acá y pones el papel en un ganchito— me muestra a lo que él se refiere— seguido a eso hundes el boto que está en la parte izquierda a nivel superior que eso lo manda a la cocina y los chefs preparen el pedido, continúas atendiendo, pero estás pendiente a que te llamen por el pedido para ser entregado y listo eso es todo— explica concentrado y yo estoy tratando de que mi cerebro haga un pequeño resumen de todo lo que me dijo, pero siento que no me quedo nada— ¿todo está claro?— pregunta y yo niego— ¡umm!… no la verdad es tengo que escribir la oración que dicen para decir a cada mesa para empezar ya el resto lo voy viendo de ustedes— le digo— dale, está bien yo te lo escribo para que te lo aprendas, si te siente muy llena de clientes nos dice sea a Brenda o a mí y te ayudamos— me dice con una sonrisa y yo asiento.